El G5-Sahel se disuelve / Fue “un instrumento de Francia para controlar mejor a los Estados” del Sahel

El G5-Sahel fue financiado y apoyado, con la luz verde de la ONU, por personal militar occidental. En primer lugar, el Estado francés, antigua potencia colonial, que había proporcionado vehículos, equipamiento y entrenamiento a través de su operación Barkhane, con 5.100 hombres en su apogeo. Francia tuvo que retirar sucesivamente sus fuerzas en Malí, Burkina Faso y Níger cuando estos países quedaron bajo el control de juntas militares.

Mauritania y Chad han “tomado nota” de la decisión de retirada de sus tres antiguos socios. La disolución, por tanto, del G5 del Sahel parecía inevitable ya que Malí, el primero, había cortado progresivamente los lazos con sus socios occidentales entre 2022 y el pasado mes de abril. 

La disolución del G5 Sahel confirma el fracaso del Estado francés, que creía poder imponer su juego a través de este organismo, explica a Sputnik el activista panafricano Abdoulaye Nabaloum. Un caparazón vacío. El G5 Sahel, cuya disolución fue registrada por Mauritania y el Sahel, era sólo un instrumento de influencia al servicio de Francia y no ayudó realmente en la lucha contra el terrorismo, explicó a Sputnik Abdoulaye Nabaloum, fundador de la asociación Acciones por la Soberanía. de los Pueblos.

La situación de seguridad mejoró tras la retirada de las tropas francesas de la región, subraya el activista panafricano. En los últimos meses, París ha tenido que enfrentarse al descontento popular contra la presencia de sus fuerzas armadas, lo que ha llevado a una retirada total de Malí, Burkina y Níger.

Una alternativa creíble

La probable disolución del G5 Sahel deja ahora el camino abierto a otras iniciativas para asegurar la región. Según Abdoulaye Nabaloum, la Alianza de los Estados del Sahel (AES), que reúne a Malí, Burkina Faso y Níger, podría tener éxito allí donde fracasó el G5 del Sahel.

Las asociaciones militares establecidas con Rusia también pueden ofrecer soluciones adecuadas, subraya el activista. Estas colaboraciones ya han producido “resultados que demuestran que el terrorismo está en declive”.

A mediados de noviembre, el ejército maliense anunció en particular que había recuperado la ciudad de Kidal, bastión de ciertos grupos yihadistas. Se dice que Burkina y Níger enviaron equipos para apoyar los esfuerzos de sus vecinos en esta reconquista.

Níger, Burkina Faso y Mali afirman formar una confederación

El número de muertes causadas por ataques yihadistas se ha duplicado desde el primer golpe de Estado en Mali en 2020 y ha aumentado un 165% en Burkina Faso desde el golpe de enero de 2022, hasta el punto de que las víctimas de Los yihadistas, que controlan la mitad del país, son actualmente los más numerosos del mundo, detrás de Afganistán. Níger canceló en los últimos días dos acuerdos de cooperación militar con Bruselas y otro que supuestamente limitaría la emigración a la Unión Europea.

Níger, Burkina Faso y Mali anunciaron el viernes pasado su intención de formar una confederación, dos meses después de prometer que se ayudarían mutuamente en caso de intervención militar externa. Una respuesta en aquel momento a las amenazas de la Comunidad de Países de África Occidental (CEDEAO) de derrocar manu militari a la junta que había tomado el poder el pasado mes de junio en Níger. La amenaza de intervención de una coalición bajo los auspicios de Nigeria que había quedado en letra muerta. Bamako, Uagadugú y Niamey dicen que están decididos a crear un banco de inversión común y una unión monetaria. Un proyecto que tiene muy pocas posibilidades de éxito dada la fragilidad financiera e institucional de los tres países.

Al forjar un discurso soberanista, se distanciaron con gran acritud de Francia y sus socios europeos. Mali abandonó el G5 Sahel en 2022, hablando de una organización “instrumentalizada desde fuera” y los tres regímenes golpistas afirmaron en un comunicado de prensa que se negaban a “servir intereses extranjeros en detrimento de los de los pueblos del Sahel, y mucho menos aceptar el dictado de cualquier potencia en nombre de una asociación equivocada e infantilizante que niega el derecho a la soberanía de nuestros pueblos y nuestros Estados”.

Fuente: Sputnik / Abamako.