Cascos Blancos sirios: ¿rescatistas humanitarios o cómplices de Occidente?
El reciente informe de la Unicef, en la que la organización denuncia la muerte de 22 menores y 6 profesores a causa de un bombardeo aéreo en la provincia siria de Idleb, ha vuelto a conmover el mundo mostrando las atrocidades de una guerra que parece no tener fin.
Como también ha puesto en primera plana qué tan fiable podría ser la fuente de tales informes. Esta vez, como en muchas otras ocasiones anteriores, se trata de la organización autodenominada Defensa Civil Siria, bautizada por los grandes medios anglosajones como White Helmets (Cascos Blancos, en inglés), por el color de los cascos que portan. Su página web, nos acerca a la honorable labor que ejercen. Poco menos de 3000 voluntarios día a día arriesgan su vida para socorrer a las víctimas de los bombardeos, buscando posibles sobrevivientes entre los escombros de los edificios.
Por lo general, siempre son los primeros en llegar al lugar de la catástrofe, portando múltiples cámaras para atestiguar las realmente horribles consecuencias de la guerra. Entre las imágenes más expandidas ‘destacan’ aquellas que muestran en primera plana, como la de sus miembros portando en sus brazos a los menores salvados. Gracias a su labor audiovisual y con ayuda de los grandes medios de información, esta organización rápidamente ganó popularidad entre el público común occidental.
El gigante de streaming Netflix, recientemente lanzó un documental que pretende hacer llegar al espectador la heroica imagen de estos altruistas. Y así sería, de no ser por los alarmantes informes que provienen de diferentes medios, cuya insaciable curiosidad les han hecho indagar desde adentro los entresijos de esta organización, revelando los intereses reales de la misma.
A pesar de que su nombre indica estar destinada a realizar labores en Siria, la organización fue fundada en Estambul, Turquía, en marzo de 2013. Ahí se establecieron campos en los cuales los futuros rescatistas reciben entrenamiento. Desde el principio el programa era dirigido por James Le Mesurier, un ex-oficial del ejército británico que para ese entonces trabajaba para una consultora de seguridad privada en Emiratos Árabes Unidos.
Graduado de la Real Academia Militar de Sandhurst, Le Mesurier ocupó en el pasado puestos de alto nivel en Ministerio de Exterior británico, la Unión Europea e incluso en las Naciones Unidas. Esta figura muestra una trayectoria bélica impresionante, entre las que destacan algunas de las intervenciones más dudosas de la OTAN, incluyendo Bosnia, Kosovo, así como Irak, Líbano y Palestina.
Entre los principales directivos de la organización hoy día sobresalen Abdu Rahman y Raed Saleh. Este último, deportado al arribar a Estados Unidos en abril de 2016, porque su nombre se encontraba en la lista de personas con “conexiones con grupos extremistas”, algo que Abdu Rahman más tarde tachó de “error técnico que ya ha sido subsanado”.
Ya en septiembre de 2016, a Raed Saleh se le permitió ingresar a Nueva York en donde se reunió con el secretario de Estado, John Kerry, en el marco de su visita a la sede de las Naciones Unidas.
La organización, que dice actuar de manera “neutral, imparcial y para todos los sirios”, ejerce su labor humanitaria exclusivamente en zonas ocupadas por las fuerzas insurgentes, entre las cuales figuran el ex Frente Al Nusra y el autodenominado Estado Islámico —organizaciones catalogadas de terroristas por la ONU que iniciaron su labor como filiales de Al Qaeda—, además de estar vinculados a otros grupos clasificados de ‘moderados’, como Ahrar al Sham o Nour Al Din Zenki. Esta última tristemente ‘célebre’ por publicar el video en el que sus combatientes decapitan con cuchillo a un niño palestino.
Entrenados en Turquía y Jordania, los voluntarios de Cascos Blancos han sido en numerosas ocasiones captados celebrando junto con combatientes de grupos radicales e, incluso, presenciando las prácticas de tortura y ejecución contra los militares gubernamentales sirios. Famosos por la constante divulgación en internet de videos e imágenes de sus actividades por parte de ellos mismos, los integrantes de Cascos Blancos han sido descubiertos en varias ocasiones por publicar imágenes que, en realidad, no corresponden a las acusaciones que lanzan.
En verano de 2016, la periodista Vanessa Beeley pasó un mes viajando por diferentes gobernanzas Sirias, incluyendo Alepo, como miembro del Consejo para la Paz de EEUU. Después de varios meses investigando a esta organización, la reportera dice haberse asegurado de que se trata en realidad de una obra de Estados Unidos y la Oficina de Asuntos Exteriores del Reino Unido, por las que son financiados y equipados, y cuya misión no es otra que promover una clara agenda geopolítica en la región.
“Los Cascos Blancos dicen ser neutrales y ‘no alineados’, sin embargo, ejercen presión para una intervención activa de Estados Unidos o la OTAN, incluyendo la imposición de una zona de exclusión aérea, que viola la soberanía de Siria. Esto es una violación directa de los principios fundamentales que sustentan el auténtico trabajo humanitario”, dice Vanessa Beeley.
Los Cascos Blancos están registrados como una ONG (Organización no Gubernamental), pero, según indica la investigadora, sus principales fuentes de financiación resultan provenir de gobiernos como el de Estados Unidos (con $23 millones), el Foreign Office británico ($65 millones), Alemania ($7,87 millones) o el Reino de los Países Bajos ($4,5 millones), entre otros, la mayoría países de la OTAN.
Occidente ignora a las víctimas infantiles de Alepo Además de los gobiernos, desde 2016, la organización ha incorporado nuevas fuentes de financiación, como Chemonics International, una organización privada estadounidense de desarrollo internacional y uno de los principales contratistas de USAID.
En uno de los informes de USAID de julio de 2015, se especifica claramente que más de $16 millones fueron suministrados en asistencia a los Cascos Blancos. Todo el apoyo externo a la organización es canalizado a través de la fundación Mayday Rescue, registrada en Países Bajos por el propio James Le Mesurier, el ya mencionado ex – oficial del ejército británico.
A pesar de establecer su sede oficial en la ciudad de Ámsterdam, cuenta con oficinas operacionales en Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Jordania. Respecto al mencionado apoyo mediático de Netflix, la periodista revelaba como dato curioso: uno de los principales accionistas de Netflix es la Capital Research Global Investors, compañía que a su vez comparte fondos de gigantes de la industria militar como Lockheed Martin o Boeing. Por si fuera poco, el nombre del magnate George Soros también se vio involucrado con una compra de 317,534 acciones de Netflix en 2015, por una suma de $32,79 millones, de las que se deshizo a mediados de septiembre.
Los héroes detrás de las cámaras los Cascos Blancos no están afiliados a la Organización Internacional de Protección Civil (OIPC). Tampoco encontrará en los contactos de su página web un número de teléfono centralizado para llamarlos en caso de necesidad, aunque sí publican un correo especial para que los medios de información puedan consultarlos.
La sección de preguntas frecuentes (F.A.Q.) lo único que muestra es una serie de textos genéricos en latín, incluyendo la versión web en árabe. Mientras tanto, del otro lado del frente, los ciudadanos día a día marcan el ‘113’ en caso de una verdadera necesidad, para recibir ayuda de la organización “Fuerzas de Defensa Civil Sirias”, que si es miembro pleno de la OIPC desde 1972. Sus trabajadores nunca serán héroes de los reportajes en medios occidentales, ni les serán dedicados documentales, ya que trabajan sin cámaras, sin promoción, no cuentan con la ayuda financiera de gobiernos externos, no promueven sus intereses, ni usan imágenes de los niños —los más inocentes rehenes del conflicto— para hacer de su deber una campaña propagandística.
(Fuente: Resumen Latinoamericano)
- La CEDEAO rechaza plan de transición de Níger / Argelia impide a Francia sobrevolar su territorio para atacar Níger - 22/08/2023
- La marcha a pie de pensionistas andaluces a Madrid, que partió desde Rota el 21, llegó el pasado domingo 29 a la capital cordobesa - 30/09/2019
- Los partidos del gobierno de la Junta dan largas a la exhumación de Queipo. Para el PP no es prioridad, Cs escurre el bulto y Voxen contra - 30/09/2019
Síguenos en nuestras redes sociales: