El gobierno francés da por iniciado el proceso de definición de un nuevo estatus para Nueva Caledonia
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha dado por iniciado el “proceso de definición de un proyecto para Nueva Caledonia”. Borne lo ha explicado este 28 de octubre a la salida de una reunión entre el gobierno francés y representantes de distintos sectores unionistas neocaledonianos, encuentro al que no ha asistido ninguna fuerza independentista.
La primera ministra ha anunciado que se formarán grupos de trabajo para definir este nuevo proyecto a partir de noviembre de 2022, tarea que debería estar terminada hacia mediados de 2023. Los grupos versarán sobre la cuestión institucional, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, el desarrollo económico, el níquel, soberanía energética y la transición ecología, la soberanía alimentaria y la vivienda, los valores identitarios comunes y la reconciliación, y por último, la integración regional. Sobre la cuestión institucional habrá un “formato político ad hoc”, ha dicho Borne.
La primera ministra ha llamado a “aprender” de las lecciones de las últimas décadas en un momento “en que se abre un período de transición” y ha anunciado que su gobierno mantendrá los contactos para que “todos los socios políticos” participen en el proceso.
El gobierno francés quiere que en los grupos de trabajo se impliquen las fuerzas unionistas y las independentistas, y reconoce que sin la participación de ambos bloques, el proceso no funcionará.
La búsqueda de un nuevo estatus de Nueva Caledonia sigue la celebración de los tres referendos de independencia que tuvieron lugar en 2018, 2020 y 2021. Si bien en los dos primeros participaron todas las sensibilidades políticas, el tercero fue boicoteado por el campo independentista, que había pedido su aplazamiento por el impacto social de la pandemia de la covid.
Ante la negativa del gobierno francés a posponerle, la coalición independentista del FLNKS llamó a boicotear la votación. El resultado fue de un 96,5% de votos en contra de la independencia pero sólo con el 44% de participación. En estas circunstancias, los partidos independentistas afirman que el referendo no fue ni válido ni legítimo.
Encuentro sin los independentistas
La primera ministra Borne ha anunciado las novedades anteriores apenas terminada la primera reunión de la llamada Convención de Socios sobre el Futuro Institucional de Nueva Caledonia. El encuentro ha reunido al gobierno francés con dirigentes de los partidos unionistas de Nueva Caledonia y con miembros de la sociedad civil neocaledoniana.
En el encuentro, como decimos, no ha habido delegación independentista: ni de la coalición del FLNKS ni de ninguno de los partidos que la componen. Las fuerzas independentistas, en desacuerdo con el curso del proceso político desde el no aplazamiento del tercer referéndum, consideran que todo lo derivado no tiene validez política y afirman que la descolonización del territorio no puede resolverse en este marco.
Por este motivo, los partidos independentistas no quieren implicarse ahora en la redacción de un nuevo estatuto de autonomía o ninguna otra fórmula que implique la integración final de Nueva Caledonia en Francia. El FLNKS quiere reubicar el debate en el terreno de la descolonización y la independencia plena, y uno de los partidos que lo componen, el Palika, ha propuesto que el referéndum boicoteado se repita en 2024 .
Los partidos unionistas, por el contrario, dicen que el pueblo de Nueva Caledonia ha votado ya tres veces y que la decisión de quedarse en Francia es definitiva.
El gobierno francés quería un referéndum en 2023
El gobierno francés también quiere un nuevo referéndum, pero no para volver a pedir sobre la independencia sino para validar el resultado del proceso que hoy Borne ha dado por iniciado.
El propósito del anterior ministro de Ultramar, Sébastien Lecornu, era que esta votación se celebrase en junio de 2023. Ahora, sin embargo, con los independentistas fuera del proceso, el calendario varía y la fecha de mediados de 2023 ha pasado a ser, según ha dicho Borne, la del fin de la labor de los grupos de trabajo.
El actual ministro del Interior y de Ultramar francés, Gérald Darmarin, también ha admitidoque “es una evidencia” de que “las conversaciones no se pueden cerrar ni progresar sin los independentistas”.
Mientras, los partidos unionistas quieren aprovechar la ocasión para suprimir la noción del cuerpo electoral congelado . En Nueva Caledonia hay tres listas electorales distintas: una general para las elecciones francesas, europeas y municipales; una más restringida para las elecciones provinciales, y finalmente otra, también restringida, para los tres referendos de independencia. El campo unionista considera que estas restricciones —que favorecían un cierto equilibrio entre votantes unionistas e independentistas, al excluir a parte de la población llegada en tiempos más recientes desde la metrópoli— han dejado de tener sentido una vez completados los tres referendos. Los partidos independentistas se oponen a introducir cambios en las listas y siempre por la misma razón: el proceso de descolonización no está completado satisfactoriamente.
Fuente: Nationalia.
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