El informe del Tribunal de Cuentas europeo reaviva las sospechas sobre Úrsula von der Leyen

Cada día que pasa, las negociaciones celebradas en 2021 entre la Comisión Europea y Pfizer, sobre el contrato de vacunas COVID-19, no se contempla como una compra normal, sino más como una novela policíaca.

La trama se agravó aún más después de que el Tribunal de Cuentas publicara un informe, acusando a la Comisión de negarse a revelar detalles sobre el papel personal de la presidenta de la Comisión, la alemana Ursula von der Leyen, en las conversaciones con los altos cargos de la empresa Pfizer.

(Aclaramos que también es alemana  la empresa  de biotecnología BioNTech, que es la desarrolladora original de la tecnología de vacunas, mientras que la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer es una de las socias).

El informe publicado el pasado 12 de septiembre por el Tribunal de Cuentas Europeo, reaviva las críticas y sospechas respecto al suministro de vacunas que adquirió la Unión Europea.

De hecho, la UE abonó 71.000 millones de euros para comprar 4.600 millones de vacunas a base de procedimientos extraordinarios que no han funcionado de la mejor manera. Según el Tribunal, la Comisión Europea «comenzó este procedimiento de contratación con bastante retraso en comparación con el Reino Unido y los Estados Unidos».

También se lanzó un dardo al equipo que negoció la compra de las vacunas, integrado por «miembros del Comité de Medicamentos Humanos de la EMA y Responsables de las Agencias Nacionales de Medicamentos de los Estados miembros» (cuya identidad se mantuvo en secreto y se sospecha el porqué), considerados no muy competentes.

En consecuencia, “para evaluar las ofertas no se tuvieron en cuenta los riesgos que tendría la cadena de suministro y el proceso de producción, que pudieron causar problemas en la entrega”.

Tras más de 18 meses de la adquisición de las vacunas, ahora no se escatiman críticas al grupo de trabajo europeo creado “para apoyar la producción y las cadenas de suministro” pero cuyo impacto “es difícil de cuantificar sobre el aumento de la producción de vacunas”.

Sin embargo, los rapapolvos más relevantes se encuentran en los puntos 48, 49 y 50 del informe en cuestión. En ellos, el Tribunal se queja de no haber recibido ninguna información sobre las negociaciones preliminares del contrato más importante firmado por la Unión Europea, con un secretismo sospechoso, cuando lo normal debe ser la absoluta trasparencia en una compra de esa cantidad.

Textualmente, el informe señala:

1.- “A mediados de marzo de 2021, el comité directivo acordó programar una reunión con asesores científicos nacionales y de la UE sobre los aspectos científicos de la estrategia de vacunación para 2022.”

2.- “Sin embargo, esta reunión nunca se llevó a cabo. En marzo de 2021, el presidente de la Comisión realizó negociaciones preliminares para un contrato con Pfizer/BioNTech. Este es el único contrato que no involucró al equipo negociador conjunto en esta etapa de las negociaciones, contrariamente a la decisión de la Comisión sobre la adquisición de vacunas COVID-1939.” 

3.- “El 9 de abril de 2021, la Comisión presentó los términos negociados entre el Presidente de la Comisión y Pfizer/BioNTech al Comité Directivo y el Comité Directivo acordó lanzar una convocatoria de licitación.” 

4.-El contrato se firmó el 19 de mayo de 2021 y preveía el suministro de 900 millones de dosis de la vacuna Pfizer, que se entregarían entre 2022 y 2023, con la opción de pedir 900 millones de dosis adicionales. Este fue el contrato más costoso para el suministro de vacunas COVID-19 firmado por la Comisión, que predominará en la cartera de vacunas de la UE hasta finales de 2023”.

Luego se anota cómo la Corte solicitó a la Comisión información sobre las negociaciones preliminares de este acuerdo (expertos científicos consultados y dictámenes recibidos, cronograma de entrevistas, actas de las discusiones y detalle de los términos y condiciones pactados), pero que solicitud no se atendió, lo que desató más sospechas acerca de “la labor” de Ursula Von der Leyen.

Este informe regreso al despacho del Defensor del Pueblo Europeo con este mensaje:

El 16 de septiembre de 2021, el Defensor del Pueblo Europeo abrió un expediente sobre la negativa de la Comisión Europea a conceder acceso público a los mensajes de texto, intercambiados entre el presidente de la Comisión y el director ejecutivo de Pfizer durante las negociaciones preliminares.“

En el informe de 26 de enero de 2022, el Defensor del Pueblo Europeo considera que la forma en que la Comisión ha tramitado esta solicitud constituye un caso de sospechosa administración y recomienda «buscar de nuevo los mensajes de texto pertinentes y evaluarlos, de conformidad con las normas legales establecidas, otorgando acceso público inmediato a tales comunicados”.

Fuente: L’Antidiplomatico.

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