Sólo unos meses antes de su fallecimiento pronunciaría el que a la postre sería su último discurso público, ante el Comité Central de Partido Comunista Cubano:
“Constituye un esfuerzo sobrehumano dirigir cualquier pueblo en tiempos de crisis. Sin ellos, los cambios serían imposibles. En una reunión como esta, en la que se congregan más de mil representantes escogidos por el propio pueblo revolucionario, que en ellos delegó su autoridad, significa para todos el honor más grande que han recibido en la vida, a este se suma el privilegio de ser revolucionario que es fruto de nuestra propia conciencia.
¿Por qué me hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? Esa palabra que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo, el talento y la energía humana. Desde cuándo el hombre vive en ese dilema, a lo largo del tiempo sin límite. Sé que ustedes no necesitan esta explicación pero sí tal vez algunos oyentes.
Simplemente hablo para que se comprenda mejor que no soy ignorante, extremista, ni ciego, ni adquirí mi ideología por mi propia cuenta estudiando economía.
No tuve preceptor cuando era un estudiante de leyes y ciencias políticas, en las que aquella tiene un gran peso. Desde luego que entonces tenía alrededor de 20 años y era aficionado al deporte y a escalar montañas. Sin preceptor que me ayudara en el estudio del marxismo-leninismo; no era más que un teórico y, desde luego, tenía una confianza total en la Unión Soviética. La obra de Lenin ultrajada tras 70 años de Revolución. ¡Que lección histórica! Se puede afirmar que no deberán transcurrir otros 70 años para que ocurra otro acontecimiento como la Revolución Rusa, para que la humanidad tenga otro ejemplo de una grandiosa Revolución Social que significó un enorme paso en la lucha contra el colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo.
Quizás, sin embargo, el peligro mayor que hoy se cierne sobre la tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre.
Desaparecería la especie como desaparecieron los dinosaurios, tal vez habría tiempo para nuevas formas de vida inteligente o tal vez el calor del sol crezca hasta fundir todos los planetas del sistema solar y sus satélites, como gran número de científicos reconocen. De ser ciertas las teorías de varios de ellos, las cuales los legos no ignoramos, el hombre práctico debe conocer más y adaptarse a la realidad. Si la especie sobrevive un espacio de tiempo mucho mayor las futuras generaciones conocerán mucho más que nosotros, aunque primero tendrán que resolver un gran problema. ¿Cómo alimentar los miles de millones de seres humanos cuyas realidades chocarían irremisiblemente con los límites de agua potable y recursos naturales que necesitan?
Algunos o tal vez muchos de ustedes se pregunten dónde está la política en este discurso. Créanme que me apena decirlo, pero la política está aquí en estas moderadas palabras.
Ojalá muchos seres humanos nos preocupemos por estas realidades y no sigamos como en los tiempos de Adán y Eva comiendo manzanas prohibidas. ¿Quién va a alimentar a los pueblos sedientos de África sin tecnología a su alcance, ni lluvias, ni embalses, ni más depósitos subterráneos que los cubiertos por arenas? Veremos que dicen los gobiernos que casi en su totalidad suscribieron los compromisos climáticos.
Hay que martillar constantemente sobre estos temas y no quiero extenderme más allá de lo imprescindible.
Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá. Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos sometidos a consulta por el Congreso y agradezco la invitación y el honor de escucharme.
Los felicito a todos, y en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo.
Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible”.
En el contexto de la guerra civil, en noviembre de 1936 los sindicatos CNT y UGT de Málaga firmaron un pacto en el que -entre otras medidas- reclamaban para Andalucía su “derecho a la autodeterminación fundando órganos propios para gobernarse libremente”. Reproducimos el pacto al completo:
“A todos nuestros afiliados. Al pueblo trabajador en general.
Después de aplastado el fascismo de forma viril el mismo día que intentó arrebatar al pueblo sus libertades para sumirlo en la tiranía más espantosa, esta Federación Local de Sindicatos Únicos, representación de la CNT de Málaga, que desde el primer momento lo dio todo por la libertad del pueblo ibérico comprendió que, si bien habíamos vencido a la reacción con las armas en la mano, nos quedaba otro enemigo por vencer, mucho más fuerte y temible que el fascismo y en el que confiaba la reacción para el logro de sus fines, este enemigo era la DESCONFIANZA de los trabajadores que se encontraban enrolados en una central sindical contra sus hermanos de la otra central sindical.
Comprendiéndolo así, los hombres que en los cargos de responsabilidad actúan dentro de la CNT, desde el primer momento encaminaron sus actividades, su buena voluntad a conseguir que todos los trabajadores de Málaga, sin distinción de ideologías se unieran en un apretado haz que fuera el dique de contención dónde se estrellaran todas las actividades del fascismo criminal.
Producto de esta labor llevada a cabo conjuntamente con nuestros hermanos de la UGT, en los cuales encontramos siempre todas las facilidades, todo el deseo y toda la buena voluntad de los hombres revolucionarios, es el presente PACTO
PACTO firmado en Málaga, con esta fecha, por la Federación Local de Sindicatos Únicos (CNT) y la Federación Local de la Unión General de Trabajadores (UGT).
1º. Estamos de acuerdo con una completa libertad de SINDICACIÓN para que la clase trabajadora pueda asociarse en las dos Centrales Sindicales existentes con arreglo a su ideología.
2º. Para cumplir todas las decisiones que emanan de este compromiso, aportaremos todas nuestras influencias y fuerzas orgánicas. Los Sindicatos se coordinaran en toda ocasión para la realización de estos acuerdos.
3º. Estamos de acuerdo que haya libertad de propaganda política y sindical entre todos los componentes del conjunto de las fuerzas antifascistas. Al hacer la crítica o exposición de las ideas nos comprometemos al mutuo respeto que como trabajadores nos merecemos.
4º. Declaramos que es necesaria una acción de conjunto entre las Organizaciones obreras, para que, de completo acuerdo con todas las fuerzas antifascistas, puedan articular el trabajo, es decir, atiendan al respeto de la Organización de las industrias de guerra, Defensa y obligatoriedad del trabajo para todos.
5º. Teniendo en cuenta las realizaciones llevadas a la practica en orden a la Colectivización de las industrias y las tierras por los propios trabajadores, realizaciones encauzadas en parte por las Organizaciones Sindicales, declaramos que es necesario crear un Consejo de Economía que comprenda la provincia de Málaga y atienda a establecerse en toda la Región, para que dé cauce normal a todas las actividades económicas de la clase trabajadora y de los elementos antifascistas que integran estas dos Sindicales.
6º. En líneas generales estamos de acuerdo en que la Socialización de los medios de producción deben hacerse aparte del encauzamiento que le dé el Consejo de Economía, con expropiación sin indemnización de los grandes capitalistas en beneficio de la Colectividad. Por necesidades de guerra puede colectivizarse todo. Entendemos debe respetarse la propiedad de las pequeñas industrias, excepto la de los facciosos. En caso de que se colectivizaran las pequeñas industrias por imperativos de guerra, se indemnizaran o compensaran a los expropiados.
7º. Caso de expropiación de industrias pertenecientes a extranjeros, el Gobierno dará normas a seguir.
8º. Entendemos debe municipalizarse la vivienda en general, exceptuando la pequeña propiedad urbana e igualmente aquellos servicios públicos susceptibles de ser socializados.
9º. Estamos conformes en declarar que las tierras deben ser socializadas, sin embargo debe respetarse la pequeña propiedad o el derecho a trabajar individualmente, si no se está dispuesto a hacerlo en Colectividad. Las operaciones de venta y adquisición de productos se llevarán a cabo por medio de los sindicatos, cooperativas u órganos creados por el Consejo de Economía.
10º. Estamos de acuerdo en que es necesario ir a la destitución de los actuales Ayuntamientos por no representar a todas las fuerzas antifascistas.
11º. Estamos de acuerdo en ir a la constitución de los nuevos Ayuntamientos bajo las mismas características que en Cataluña, en que están representadas las fuerzas antifascistas en forma proporcional.
12º. Para llevar a término esta labor, se necesita una comprensión suma entre los órganos económicos del Estado y la Provincia.
13º. Declaramos que estamos dispuestos a realizar el máximo esfuerzo para contribuir a la victoria de la guerra, deseando el Mando Único que coordine el esfuerzo de todas las unidades combatientes. Es decir, la creación de las Milicias Únicas, que sean el Ejército del Pueblo con una disciplina y una obligatoriedad para todos.
14º. Estimamos que debe llegarse a una acción de conjunto para liquidar de una vez para siempre los actos nocivos de los grupos incontrolables, que, por mala fe o incomprensión de los momentos graves que vivimos, ponen en peligro la realización de estos fines eminentemente nobles que desean realizar todas las organizaciones que suscriben este compromiso.
15º. Las organizaciones abajo firmantes estiman debe concederse a nuestra Región el derecho de autodeterminación fundando los órganos propios para gobernarse libremente dentro de la Constitución, al igual que y en el concierto de las otras regiones hermanas de Iberia.
16º. Los comités laborales dentro de la jurisdicción provincial, deberán inspirar sus actos en las actuales resoluciones.
17º. Contraemos el compromiso forma de cumplir los acuerdos y decisiones del Gobierno, como representación de todas las fuerzas antifascistas, aportando todas nuestras influencias y aparato orgánico al efecto.
Málaga, a 28 de Noviembre de 1936
Federación Local de la CNT – Federación Local de la UGT
Las organizaciones específicas de acuerdo con este pacto lo firman también: Federación Anarquista Ibérica (FAI) – Partido Socialista (PSOE) – Partido Comunista (PCE).
Hoy ante la unión establecida en pacto mutuo entre las organizaciones de la CNT y la UGT, podemos afirmar que los trabajadores malagueñas forman un baluarte inexpugnable en cuyas trincheras caerán todos aquellos que intentar ir contra sus deseos de renovación económica y social.
Es admirable la comprensión que viene a crear esta unión sagrada, tan necesaria en todos los momentos, en todos los tiempos y hoy indispensable para vencer al fascismo y a la gran burguesía, su aliada y el militarismo reaccionario, agente ejecutor de los malvados instintos de la plutocracia y de toda la ralea de la clericalla confabulada con el fascismo y demás reacción.
Ya la victoria está en manos de los obreros. Con esta unión la retaguardia rendirá el máximo de fruto para bien de los que en el frente forman el valladar donde se estrellan los malvados de la sociedad capitalista.
Por encima de montones de cadáveres tendrían que pasar las hordas fascistas para conquistar esta tierra de libertad. Montones de cadáveres, repetimos, tendría que franquear aquellos que quisieran arrebatar las posiciones conquistadas bajo el símbolo de la unión sagrada que se estableció en el fragor de la lucha, ante el estampido del cañón y el tableteo de las ametralladoras, en esa fecha memorable del 18 de Julio en que murió el fascismo en Málaga y hoy Málaga con la unión de los trabajadores, serán lo que hundirán la reacción para siempre en la Historia.
Trabajadores malagueños. Este pacto mutuo será el faro que irradiará la luz de la libertad y del progreso por todos los ámbitos de España y traspasará sus mares y sus fronteras para llevar también los beneficios de la libertad y del progreso a sus otros hermanos de explotación que gimen bajo la tiranía inicua del fascismo, de la gran burguesía.
Obreros, campesinos, industriales, técnicos de todas las especialidades. Desde este momento a ninguno de nosotros nada nos divide, nada nos separa; aquellas divergencias que pudieron un día ser obstáculo a unos o a otros han desaparecido para siempre para dar lugar, bajo el sentido de la comprensión mutua, a la unión fraternal de todos los que producen para conquistar ese soñado mundo de Paz, Amor y Libertad.
Federación Local de Sindicatos Únicos de Málaga. CNT – AIT.”
Fuente: Antonio Nadal, “Andalucismo y clase obrera. Alternativas para la región andaluza de partidos y sindicatos obreros. Málaga, Noviembre de 1936”, revista Nación Andaluza, nº 1, Granada, 1983.
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