Celebrado en Granada el primer Encuentro Feminista Andaluz, con la asistencia de cerca de un centenar de colectivos del país
El pasado fin de semana, del 9 y 10 de Febrero, ha tenido lugar en el Teatro Maestro Alonso, el primer Encuentro Feminista Andaluz donde se han dado cita casi un centenar de colectivos feministas andaluces y medio centenar de mujeres autónomas, con un total de más de 300 mujeres del movimiento feminista.
“Este encuentro nace ante la imperiosa necesidad de conocernos y tener una toma de contacto entre todos los colectivos feministas andaluces, para poder consensuar estrategias y líneas organizativas, políticas y comunicativas. No sólo de forma inminente para el 8M si no con mirada larga, que construya un movimiento fuerte, un muro férreo para frenar y combatir las políticas fascistas y machistas de la ultraderecha, como ya demostramos en las calles el 15 de Enero. Porque sabemos que la mejor forma de combatir la injusticia social, las violencias, el racismo, el patriarcado y al capitalismo, es estando unidas y organizadas, y así poder construir ese feminismo con identidad andaluza tan necesario, ya que nuestra comunidad autónoma, por desgracia, encabeza la lista con las cifras más altas de violencia machista y patriarcal” relata Sonia Moreno, miembro de la Asamblea Feminista Unitaria de Granada, colectivo que no sólo ha sido anfitrión del encuentro sino además, parte importante de la organización del mismo.
En el encuentro se dieron cita activistas feministas de renombre, para formar parte de una mesa redonda donde se trataron temas tan importantes como la diversidad sexual, las mujeres racializadas y el antifascismo, las mujeres rurales y la visibilización de la feminización de la pobreza y la precariedad a través de las tareas domésticas, las kellys y los cuidados. Además de contar con vídeos de apoyo a Psicowan y Pamela Palenciano en su lucha contra el acoso sufrido por intentar llevar el feminismo y la eliminación de las violencias a centros educativos.
“Hemos tenido una maravillosa mesa redonda, cargada de diversidad y sabiduría, donde Kim Pérez, activista trans granadina, nos ha hablado de su lucha, de su huelga de hambre y como ha tenido que sufrir la transfobia en su vida cotidiana, día tras día. Las compañeras de Stop Represión y Eloísa Alba, han hablado de las mujeres racializadas y cómo construir políticas antifascistas para frenar a la ultraderecha. Tránsito Habas, nos ha abierto los ojos en todo lo referente a las mujeres en los entornos rurales y la necesidad de que la lucha feminista sea lo más amplia posible y que acoja todas las realidades y diversidades. Virginia Piña nos habló del feminismo andaluz y de la necesidad de acabar con los estereotipos y la andaluzfobia. Y por último, las compañeras de Nosotras, han puesto en el punto de mira la precariedad que sufren en su trabajo diario, mal pagado, abusivo y por supuesto sin contratos, en muchas ocasiones” nos cuenta Transi Fernández, que ha asistido a este encuentro como autónoma y también ha trabajado en la organización.
El encuentro se ha centrado el sábado en trabajar los cuatro ejes de la huelga, donde la participación ha sido intensa y se han consensuado muchos acuerdos programáticos.
“Hemos trabajado muy duro, con muchas ganas, este encuentro lo veníamos demandando desde hace casi un año, pero ningún territorio daba el paso, es gracias a las compañeras de Granada, por su trabajo sin descanso, que hoy podamos estar aquí, debatiendo y consensuando acciones para la Huelga y sacando propuestas claves organizativas y programáticas para el movimiento feminista” comenta Sandra Rojo, del Café Feminista de Huelva.
Como broche final, tras el plenario del domingo, se ha cerrado el encuentro con una lectura del Seguimiento de la lucha de Juana Rivas, un vídeo del movimiento feminista desde su orígenes y una foto “en familia” de todas las asistentes e integrantes del encuentro.
(Fuente: Granada es Noticia)
El encuentro feminista andaluz reúne a más de 200 mujeres para coordinar la huelga general del 8M
Este fin de semana el feminismo ha vertebrado el territorio andaluz, la comunidad más poblada del estado español. La coordinadora ha reunido en Granada este fin de semana a más de 200 mujeres de todas las provincias andaluzas, integradas en colectivos y feministas autónomas, de distintos sectores, de entornos rurales y urbanos.
Esta coordinadora nace de un grupo de wasap que se creo a raiz del 8 de marzo de 2018 para canalizar todas las energías que se habían generado en la huelga. Esta toma de conciencia parte de la necesidad de tener una red articulada desde Andalucía. El Encuentro tiene un doble objetivo, ponerle cuerpo a la coordinadora y alinearnos para aterrizar en el territorio andaluz para trabajar en la recta final hacia la huelga feminista de este 8 de Marzo de 2019.
Tras la bienvenida y la presentación de la Coordinadora Feminista Andaluza, se ha realizado una mesa redonda con el título “Retos del feminismo en Andalucí: transversalidad e interseccionalidad”, en la que seis mujeres han puesto el foco en las distitnas realidades que se viven en nuestra tierra. En la mesa se habló de la represión de los cuerpos y el derecho a la protesta; de los territorios rurales y sus diversidades; del trabajo doméstico y la explotación de las mujeres migrantes; de transexualidad y de prevenir la transfobia en el movimiento feminista; de género y territorialidad y andaluzofobia; y de colonialismo y racismo.
El interés de abrir la jornada con esta mesa ha sido situar las temáticas que se consideran importantes abordar para aterrizar las propuestas y acciones concretas en los grupos de trabajo realizados por la tarde. Para ello, y antes de la puesta en común, se abrió un turno de debate tras la mesa redonda que incidió en una propuesta estrategia: hablar desde las diversidades que atraviesan Andalucía.
En este sentido, las mujeres rurales fueron uno de los temas centrales de los debates que se han desarrollado en esta primera jornada. Tránsito Habas, agricultora ecológica del Valle de los Pedroches (Córdoba) reivindica la necesidad de mayor presencia de feministas en el medio rural, donde están muy estignatizadas y se sienten solas para impulsar el movimiento: “Nos sentimos en territorios aislados, abandonados, y que están en riesgo de convertirse en lugares de ocio, sin vida. Las mujeres principalmente se están yendo porque no hay alternativas que las hagan arraigarse a su territorio sintiendo que son ellas.”
Para poder combatir esto reclamó que: el movimiento feminista nombre a las mujeres rurales, incorpore en sus reivindicaciones que los territorios rurales son también nuestros, del movimiento feminista, y crear alianzas e intervenciones para que la huelga esté en todos los territorios.
Tránsito Habas alertó de que se avecina un riesgo mayor: “En Mayo se espera que llegue el fascismo a los ayuntamientos de nuestros pueblos. Eso es terrible para las mujeres. Estamos en verdadero riesgo de ser más maltratadas aún, tal y como están surgiendo los movimientos reaccionarios que vemos.”
Esta ola de fascismos se viene fraguando en las legislaturas anteriores, cuando se aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana. Marta Mato representante de StopRepresión Granada defendió el derecho a la protesta y la lucha contra la criminalización de los cuerpos. Para conseguirlo proponen “juntarse en la calle para pensar cómo queremos convivir juntas y luchar desde lo local contra la restricción de lo legal”. Desde su colectivo combaten la represión policial y la identificación aleatoria, y en el plano macro la “Ley Mordaza”.
Plantean como estrategia el antipunitivismo y no recurrir al castigo penal, que se basa en valores intrínsecamente patriarcales: la venganza, la individuación de los problemas, los victimarios y el pensamiento binario de buenos y malos.
Este pensamiento binario aparece también en el sistema de género que nos clasifica en hombres y mujeres. Kim Pérez, histórica activista por los derechos de las personas transexuales, trajo a la mesa la necesidad de derribar esa creencia dual porque puede generar brecha dentro del movimiento feminista, como pasa en Estados Unidos. Declaró que “las transexuales somos todas intersexuales, es decir somos unas personas que no somos del todo mujer ni hombre, y esto yo lo puedo decir con toda claridad porque yo sí sé qué soy y como soy”.
La intersexualidad y la condición de intersex están perfectamente estudiadas biológicamente, aunque no se habla tanto de la intersexualidad biográfica que ella destacó. A lo largo de su discurso profundizó en el hecho de que la construcción del concepto mujer, se ha hecho en base a estereotipos que conforman la “mujer social” y que no se corresponde con las mujeres reales, que son todas diferentes entre ellas. “Las mujeres intersexuales somos un caso más de las realidades de la mujer real frente la mujer social”, concluyó Kim Pérez.
Las mujeres migrantes forman parte de esas realidades de las mujeres, aunque se ven invisibilizadas. Este debate fue situado por Roxana Gutiérrez, presidenta de la Asociación Nosotras por los Cuidados y el Hogar, desde donde se articulan para reivindicar derechos laborales para las mujeres empleadas domésticas y de cuidados, que además son, en su mayoría, migrantes. Esta organización comenzó como un espacio de apoyo mutuo e intercambio. Para Roxana Gutiérrez fue un proceso de toma de conciencia de la importancia de su trabajo como empleada doméstica “porque antes sentía vergüenza”.
Constituidas en asociación desde 2017, las demandas de su colectivo son: la ratificación del artículo 166 de la Organización Internacional del Trabajo, que alude a la equiparación de derechos del sector del trabajo doméstico y de cuidados al del resto de sectores, y el fin del trabajo de internas, que para ellas es considerado esclavitud. Esto enlaza con la vindicación del reconocimiento de los derechos de todas las personas inmigrantes. Proponen incorporarlas al movimiento feminista: “nombrarnos y buscar estrategias para que las trabajadoras que no están protegidas por la huelga, porque carecen derechos, se vean protegidas”.
Esto enlaza con la vindicación del reconocimiento de los derechos de todas las personas inmigrantes. Proponen incorporarlas al movimiento feminista: “nombrarnos y buscar estrategias para que las trabajadoras que no están protegidas por la huelga porque carecen derechos, se vean protegidas.
Eloísa Alba, poeta malagueña y profesora del Conservatorio Superior de Música, abordó el feminismo decolonial, atendiendo a la discriminación racial y a las estructuras capitalista y patriarcal. Señaló durante su discurso las conexiones existentes entre todas violencias que se ejercen contra las mujeres.
Por su parte, Virginia Piña Cruz, coordinadora del proyecto “Mujeres Andaluzas que Hacen la Revolución”, expresó que “ser andaluza es también ser mujer de clase, ser racializada”. El proyecto nace en 2017 y tiene el objetivo de combatir los discursos que invisibilizan a las mujeres en la Historia, y también los discursos andaluzofóbicos que estereotipan y limitan. En su opinión, cada vez surgen más proyectos que apuntan en esta dirección “que no es más que la necesidad de visibilizarnos tal y como somos: diversas”.
Por la tarde se retomó la sesión. Se trabajó en cuatro grupos, organizados en torno a los ejes de la huelga: laboral, estudaintil, cuidados y consumo. Las participantes compartieron y debatieron las propuestas de formas de organización y las acciones a desarrollar desde ahora y hasta el 8 de Marzo, que cubran todo el territorio y todos los sectores buscando en todo momento trasladar el mensaje a la sociedad, siendo el cometido del feminismo es tranformar la sociedad en otras más justa.
(Fuente: La Poderío – digital de feminismo andaluz)
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