El asesinato del ultra ‘Jimmy’, de nuevo sin culpables
Donde un juez vio hechos probados en febrero de este año, otro dice ahora que no lo son. Donde entonces se sentenció a un menor por homicidio, ahora solo se le condena como partícipe en una riña tumultuaria y por tenencia ilícita de armas. Defectos procedimentales recogidos en una última sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid llevan a concluir que el asesinato del ultra del Deportivo de la Coruña, conocido como Jimmy, Francisco Javier Romero Taboada, de 41 años, y muerto a palos en las orillas del Manzanares el 30 de noviembre de 2014, vuelve a quedarse sin culpables.
El mundo entero vio, mediante las imágenes grabadas por vecinos y viandantes aquella mañana previa a un encuentro entre el equipo gallego y el Atlético de Madrid, como se molían a palos cientos de hinchas de uno y otro equipo, y como dos de los participantes se llevaban la peor parte. Uno de ellos, Jimmy, falleció –por un traumatismo craneoencefálico– después de ser arrojado al río y posteriormente rescatado por los servicios de emergencia.
A juicio de los recurrentes y del juez, no debió de ser el juzgado de Instrucción número 20 el que permitiese el descifrado de los mensajes, sino el de Menores
Las investigaciones policiales, dieron con cuatro presuntos culpables adultos y uno menor de edad, que responde a las iniciales A.C.G, aliasKitkat, conocido por ser el líder de los cachorros del Frente Atlético, de extrema derecha. Este era, hasta que ayer se conoció la nueva sentencia, el único culpable del homicidio, a la espera de que se celebrase el juicio de “los mayores”.
Al menor se le detuvo por los mensajes encontrados en su teléfono móvil (“Sin porra me he quedado, le he pegado un palizón”), los mismos que reconoció haber mandado en sede judicial y que ahora desestima el juez de la Audiencia de Madrid, por un defecto de forma. A juicio de los recurrentes y del juez, no debió de ser el juzgado de Instrucción número 20 de plaza Castilla (el que instruye la causa de “los mayores) el que permitiese el descifrado de esos mensajes, sino el Juzgado de Menores.
La otra prueba crucial en este procedimiento era el “testigo protegido 303”. Se trata de un adulto que participó en la reyerta y que presuntamente vio quiénes y cómo apaleaban a Jimmy. Su testimonio fue crucial para inculpar a Kitkat y puede ser determinante en el posterior “juicio de los mayores”. Sin embargo, esta sentencia, aunque le legitima como “coimputado protegido”, considera que sus declaraciones no son suficientes para inculpar a un presunto asesino y que hay contradicciones entre lo declarado en sede policial y judicial.
La sentencia considera que las declaraciones de un coimputado protegido no son suficientes para inculpar a un presunto asesino
“Existen suficientes razones, subjetivas y objetivas, para dudar seriamente de la veracidad de dicho relato”, recoge la sentencia, que se remonta a sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 1989 y recuerda que la protección que le daba el estatus de “testigo protegido” resta veracidad a su testimonio. Sin embargo, en su día, nadie recurrió esa prueba e incluso fue interrogado por la defensa.
El testigo protegido señaló además de a A. C. G. –ahora, absuelto de homicidio– a otros dos presuntos autores materiales, concretamente a Francisco Javier Jiménez Linares (de 28 años) y José Luis Zarzoso (de 38 años), como agresores de Jimmy. Son dos de los cuatro (adultos) acusados de homicidio por la policía y que el último juez también puso en libertad, después de que otro anterior (van cuatro) los mandase a prisión.
La defensa de “mayores” la dirige –como en el caso de otros ultras detenidos– el famoso exfiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo, de acuerdo con la penalista Margarita Santana. Esta sentencia, frente a la anterior, supone allanar el camino hacia la impunidad del resto de presuntos culpables de la muerte de Romero Taboada.
Fuente: El País / Patricia Ortega Dolz
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