La fragata incendiada en Rota no podrá participar en Atalanta / ¿Qué es la operación Atalanta?

La fragata ‘Santa María’ (F-81) sufrió el viernes por la noche un incendio en su hangar que consiguió estabilizarse tras dos horas de trabajos de los servicios de emergencia y sobre la media noche fue extinguido. Por ello no podrá participar en la operación Atalanta.

La fragata Santa María tenía previsto efectuar su partida este domingo desde la Base Naval de Rota rumbo al cuerno de África pero finalmente esta misión se verá truncada por las consecuencias de este incendio. Esto se debe a que gran parte del hangar se encuentra bastante afectado por las llamas habiendo llegado a provocar averías. La fragata, cuando fue víctima de las llamas, se encontraba lista y revisada para poner rumbo a aguas de Somalia este domingo.

Por ello, la salida de la fragata Santa María no hará el relevo que estaba previsto en la Operación Atalanta cogiendo el testigo a la fragata Numancia según recoge Andalucía Información.

Según este medio, los incendios en los buques están relacionados en mayor medida por accidentes en la cocina así como asuntos mecánicos correspondientes a una reparación así como eléctricos. Sin embargo, a la hora que surgió el fuego la fragata no estaba viéndose sometida a reparaciones. Aunque un fallo en el cuadro eléctrico es una de las hipótesis que se contemplan, el ministerio de Defensa ha comenzado ya la investigación sobre las causas del accidente.

¿Qué es la operación Atalanta?

Oficialmente, la Operación Atalanta se anunció en 2018 como una actuación en el Océano Índico para luchar contra la “piratería” en sus aguas. En realidad el supuesto secuestro de barcos y tripulaciones sólo es el pretexto del imperialismo europeo para estar presente en dicho océano y controlar las estratégicas rutas comerciales en su zona más cercana al estratégico Mar Rojo, principalmente las del petróleo procedente del Golfo, así como a los países bañados por sus aguas.

Si la ubicación en al Base de Rota del Cuartel General de la Operación Atalanta supone, oficialmente, que es desde la Base de Rota desde donde se dirigen y coordinan las actividades de los efectivos navales europeos que luchan contra los ataques y secuestros de buques por piratas en el Océano Índico. Pero en realidad significa que desde ella parten las operaciones de agresión contra los pueblos de la zona por parte del imperialismo europeo.

La ministra Margarita Robles aclaró en 2018 las auténticas intenciones españolas y europeas al anunciar la incorporación del Estado Español, junto a otros ocho Estados de la UE, a una iniciativa liderada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para establecer una fuerza militar europea de intervención rápida. “Queremos desarrollar una cooperación entre países políticamente voluntarios y militarmente capaces de intervenir cuando decidan, en varios escenarios, no solo militares sino también civiles”.

Rota se convirtió de esta forma en centro neurálgico de las operaciones militares, las declaradas y las encubiertas, que el imperialismo occidental lleve a cabo en todos aquellos territorios más estratégicos para sus intereses: norte de África, Oriente Medio y, ahora también, el oeste africano, sobre todo el Cuerno de África,  y la Península Arábiga. O sea, en gran parte de aquellos donde, a día de hoy, de forma directa o a través de sus aliados locales, está cometiendo las mayores atrocidades contra los pueblos el imperialismo occidental.

Y si Rota es punta de lanza de los ataques contra otros pueblos, cómplice de los genocidios planeados o ejecutados desde su base, y con ello también nuestro país, y en particular la propia Rota, se convertirán en objetivos prioritarios de represalia por parte de todos aquellos que se sientan amenazados o sean atacados desde la misma.

Estos son los verdaderos “beneficios” que, gracias al Estado español, al “progresista” PSOE y a sus apoyos, obtendremos el pueblo andaluz del aumento de la militarización de nuestra tierra: la inseguridad permanente y el riesgo constante. Eso será lo único que “ganaremos” con ello.

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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