Los devastadores incendios en Los Ángeles (California) exponen el impacto del capitalismo en las comunidades vulnerables

Este domingo varios incendios permanecían activos en Eaton, Palisades y otras zonas del Gran Los Ángeles. El número de muertos provocados por las llamas ya asciende a 25 y la superficie total quemada supera las 16.400 hectáreas (164 km2), más que cada uno de los límites de las ciudades de San Francisco, Pittsburgh, Boston y Miami. Más de 200.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares, y sólo en Eaton y Palisades los incendios destruyeron más de 12.400 estructuras.

Resaltando que los incendios forestales son inusuales en esta época del año en el sur de California, que normalmente es la temporada de lluvias, la periodista Natalia Marques, de Peoples Dispatch, afirma que, además de las cuestiones climáticas, los incendios en Los Ángeles dejaron grandes problemas a lo largo de todo el país. sociedad se destacan.

Presos en primera línea por salarios ridículos

Los incendios llamaron la atención sobre la explotación de trabajadores que cumplen condenas en prisiones y que realizan algunas de las tareas más peligrosas por salarios de miseria. California depende del trabajo forzoso de su enorme población carcelaria (desproporcionadamente negra e hispanoamericana) para controlar sus incendios forestales.

El Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) informó que más de 900 bomberos reclusos trabajaban para apagar incendios en el área metropolitana de Los Ángeles. Según el CDCR, a estos reclusos se les paga entre $5,80 y $10,24 por día, con un dólar adicional por hora durante las emergencias, pagado por el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California. Los turnos de “emergencia” pueden durar hasta 24 horas. Para que os hagáis una idea de la explotación, el salario mínimo en el estado más poblado de EE.UU. es de 16,50 dólares la hora.

Aunque han adquirido las habilidades necesarias para combatir incendios forestales, estos trabajadores encarcelados –por mucho menos que el salario promedio de un bombero en Los Ángeles (cuyos salarios anuales comienzan por encima de los $85,000)– a menudo no pueden conseguir trabajos como bomberos cuando son liberados debido a delitos penales.

Un informe de 2022 de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y la Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago sobre la “Explotación de los trabajadores encarcelados” concluyó que “los trabajadores encarcelados tenían más probabilidades de resultar heridos que los bomberos profesionales” y que “al menos cuatro bomberos encarcelados murieron mientras combatiendo incendios forestales, y más de mil necesitaron atención hospitalaria en un período de cinco años”.

Las compañías de seguros abandonan a los residentes para maximizar las ganancias

“El desastre de Los Ángeles también demostró que la industria de seguros es incapaz de proporcionar las estructuras necesarias para prepararse para una realidad cada vez más propensa a los desastres”, dice el Peoples Dispatch.

Las víctimas de los incendios de Los Ángeles, después de enfrentarse a la destrucción de sus propiedades y la devastación total de sus vidas, ahora tienen que afrontar el abandono total de las compañías de seguros que se suponía que debían cubrir los daños y pérdidas en este preciso escenario.

En una entrevista realizada la semana pasada por KABC-TV, en las proximidades del incendio de Eaton, una mujer afirmó que la compañía de seguros que cubría la casa donde han vivido sus padres durante más de 75 años acababa de cancelar el seguro contra incendios. La historia de esta mujer es compartida por millones de californianos que han sido abandonados por la industria de seguros.

Entre 2020 y 2022, las aseguradoras se negaron a renovar más de 2,8 millones de pólizas de seguro de hogar en California, incluidas 531.000 pólizas en el condado de Los Ángeles. Aunque algunas de estas pólizas no fueron renovadas por los propietarios, la mayoría simplemente fueron canceladas por las compañías de seguros, dice la fuente, según información publicada por el Departamento de Seguros de California.

“El sector de seguros se creó para maximizar las ganancias, no para proteger a los consumidores contra catástrofes. Por tanto, a las compañías de seguros les interesa cancelar pólizas en zonas con alto riesgo de incendios forestales», destaca.

CNN también informa que “las compañías de seguros en California se han negado a firmar nuevas pólizas en áreas que consideran de alto riesgo de incendios forestales, lo que representa un gran porcentaje del estado”.

Esta situación en California “pone de relieve el dilema central de un sistema de seguros con fines de lucro : desde la atención médica hasta los desastres naturales, las compañías de seguros parecen comprometidas a abandonar a sus clientes en los momentos de mayor necesidad”, afirma el periodista, recordando que muchos de los huracanes del año pasado Las víctimas de la región de los Apalaches también se quedaron sin seguro de hogar después de que los huracanes Helene y Milton destruyeran sus hogares.

El problema de las pólizas canceladas ha llevado a los californianos a recurrir cada vez más al costoso programa FAIR, respaldado por el estado occidental, diseñado como una aseguradora de último recurso. Las pólizas de seguro FAIR de California tienen primas más altas que los seguros privados tradicionales, pero debido a la cancelación de las pólizas de seguro privadas, la demanda de FAIR se ha disparado .

Incendios y crisis inmobiliaria

Después de que se asiente el polvo sobre la destrucción causada por los incendios forestales en Los Ángeles, algunos temen que los propietarios aprovechen la situación para aumentar los alquileres. “Tanto los funcionarios estatales como los municipales deben tomar medidas para garantizar que esta crisis no se multiplique por los especuladores”, dijo a Los Angeles Times Larry Gross, director ejecutivo del grupo de derechos de los inquilinos Coalición para la Supervivencia Económica .

Estas preocupaciones recuerdan lo que ocurrió en Nueva Orleans después del huracán Katrina. El desplazamiento masivo aceleró el proceso de gentrificación, luego de que los inversores compraran edificios dañados y aumentaran sus precios, expulsando a familias negras de bajos ingresos, que fueron reemplazadas por nuevos residentes.

Mientras los incendios aún se propagaban, la gente de la región de Los Ángeles se unió en solidaridad, recogiendo donaciones para las personas sin hogar, distribuyendo suministros esenciales, ayudando a retirar escombros y respondiendo a las necesidades de la comunidad.

Entretanto, hubo muchas críticas a la falta de acción por parte de las autoridades de la ciudad, el condado y el estado, y la repetida demanda de servicios de emergencia que funcionen, atención médica gratuita, refugios adecuados y el cierre de lugares de trabajo no esenciales.

Fuente: Abril Abril.