Díaz-Canel y la ONU advierten sobre violaciones de derechos humanos en Guantánamo

En su cuenta de Twitter, el jefe de Estado dijo que “ya son 20 años de escandalosos abusos en territorio cubano ocupado ilegalmente en la Bahía de Guantánamo por los mayores violadores de derechos humanos del mundo”.

Este martes han pasado 20 años de la llegada de los primeros prisioneros al campo de prisioneros que la administración estadounidense creó en el enclave militar más antiguo que Washington tiene en el extranjero, ocupado desde hace más de un siglo contra la voluntad del pueblo y el gobierno de la isla más grande de las Antillas.

La administración encabezada por Joe Biden dice que está comprometida con el cierre del centro penitenciario, donde permanecen 39 presos, en su mayoría sin cargos. Sin embargo, además de la declaración de intenciones y la liberación de algunos presos, poco más se ha hecho para cerrar un espacio criticado a nivel internacional por la arbitrariedad y la práctica de la tortura.

Los primeros prisioneros llegaron al campamento de Guantánamo el 11 de enero de 2002, por orden del entonces Presidente George W. Bush, ya en medio de una invasión del Afganistán y con la “guerra contra el terrorismo” en pleno apogeo, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Guantánamo: “un capítulo feo de incesantes violaciones de derechos humanos”

En una declaración emitida el 10 de junio, un grupo de relatores independientes de la ONU repudia “20 años de detención arbitraria sin juicio, acompañada de tortura o malos tratos”, y afirman que esto es “inaceptable para cualquier gobierno, particularmente para un gobierno que dice proteger los derechos humanos”.

Los relatores, que denuncian la impunidad de la que gozan los responsables de estos abusos, piden a Washington que cierre la prisión, devuelva a los detenidos a sus hogares o los entregue a terceros países seguros.

Según el documento, en 2003 la instalación tenía 700 personas detenidas y, 20 años después, 39 permanecen allí. Solo nueve fueron acusados o condenados por delitos y nueve murieron tras las rejas: siete se suicidaron y dos murieron por causas naturales, ninguno de los cuales fue acusado o condenado.

Los expertos expresaron su preocupación por el hecho de que la población carcelaria de la base de Guantánamo estaba “envejecida y enferma”.

Muchos de estos prisioneros, dicen, han sido sometidos a tortura y carecen de asistencia médica adecuada, así como de tratamiento para recuperarse de la tortura, como lo exige el derecho internacional.

Fuente: Abril Abril.

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