Moreno Bonilla, abucheado y forzado a recurrir a fuertes perímetros policiales en Écija por su gestión de la sanidad pública (vídeo)
Andalucía ha vuelto a mandar un serio aviso al máximo dirigente andaluz, Juanma Moreno, por su gestión de la sanidad pública. Solo un mes después de la última señal de alerta que remitiesen los andaluces y andaluzas a modo de abucheos al líder del PP andaluz en la localidad de Jaén, numerosos sevillanos y sevillanas de la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Écija se dieron cita en el municipio astigitano para abuchear al presidente autonómico a su llegada a él, con motivo de la auténtica quimera sanitaria que padecen los ciudadanos y ciudadanas de esta comarca y de la colindante Sierra Sur de Sevilla.
La que creía Moreno que sería una mañana protocolaria y apacible en esta localidad sevillana para la colocación de la primera piedra de la rehabilitación de las Casas Consistoriales ecijanas se tiñó de negro finalmente en una jornada de auténtica odisea, no solo por el importante retraso del propio responsable autonómico para su llegada, sino por la concentración de vecinos y vecinas de la comarca y, especialmente, de la propia Écija para clamar contra el malagueño, que se llevó de recuerdo sonoras pitadas y abucheos ante el manifiesto malestar de los ciudadanos.
Un enojo civil que ha llegado incluso a forzar a Moreno y a los suyos a recurrir a un fuerte perímetro policial (varios agentes y con vallas que impedían el paso a una distancia importante de la hoja de ruta del líder de los populares andaluces) y que se ha materializado en consignas contra el político conservador y su equipo como «fuera» o «sinvergüenzas». Momentos que han sido inmortalizados por numerosos testigos y representantes de las mareas blancas astigitana y de otras tantos municipios de la comarca, teniendo amplia difusión por redes sociales como Tik Tok o Instagram.
Algo muy similar le ocurrió este pasado mes de abril en la capital de Jaén, donde, días después de la histórica manifestación que tuviese lugar en las calles de Sevilla (5 de abril) en la que se congregaron más de 60.000 andaluces procedentes de toda la geografía andaluza contra el «desmantelamiento de la sanidad pública autonómica», la inauguración de un nuevo centro de salud en la ciudad, el de La Alameda, se tornó en el epicentro de una protesta de ciudadanos locales y provinciales que recibieron también al presidente andaluz bajo la siempre aciaga música de los pitos y la bronca.
Una esperpéntica situación que provocó que instantes después el equipo de Comunicación de Moreno y el propio líder popular utilizasen y grabasen «sin autorización familiar» a decenas de niños y niñas de un colegio público próximo a este centro médico «con fines políticos», lo que desató una cascada de reacciones adversas a ello.
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