La demanda de búnkeres se dispara en el Estado español.

Desde que el Presidente del gobierno de España anunciara el envío de armas a Ucrania, se está produciendo un aumento de la demanda en construcciones de protección. La “paranoia”, no solo llega a los que advertimos del peligro y de la posibilidad de que la guerra provocada por la OTAN en Ucrania se extienda a nuestro país por la presencia de tres bases militares al servicio de la OTAN. Las clases dominantes, la burguesía española, también se empieza a preocupar, y aunque no piden la salida de la OTAN por intereses de clase y porque esta les protege de posibles cambios políticos… están comenzando a protegerse de las posibles consecuencias.

Para los que nuestra economía no nos llega para construirnos un bunker, la única solución es la salida de la OTAN y el desmantelamiento de las bases militares. La mejor protección es la paz y esta comienza por no implicarnos en una guerra que no hemos decidido ni provocado. La necesidad de soberanía para decidir sobre temas de una importancia vital para nuestra supervivencia se muestra cada día más evidente.

El empresario dedicado a la construcción de búnkeres, Cristian Sadic, detalló que la demanda de este tipo de refugios se disparó en España tras el inicio de la operación militar rusa en territorio ucraniano. Su precio supera los 30.000 euros (unos 32.700 dólares).

Según comentó, desde hace tres semanas se incrementaron las consultas sobre estos refugios y detalló, que en ese período, entregó veinte presupuestos. “Ahora mismo estoy construyendo uno en Toledo, tengo que empezar uno en Madrid y otro en País Vasco”, detalló.

Un búnker de la Guerra Fría con doce pisos se vende por poco más que el precio medio de una vivienda en EE.UU.

Respecto de las características, Sadic indicó que deben tener al menos dos habitaciones, una de las cuales debe estar destinada a la colocación de maquinaria como generadores, agua y gasoil. El resto del espacio está dedicado a las personas, para que permanezcan allí unos 15 días, o hasta incluso dos años.

Aunque su costo pueda ser de unos 30.000 euros, el monto a pagar aumenta de acuerdo con el tamaño y las características que el cliente quiera darle al búnker. 

Más allá de que la ‘fiebre’ por estos espacios se generó en las últimas semanas por la tensión en Europa oriental, y por el temor a que el conflicto se generalice en el continente, antes, también existía una demanda. “Era gente con gran poder adquisitivo y gente paranoica con los extraterrestres”, concluyó Sadic.

Fuente: rt.com