





Este intento revolucionario republicano se produjo entre el 24 de abril y el 29 de abril de 1916, cuando parte de los Voluntarios Irlandeses (brazo armado de la Hermandad Republicana Irlandesa o IRB) encabezados por el maestro y abogado Patrick Pearse, así como el reducido Ejército Ciudadano Irlandés del líder independentista James Connolly, tomaron posiciones clave de la ciudad de Dublín y proclamaron la República Irlandesa.
El acontecimiento suele interpretarse como el momento clave del proceso de independencia irlandés, aunque también marcó la división entre el republicanismo por un lado y el nacionalismo irlandés por otro, que hasta el momento había aceptado la promesa de una autonomía limitada bajo la Corona británica, plasmada en la tercera Ley de gobierno autónomo (o Home Rule), que había sido aprobada en 1914 y suspendida debido al estallido de la Primera Guerra Mundial.
La rebelión fue reprimida después de seis días de enfrentamientos, aunque se la considera exitosa por conseguir elevar al primer plano la cuestión de la independencia de Irlanda, que años más tarde se materializaría. Miles de patriotas irlandeses fueron detenidos y encarcelados. Cientos murieron durante los combates. Posteriormente 15 cabecillas del movimiento fueron fusilados por los imperialistas ingleses, entre ellos el líder independentista y socialista James Connolly, dirigente de la facción obrera y revolucionaria de los republicanos llamada Ejército Ciudadano Irlandés.



Die Ruinen von Guernica
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El 28 de abril Cerdeña /Sardegna conmemora su día nacional en recuerdo de la revuelta que el 28 de abril de 1794 logró la expulsión -e incluso ejecución- de los oficiales piamonteses durante unos días de la capital Cagliari.
Entonces Cerdeña formaba parte del llamado «reino de Cerdeña» que comprendía la actual isla de Cerdeña y el reino de Piamonte, controlado por los reyes piamonteses. La invasión francesa del Piamonte en 1792 y 1793 motivó que el pueblo sardo le presentara al rey piamontés un memorial reivindicando más autonomía. Como este lo rechazó el 28 de abril de 1794 (Sa die de sa Sardigna), los sardos se rebelan contra el gobierno piamontés. Comienzan los días de s’aciapa (la caza de piamonteses aún en la ciudad). Los 514 funcionarios del Piamonte, incluido el virrey Vincenzo Balbiano, fueron capturados y expulsados de la isla. El ejemplo fue seguido por otras ciudades y la revuelta se extendió por toda Cerdeña. La isla quedó gobernada provisionalmente por la Real Audiencia.
A pesar de que en ningún momento se proclamó la independencia de Cerdeña, muchos historiadores han considerado este momento como el nacimiento del nacionalismo sardo moderno. En esta revuelta se compuso el himno nacional sardo de Frantziscu Ignàtziu Mannu, Su patriotu sardu a sos feudatàrios. El sentimiento nacional sardo aumentó desde el 1847, cuando fueron abolidos los últimos vestigios de autonomía sarda.
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