
Las movilizaciones conmemoran un hecho histórico en la lucha por la conquista de derechos de las personas LGBT. La madrugada del 28 de junio de 1969, la Policía de Nueva York ingresó a Stonewall Inn, un bar ubicado en la calle Christopher del barrio Greenwich Village, para realizar una razzia, utilizando como pretexto que el establecimiento –que pertenecía a la mafia– no contaba con un permiso para vender bebidas alcohólicas. Stonewall era uno de los pocos bares de la ciudad que permitía el ingreso de personas LGBT en un momento en el que el gobierno norteamericano condenaba abiertamente la homosexualidad: personas gays eran arrestadas y humilladas públicamente, se las expulsaba de las universidades e incluso la homosexualidad estaba catalogada como un trastorno sociopático de la personalidad por la Asociación Americana de Psiquiatría.
“Era un lugar seguro para nosotros. Cuando entrabas a Stonewall podías agarrar de la mano (a personas del mismo sexo), podías besarte y, lo más importante, podías bailar”, contó a The New York Times Mark Segal, quien en ese entonces tenía dieciocho años y estuvo esa noche en el bar. Las razzias en los bares gays eran habituales, pero esa vez los asistentes del bar se resistieron a los arrestos. “El dolor, el enojo, la frustración, la humillación, el acoso constante y la molestia que causaban (los policías) en nuestras vidas, ese fue el momento para desquitarnos. No tenías que lastimar a un policía, sólo tenías que gritar”, recordó Martin Boyce, otro testigo de lo que pasó en junio del ‘69.
El enfrentamiento con la policía y los disturbios duraron días. “Hagamos una marcha a plena luz del día, una marcha del orgullo”, sugirió Martha Shelley, activista e integrante de Daughters of Bilitis, la primera organización de defensa de los derechos de las lesbianas en Estados Unidos. Un mes después de la represión en Stonewall, se organizó una marcha desde Washington Square hasta el bar. “Entre quienes participamos surgió una sensación de alivio y libertad que nos afectó para siempre”, describió Shelley, que hoy tiene 75 años.
El domingo, Shelley se reencontrará con otras personas que estuvieron el 28 de junio del ‘69 y hará un discurso en el acto en Central Park. “Ahora, con Trump, esas conquistas se han visto amenazadas y estamos retrocediendo. Le diré a los jóvenes que salgan a la calle a pelear por todas ellas y por el planeta, que si desaparece, no habrá derecho que valga”, adelantó la activista.
El 28 de junio de 1970 se conmemoró lo sucedido en Stonewall, entonces llamado “día de la liberación de Christopher Street”, con una multitudinaria movilización que culminó en Central Park. Hoy en Christopher Park, justo frente a Stonewall, hay una escultura realizada por el artista George Segal en honor a las personas que idearon esa marcha.

Para más información ver en la sección Memoria Andaluza el artículo: “28 de Junio de 1861: Levantamiento campesino de Loja”.



Cantón de Sevilla reprimido por el General Pavía en 1873. El documento muestra a varios militares que presencian a varios sevillanos muertos en la barricada, con un tonel lleno de fusiles y una bandera que dice «Pena de Muerte al Ladrón». Posiblemente esa bandera sea para resaltar por parte del autor la medida más polémica tomada por el cantón.
El 30 de junio de 1873, el ala izquierda de los federales sevillanos, conocidos como federalistas socialistas o “intransigentes”, con la ayuda de compañeros procedentes de Málaga y Córdoba, se apoderan del Ayuntamiento, constituyen una “Junta Republicana Democrática Federal” y proclaman la República Social. Dos días después serán derrotados por las tropas gubernamentales del republicanismo español. Pero su actuación marcaría el inicio de la revolución cantonalista andaluza que, a lo largo de las primeras semanas de julio, iría constituyendo cantones libres, a semejanza de la Comuna de París, en todas las capitales y en decenas de otras poblaciones andaluzas, enarbolando la bandera roja de la liberación social. El 21 de julio los cantonalistas proclamarían solemnemente la independencia de Andalucía y el Estado Libre Andaluz en las estribaciones de Despeñaperros, frontera natural de nuestra tierra.

Los esclavos fueron desembarcados en el puerto de New Haven, Connecticut. El oficial al mando del barco, el teniente Thomas R. Gedney, reclamó la propiedad del Amistad y su carga. Se inició así un largo y complejo proceso jurídico, ya que la Corona española exigió la devolución de lo que consideraba propiedad suya, a la vez que se acusaba d
En 1840, el tribunal federal declaró que los africanos habían sido secuestrados de su hogar, en la actual Sierra Leona, y transportados ilegalmente, por lo que actuaron en defensa propia. La absolución de los amotinados, tras ser considerados como víctimas de secuestro y no como mercancías, será una importante victoria para el abolicionismo en América.



A través del texto de Independencia, Venezuela estableció los principios de igualdad de sus habitantes, la abolición de la censura y la libertad de expresión.
Dicha Acta consagró el principio constitucional y se opuso radicalmente a las prácticas políticas, culturales y sociales que habían sido impuestas durante los trescientos años que había durado el régimen colonial en la América.
Hasta el 5 de julio de 1811 la máxima e indiscutible autoridad de Venezuela fue el Rey de España, a quien los lacayos locales obedecían, juraron lealtad y respeto.
Las siete de las provincias argumentaron su acción señalando lo funesto que significaba el hecho que, una pequeña Nación de Europa gobernara las grandes extensiones de América.
A pesar de la Declaración de Independencia ese 5 de julio de 1811, la liberación definitiva se logró en el campo de batalla desde ese año hasta 1823, período en el que los republicanos enfrentaron y derrotaron al Ejercito español.
Entre las múltiples batallas y campañas independentistas, destaca la del 24 de junio de 1821, la Batalla de Carabobo, cuando el Ejército republicano al mando del Libertador Simón Bolívar logra vencer al Ejército español, que se retiró ante el ímpetu y voluntad independentista de los venezolanos.
Dos años después, el 24 de julio de 1823 se libra la Batalla naval del Lago de Maracaibo, que enfrentó a las escuadras del Almirante José Prudencio Padilla y las del Comandante Español Laborde, quien tras un intenso combate por parte de los patriotas criollos, capituló y emprendió la huida.
Con la Independencia de Venezuela, aumentó en América del Sur el fervor independentista: Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia fueron luego liberadas del dominio español, bajo el liderazgo militar y político de Simón Bolívar.
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