La ONU preocupada por los refugiados abandonados por las autoridades argelinas en el desierto. 13.000 migrantes abandonados (vídeo)

La ONU manifestó ayer su preocupación por la seguridad de los sirios a los que se les ha prohibido acceder a Argelia desde el sur. La mayoría de ellos son refugiados que han quedado abandonados en el desierto, aseguró, y no potenciales combatientes tal y como mantiene Argelia.

El miércoles, el funcionario responsable de la política migratoria en el Ministerio del Interior había declarado que los sirios que habían llegado por el sur del país eran miembros de grupos armados derrotados que supondrían un riesgo para la seguridad de Argelia.

Sin embargo, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados criticó esta decisión, afirmando que algunos de los sirios mencionados por el funcionario argelino eran solicitantes de asilo reconocidos.

“Han huido del conflicto y de la persecución o aseguran que han intentado obtener protección internacional en Argelia,” denunciaba un comunicado de ACNUR.

Según la información a la que ha tenido acceso ACNUR, 20 individuos de este grupo permanecen abandonados a su suerte en el desierto, a tres kilómetros del puesto fronterizo de Guezzam, a la intemperie. De los otros 100 individuos que fueron llevados a la frontera desconocemos el paradero,” manifestaba el comunicado.

De acuerdo con Hassen Kacimi, del Ministerio argelino del Interior, el grupo de 100 personas había alcanzado la frontera sur del país con la ayuda de un grupo armado local en las últimas semanas, tan sólo para ser interceptado y expulsado poco después de haber entrado en Argelia.

Estos sirios habrían atravesado Turquía, Jordania, Egipto, Sudán, Níger o Malí utilizando pasaportes sudaneses falsos. Argelia ha aceptado a unos 50.000 sirios en base a motivos humanitarios en los últimos años, señaló Kacimi.

(Fuente: Monitor de Oriente)

Atrapados en el desierto del Sáhara

En tierra de nadie, a la intemperie, bajo temperaturas extremas y sin apenas agua y comida. Así sobreviven, casi milagrosamente, un grupo de 41 refugiados sirios, la mayoría mujeres y niños, en las afueras de Figuig (Marruecos), junto a la frontera sudoeste de Argelia, donde llegaron huyendo de la guerra de Siria. Lo que no sospechaban es que, tras su larga odisea, acabarían atrapados en pleno desierto, bloqueados por la disputa política entre los dos países del Magreb, cuya frontera terrestre está cerrada y militarizada desde 1994. Ambos gobiernos han rechazado hacerse cargo de ellos, e incluso impiden su acceso a la ayuda humanitaria.

“No podemos aguantar más. Hoy se cumple el día 38 que llevamos en el Sáhara y no vemos ninguna solución en el horizonte”. Abu Zohair, portavoz del grupo, imploraba el 23 de mayo en un vídeo colgado en Facebook al rey de Marruecos, Mohamed VI, que les abriera la frontera y les permitiera al menos cobijarse en Figuig, cuyos habitantes se han manifestado en varias ocasiones, la última este viernes, en solidaridad con los refugiados. Las autoridades marroquís, sin embargo, siguen haciendo oídos sordos a estas peticiones, y han prohibido a la población local cualquier contacto con ellos.

Argelia ha abandonado en el desierto a cerca de 13.000 migrantes desde 2017

Por otro lado, cerca de 13.000 migrantes africanos han sido abandonados por Argelia desde 2017 en la frontera con Níger, en el Desierto del Sahara según informa la Organización Internacional Para la Inmigración.

Sin hacer distinciones con mujeres embarazadas y niños, los afectados son obligados a caminar sin reservas de agua y comida y algunos no salen vivos de su penosos periplo, con temperaturas de hasta 48ºC. Así lo sostiene el diario The Washington Post, que habla de la suerte dispar que corren los inmigrantes. Algunos cruzan una desolada tierra de 15 km hasta llegar a Assamaka, en Níger.

Por su parte, Associated Press ha recogido algunos de los momentos en que estas personas son abandonadas a su suerte. Los videos recabados, grabados muchas veces por los migrantes abandonados, recogen la realidad de estas personas que, muchas veces tienen que caminar cerca de 15 kilómetros a riesgo de perderse entre las dunas.

Janet Kamara es de Liberia, en su camino hacía el desierto perdió a su bebé: “Sufrí un aborto en la carretera, también otra joven de Camerún perdió a su niño. Nuestros bebes fueron asesinados. Hombres y mujeres yacían muertos, incluso menores, porque no había agua, ni comida. Otras personas estaban heridas, y otras desaparecieron en el desierto porque no conocían el camino”.

Solo algunos afortunados son capaces de recorrer los kilómetros de tierra desde el Punto Cero en Argelia hasta la ciudad de Assamaka, en Níger. Aquellos que no pueden orientarse, terminan vagando por el desierto hasta que un grupo de rescate de Naciones Unidas consigue llegar hasta ellos. Gran cantidad de estas personas mueren en el camino.

Aliou Kande, senegalés de 18 años, cuenta el calvario por el que paso tras bajar del transporte que les llevaba al llamado “punto cero”: “Nos dejaron en medio del desierto, nos dejaron allí y caminamos desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde a través del desierto. Éramos cerca de 1000 personas caminando por el desierto”

El liberiano Ju Dennis filmaba con su móvil parte de las imágenes recabadas, en ellas sus compañeros de viaje tratan de protegerse del sol hacinados en camiones: “Decidí correr este riesgo sabiendo que era muy muy peligroso, si me cogían, me habría enfrentado a veinte años de prisión en Nigeria. Grabé parte de esos vídeos e hice fotos para mostrar a la comunidad internacional lo que hacen las autoridades argelinas. Para dejar que el mundo pueda ver lo que está pasando aquí”.

Mientras tanto, la Organización Internacional para la Inmigración trata de ayudar a tantas personas como puede. Dan Ballan Mahamn Sani, es el jefe de la base de datos de la entidad para Níger: “Los dejan aquí en la frontera porque Argelia los ha expulsado. Por eso los dejan en el punto cero, a unos 15 kilómetros de Assamaka”.

Desde octubre de 2017, estas expulsiones masivas aumentaron. Entonces la Unión Europea presionaba a los países del norte de África para que se ocuparan de los inmigrantes que se dirigían al norte de Europa a través del mediterráneo o por Ceuta y Melilla.

(Fuente: Euronews)

Vídeo:

 

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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