¿Cómo puede manifestarse la democracia en China, donde gobierna un solo partido? Entrevista a Chen Jin (Instituto de Historia del PCCh)

En esta entrevista a Chen Jin (investigador y miembro administrativo del Instituto de Historia y Documentación del Partido del Comité Central del Partido Comunista de China) se abordan algunas particularidades del sistema político en China, explicadas a partir de una visión autorizada y claramente contrastada con el enfoque liberal de la democracia.

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Pregunta: ¿Cómo se refleja la democracia en la vida política de China, donde todo es liderado y decidido por el Partido Comunista de China (PCCh)?

Respuesta: La democracia es un valor noble que China nunca ha rechazado; tampoco ha estado ausente de la vida política china.

Para el partido gobernante, practicar una política democrática tiene como requisito fundamental gobernar de acuerdo con la Constitución y la ley. El Estatuto del Partido Comunista de China establece específicamente que “el partido debe operar dentro del marco de la constitución y la ley”. Esto significa que las propuestas del partido deben pasar por procedimientos legales antes de convertirse en la voluntad del país.

Cuando se fundó la República Popular China, el Partido Comunista de China construyó sinceramente una plataforma para la política democrática. En aquel entonces, Zhou Enlai fue el responsable de redactar el Programa Común, que tuvo un papel similar al de una constitución provisional. En el borrador, se propuso que el nombre de nuestro país fuera “República Democrática Popular China”. Sin embargo, los representantes de otros partidos políticos no aprobaron la inclusión de la palabra “democrática” en el nombre del país, argumentando que “república” ya implicaba democracia y además, ¿cómo podría existir un país del pueblo sin democracia?, ya que no hay un estado popular que no sea democrático. Así, el nombre oficial del nuevo país se convirtió en República Popular China.

Se presentó inmediatamente otra cuestión: ¿cuál es la relación entre la “República Popular China” y la “República de China”, y que si la primera representaba o no la provincia de Taiwan bajo el control del Partido Kuomintang (KMT). Zhou Enlai y otros propugnaban escribir el nombre completo del país como “República Popular China” (中华人民共和国), y explicaban que esta  se puede abreviar en chino como  “República de China” (中华民国). En una reunión de consulta con los responsables de los partidos políticos democráticos, el presidente del Partido de Interés Público de China, un partido democrático de China, Situ Meitang, un anciano que participó en la Revolución de 1911 y en la creación de la República de China, manifestó que la República de China era un buen nombre, pero había sido manchado por el KMT y Chiang Kai-shek, entonces, se debe usar oficialmente el nombre completo de la “República Popular China”, la cual también podría representar a Taiwan y entonces no haría falta mencionar la abreviatura “República de China”. Esta opinión fue aprobada por otros viejos líderes del KMT, y al final, se eliminó la abreviatura “República de China”.

En cuanto a la bandera nacional, la Conferencia Política Consultiva de la Nueva China realizó una convocatoria nacional para tener propuestas de diseños. Zhu De, el comandante en jefe del Ejército Popular China y miembro veterano del Partido Comunista, también envió su diseño al comité de selección de la bandera. Después de muchísima consideración, el diseño seleccionado resultó ser el enviado por un ciudadano de Shanghái. Bajo la dirección del PCCh, estas cuestiones políticas importantes, entre diferentes partidos, se resolvieron a través de las consultas democráticas, sin llegar a peleas o conflictos.

Pregunta: Esto es lo que ocurrió cuando el PCCh construyó una plataforma democrática hace más de 70 años. ¿Cómo entiende y siente hoy el pueblo chino la relajada atmósfera democrática?

Respuesta:  Hablaremos sobre los jóvenes chinos de hoy. Hay una comunidad de Internet llamada Douban, compuesta principalmente por personas de entre 20 y 35 años, que en realidad es una plataforma de opinión para que los jóvenes expresen sus ideas, discutan o se quejen de las experiencias de la vida, obtengan identidad espiritual y consenso de valores.

En la comunidad Douban hay más de 5,000 grupos temáticos diferentes y se llaman a sí mismos “grupos Douban”. Estos se pueden dividir en 27 categorías principales, y cada una con millones de miembros. Los temas discutidos van desde alquilar viviendas, relaciones amorosas y matrimonio, viajes, solicitud de posgrado, peleas, cocina, búsqueda de empleo, moda, mascotas, hasta comprar pasajes con descuento, etc.

En estos “grupos Douban”, los jóvenes no solo aprenden todo tipo de “conocimientos”, sino que también inventan “nuevas ideas”, como explorar y discutir técnicas y maneras para enfrentarse y responder al trato superficial y no sincero de otras personas, los “registradores de recordatorios de sueños”, especializados en registrar todo tipo de sueños, los “grupos de alquiler”, que intercambian experiencias de alquiler y la “federación de mujeres tacañas” que comparten experiencias de ahorro y de administración financiera. Los temas son frescos, prácticos y divertidos. Muchas personas preguntan y consultan a los “amigos de Douban” en el grupo antes de tomar decisiones importantes en la vida, como el divorcio y el cambio de trabajo.

Por supuesto, los miembros de los grupos Douban se quejan de algunas cosas desagradables, pero después de todo, cada vez hay más canales para expresar las demandas personalizadas y luchar por ellas.

Pregunta: Parece que los jóvenes tienen su propia plataforma de opinión en su vida. ¿Qué tiene que ver esto con la democracia? 

Respuesta: Un artículo publicado en el The Sunday Times de Reino Unido el 25 de octubre de 2020, titulado “¿Quién necesita democracia? Los 400 millones de ‘Millennials’ chinos prestan más atención al iPhone”. En el artículo se escribe que cuando ambos lados del debate sobre las elecciones presidenciales de los Estados Unidos hablaron duramente sobre China, la “generación milenial” de China en rápido crecimiento se volvió “más segura y asertiva”. Y muchas personas de esta generación “no parecen estar descontentas con las libertades políticas”.

De hecho, para algunas personas, la carta de la democracia que juega los Estados Unidos es obviamente menos atractiva que la estabilidad aportada por el Partido Comunista Chino. “Un chino de 30 años ha experimentado un aumento de 32 veces del PIB per cápita desde su nacimiento, mientras que un estadounidense de 30 años sólo ha experimentado un aumento de 3 veces.”

El autor de este artículo también citó las opiniones de algunos chinos con que se entrevistó, diciendo: “los chinos están confundidos porque la política electoral estadounidense es caótica y vulgar. En gran medida, esto es una señal de que los chinos sienten que los sistemas democráticos occidentales no son buenos y creen que el sistema estadounidense es defectuoso”. Y los forasteros pueden pensar que a esta generación le han lavado el cerebro. De hecho, no es el caso. “Viajamos y estudiamos en el extranjero para comprender el mundo exterior y sentirnos orgullosos de los logros de nuestro país. Después de experimentar la pandemia, ciertamente pensamos que el sistema chino funciona mejor. Nos sentimos seguros y tranquilos”.

Pregunta: Otra razón por la que los países occidentales tienen una mala impresión del Partido Comunista Chino es que creen que ha copiado completamente las prácticas de la Unión Soviética, ¿Es cierta esta razón?

Respuesta: Cuando se fundó la Nueva China, se aprendió del modelo del sistema soviético, principalmente en términos de cómo gobernar el país. Hay una gran diferencia respecto al sistema de partidos.

El lema de la revolución en la Unión Soviética era eliminar a los ricos y a los capitalistas, pero el Partido Comunista de China no lo adoptó. En la Unión Soviética, además del partido comunista, no había otros partidos políticos ni representantes de la burguesía que participaran en el poder. En el informe sobre el proyecto de constitución de 1936, Stalin declaró sin rodeos que solo podía haber un partido en la Unión Soviética, que debía ser y solo podía ser el Partido Comunista.

China hace exactamente lo contrario. Cuando se fundó la República Popular China, entre los seis vicepresidentes del Gobierno Popular Central, tres eran comunistas y tres eran miembros de otros partidos políticos; entre los cuatro viceprimeros ministros del Consejo de Asuntos Gubernamentales, dos miembros eran de otros partidos políticos, y entre sus 21 miembros, 9 personas no eran comunistas; entre los 105 puestos ministeriales y viceministeriales, 49 puestos estaban ocupados por no comunistas. Las instituciones gubernamentales de cada provincia también tienen composiciones similares.

Pregunta: ¿Cómo desempeñan su papel los “participantes políticos” de los partidos democráticos en las discusiones sobre políticas específicas?

Respuesta: El primer ministro Zhou Enlai dijo lo siguiente en una reunión de alto nivel del Partido celebrado en el día 19 de junio de 1952: en las reuniones de asuntos de estado, a menudo hay representantes de la burguesía que reflejan las ideas de su clase. En ese tipo de reuniones, hay opiniones variadas: las palabras de la burguesía, de los nobles ilustrados y de la de la pequeña burguesía; algunas son correctas y otras no. Al escucharlas, nos inspiramos para la reflexión. El camarada Mao Zedong a menudo decía: es sabio “escuchar de todos los lados, e idiota confiar en uno solo”, y esto es justamente la verdad. Administramos un país tan grande, por lo que debemos prestar atención a diversas opiniones.

En 1956, Mao Zedong dijo a los empresarios y capitalistas burgueses del sector industrial y comercial: “el carácter de nuestro gobierno, que ya conocen, es de discutir y tratar los asuntos junto con el pueblo, con los trabajadores, los campesinos, los capitalistas y los partidos democráticos. Podríamos llamarlo un gobierno consultivo.”

En el sistema político fundamental de China, hay una “piedra angular” llamada “sistema de cooperación multipartidista y consultas democráticas bajo el liderazgo del Partido Comunista de China”. Antes de poner en marcha oficial las principales decisiones de gobernanza y del Partido, se informa y se consulta a los partidos democráticos y a las asociaciones de industria y comercio para pedir sus opiniones.

También existe en China una plataforma política más grande y con mayor autoridad llamada “Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh)”. Desde el gobierno central hasta los distritos, existe esta institución con el mismo nombre. Sus funciones son la consulta política, la supervisión democrática y la participación y deliberación de los asuntos estatales. Quienes participan en ella se denominan miembros de la CCPPCh. Provienen de 34 sectores, incluidos partidos democráticos y asociaciones de industria y comercio, pueblos minoritarios, grupos religiosos y otros sectores.

La CCPPCh de todos los niveles, al igual que el Congreso Popular de diversos niveles, se reúne todos los años y hace numerosas propuestas, que se entregan a las instituciones gubernamentales pertinentes de todos los niveles para su implementación y que se tiene que dar una respuesta posteriormente a los miembros de la CCPPCh acerca de la resolución o en caso de no resolverse indicar cuáles son las razones.

Pregunta: Las elecciones y la votación son los sistemas democráticos más comúnmente practicados. El Occidente no comprende el papel de liderazgo del Partido Comunista Chino en el gobierno unipartidista. ¿Será que obstaculiza las elecciones libres del pueblo?

Respuesta: En China, es cierto que no podemos ver elecciones vigorosas y de vida o muerte como las del Occidente, pero no se puede decir que China carezca de elecciones democráticas y de una política basada en el voto. La elección del Comité Central del Partido Comunista de China, la elección de los líderes del partido y del Estado, la elección de los representantes del pueblo en todos los niveles y las decisiones de las asambleas del pueblo en todos los niveles sobre asuntos importantes y nombramientos importantes de personal se basan en el sistema de votación.

Si queremos ser más serios, la elección de un voto por persona no es tan convincente como se anuncia. Por ejemplo, aunque las elecciones presidenciales de los Estados Unidos se basan en el voto de cada persona, es una elección indirecta realizada por el Colegio Electoral y utilizan una regla en la que el ganador se lo lleva todo, lo que resulta beneficioso para los estados con poblaciones relativamente pequeñas. Como resultado, el partido perdedor puede obtener más votos que el partido ganador. Algunos políticos en los Estados Unidos también consideran que esto no es razonable y creen que si pudiera demolerse y rediseñarse, nunca se adoptaría tal sistema. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo para empezar de nuevo. Una vez establecido e implementado el sistema, a pesar de sus fallas, los estadounidenses todavía piensan que es razonable y no parece importarles si realmente se implementa la intención democrática original de “un voto por persona”.

Lo más importante es que si el pueblo se despierta sólo cuando vota y luego entra en inactividad después de votar, sólo escucha los estridentes eslóganes durante la campaña electoral y no tiene voz y voto después de las elecciones, sólo se le favorece cuando busca votos y queda al margen después de las elecciones, entonces la democracia no es una de verdad.

Un voto por persona no es el único enfoque democrático con legitimidad moral. No puede reemplazar otros enfoques democráticos. Sólo cuando se combina con otros, se puede construir una buena plataforma democrática.

La plataforma democrática construida por la dirección del Partido Comunista de China es democracia electoral más democracia deliberativa. Es decir, antes de que se voten decisiones importantes, se establece un proceso de participación multipartidista y consulta democrática entre todos los sectores de la sociedad. Todos discutieron repetidamente para encontrar el mayor común denominador de las opiniones de toda la sociedad. Esta democracia puede permitir que las decisiones importantes representen los intereses fundamentales y de largo plazo del pueblo. Este es el verdadero significado de la democracia popular.

Además de la democracia electoral y la democracia deliberativa, también existen plataformas para la gestión democrática, la toma de decisiones democrática y la supervisión democrática. Son igualmente importantes y críticos. Si hay democracia durante una elección por votación, pero no hay democracia después, dicha democracia será cuestionable.

Por esta razón, China llama a su democracia “democracia popular de proceso completo”. Lo que significa es que la democracia de proceso, la de resultados y de procedimiento así como la democracia sustantiva, la directa y la indirecta, la democracia popular y la voluntad nacional son coherentes, y es una democracia de cadena completa, integral y de cobertura total.

Los chinos no consideran la democracia como un adorno, sino que la utilizan para resolver problemas que el pueblo necesita resolver y para hacer realidad el poder del pueblo para supervisar al partido gobernante y al gobierno. Que un país sea democrático o no depende de si el pueblo tiene derecho a votar y, lo que es más importante, de si el pueblo tiene derecho a participar ampliamente y de las promesas verbales que haya recibido durante el proceso electoral y sobre todo, en qué medida se han cumplido estas promesas después de las elecciones; también hay que fijar en qué tipo de procedimientos políticos y reglas políticas estipulen el sistema y las leyes, pero también de si estos se implementan de verdad; y también depende de si el poder está realmente sujeto a la supervisión y a las restricciones del pueblo.

El liderazgo del Partido Comunista de China, junto con una plataforma democrática amplia y sólida, puede mejorar la ejecución política, evitar que muchas cosas queden indecisas garantizando su realización cuando tienen que hacer, pueden hacer y deben aprovechar las oportunidades para hacer; evitar que los intereses del país y del pueblo sean manipulados por grupos de intereses especiales; evitar que las principales políticas del país cambien frecuentemente, dificultando la implementación de estrategias de desarrollo a largo plazo.

Redactora: Geng Zhen, doctora y profesora de español en la Universidad Normal de Jiangsu. Revisor: Zhu Lun, profesor distinguido de la Universidad Normal de Jiangsu, investigador del Instituto de Etnología y Antropología de la Academia China de las Ciencias Sociales.

Fuente: OPC /  DeepChina.

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