La masacre de Zemla se produjo como consecuencia de un Levantamiento en Zemla(El Aaiún) el 17 de junio de 1970. Entre 2 y 11 personas fueron asesinadas por las fuerzas de la Legión española en el Sahara Occidental.
Los líderes de la organización secreta denominada Harakat Tahrir convocaron a una manifestación para leer una petición de objetivos en respuesta a la ocupación española del Sahara Occidental. Las peticiones eran muy claras: aceptación del derecho a la independencia, ayuda de la administración española para lograr una transición pacífica mientras se llevara a fin, acabar con los privilegios de determinados chiuj (jefes de tribu), mejoras sociales para toda la población nativa y reconocimiento del movimiento recién creado como interlocutor de las negociaciones. El 17 de junio de 1970, esta petición fue leída al gobernador general español de la colonia, general José María Pérez de Lema y Tejero, pacíficamente.
Después de que la manifestación se dispersó por órdenes del gobernador general español, la policía se trasladó para arrestar a los líderes del Harakat Tahrir. Los manifestantes respondieron a las acciones de la policía arrojando piedras a la policía. Las autoridades españolas llamaron a la Legión extranjera española que abrió fuego contra los manifestantes, matando al menos a once personas.
En los días posteriores al incidente, las fuerzas de seguridad españolas persiguieron al fundador del Harakat Tahrir Mohamed Sidi Brahim Basir y otros activistas del Harakat Tahrir. La noche del 17 de junio de 1970 Bassiri fue detenido por la policía española, interrogado y torturado en la cárcel, según pudieron relatar las últimas personas que lo vieron con vida. Desde entonces, no hay noticias suyas.

Imagen de Mohamed Sidi Brahim Basir, fundador del Harakat Tahrir, en su detención. Desde entonces se desconoce su paradero.
El levantamiento de Zemla condujo al final de la organización Harakat Tahrir. Cientos de sus partidarios fueron arrestados, mientras que otros manifestantes fueron deportados del Sahara Occidental. La supresión de la manifestación de Zemla empujó al movimiento anticolonial saharaui a abrazar la lucha armada. La organización nacionalista militante Frente Polisario se formó tres años después.

El 19 de junio es el Día Internacional de los Presos Revolucionarios como Patxi Ruiz, George Abdallah, Mumia Abu Jamal, Léonard Peltier , Ahmad Saadat, Salah Hamouri, Ahed, Nadia Lioce, Musa Asoglu y otros much@s prisioner@s revolucionari@s.
Un 20 de junio de 1978 el cantaor flamenco Luis Marín es asesinado en Madrid por un coche que lo atropella a toda velocidad, en el que viajaban varias personas con indumentaria militar. Luis Marín se destacó por vincular su actividad como cantaor al compromiso político revolucionario.
Luis Marín nació en Ronda en 1948. Muy joven, como tantos andaluces, tuvo que emigrar a Madrid con diecisiete años. Vivió en el barrio de Vallecas –en el Pozo del Tío Raimundo– y murió muy joven, en 1978, como consecuencia de un «inexplicable» accidente de tráfico en el madrileño paseo de Calvo Sotelo, cuando regresaba de visitar una exposición de Joan Miró cercana al lugar del suceso.
Musicalmente perteneció a lo que podría calificarse como el flamenco crítico y reivindicativo, Durante su corta trayectoria como creador grabó dos discos que no deberían perderse en el olvido, puesto que son dos interesantísimas crónicas cantadas de nuestra historia más reciente, y, en particular, de la historia de Andalucía.
Luis, poco antes de su muerte, realizó las siguientes declaraciones a la Revista «Triunfo» que fueron recogidas por Francisco López Barrios en un artículo titulado «Luis Marín: El anarquista andaluz».
«Empecé a cantar –recordaba Luis– desde pequeño, yo creo que un poco influido por el ambiente familiar y de la tierra; ya sabes que en Andalucía existe a niveles populares como una especie de facilidad para la música y el ritmo.
A los diecisiete años, desde Morón, a donde tenía que ir a vivir con mi madre, mientras que mi padre se venía a Vallecas para intentar mejorar nuestra situación económica. Fue así como me tocó. o nos tocó, reunirnos a toda la familia aquí, en el Pozo.
Los problemas de desarrollo, los problemas de adaptación, el ver una realidad urbana y proletaria tan absolutamente dramática aceleraron mi toma de conciencia. Cantar se convirtió en algo lleno de contenido, algo que me podía servir como herramienta o como vehículo de expresión de todos estos problemas que yo veía a mi alrededor.
Por fin, pude grabar mi primer disco «Cantata de Andalucía», en 1976, aunque apenas si tuve repercusión, porque me lo prohibieron en radio, etcétera.»
La Cantata de Andalucía de Luis Marín fue publicada en el sello «Gong», de Movieplay, producida por Gonzalo García Pelayo. Dicha cantata fue escrita por Andrés Sorel –que también participó en las partes narrativas del disco– e incluye versos de Rafael Alberti, Miguel Hernández, Carlos Álvarez o Bertolt Brecht. Por su parte Luis le puso música, interpretándola acompañado a la guitarra por Perico el del Lunar.
En 1977 Luis grabó su segundo LP muy en la línea del anterior. Fue la obra titulada: El anarquismo andaluz publicada también por Movieplay formando parte de una histórica colección discográfica llamada genéricamente «Nuestra Palabra».

Recortes de prensa a propósito de su segundo disco «El anarquismo andaluz»(1977) y su asesinato.
Sobre él, decía un amigo personal de Luis en el blog El Barrio de la Trinia:
El compromiso de Luis Marín (1948-1978)
Hola, fuí muy amigo de Luís Marín, pues coincidimos los dos en los 60 en Madrid (Él de Ronda y yo de Jaén) estudiamos juntos en la Escuela Raimundo Peñafor (Iglesia del Cura LLanos) en el Pozo del tío Raimundo.(Estudiamos Auxiliar Administrativo) Hablar de él, me pone la piel de gallina, pues aunque no coincidiamos en las ideas políticas, era una persona rica en bondad y amigo de los amigos. Era una persona que participaba siempre que solicitaban su presencia con su cante en cuantos actos de protesta fueran necesarios y la mayoría de las veces tenía que salir de los locales huyendo por la puerta falsa, debido a la presencia de la “Social” (Policía secreta)
Luís era una persona muy inteligente y el Padre Llanos lo sabía, y viendo que debido a su estatus social, no iba a poder cursar otros estudios que los realizados en su escuela, le proporcionó residencia con los Jesuitas en Plaza Castilla y desde allí se desplazaba a su trabajo (Conservas El Triunfo) y también a la Facultad de Derecho y de Medicina, pues cursaba las dos carreras que fueron truncadas por su muerte, muerte que en aquellos momentos y aún hoy pensamos que no fue un atropello y sí algo peor. (Se comentaba que podría haber sido con un bate de béisbol o algo parecido).
Lo acompañamos una gran multitud, pues era muy querido por mucha gente. Tengo mucho que hablar de él pero se que no es posible aquí. Lo recuerdo constantemente y también recuerdo a su Ronda querida, pues en vacaciones nos fuimos unos días con su familia. (Comentario Anónimo en el Barrio de la Triniá).
En estos dos enlaces se puede disfrutar de playlist de los discos que grabó El anarquismo andaluz y Cantata de Andalucía:
Fuentes: SGAE / El Barrio de la Triniá / CGT-Valencia


A partir de esa fecha, se comenzó a celebrar todos los años el aniversario de la fundación, siempre con un sentido patriótico y de exacerbación nacional de la cultura francófila. Poco a poco, la celebración se fue extendiendo y popularizando, hasta que en 1843, en Montreal, se realizó por primera vez un desfile de calle, alcanzando así la tradición una dimensión popular e institucional que dio origen a lo que hoy en día se conoce como Día Nacional de Quebec.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DEL FRENTE DE LIBERACIÓN DE QUEBEC (FLQ)
Esta que sigue a continuación es una declaración de principios aparecida en septiembre de 1963 en el nº45 de “La Cognée”, órgano del FLQ.

La independencia política es la herramienta, la palanca indispensable para una auténtica revolución nacional. En vistas a acceder a esta independencia política, los únicos métodos seguros para completar con éxito la empresa de la liberación total es la guerra revolucionaria. Debemos comenzarla.
Consideramos que esta actitud radical es la correcta, porque:
- Los líderes quebequeses de los partidos proponen exclusivamente aquellas vías que permite la Constitución canadiense. Estas proposiciones no son nada más que parches, recauchutados o, todavía peor, doctrinas falaces que van contra la dignidad nacional, la salud política y los objetivos fundamentales del pueblo quebequés.
- Los partidos independentistas se engañan a sí mismos adoptando la vía electoral. Esta es una lucha que el adversario conoce mil veces mejor que ellos, y por ello disponen de un enorme capital destinado a asegurar el fruto de sus beneficios.
- El pueblo quebequés, saturado con el electoralismo, colonizado desde hace dos siglos, cuasi-asimilado y gravemente intoxicado, se agita en su desconfianza, su resignación, su apatía y su falta de conciencia. Nuestro pueblo ha renunciado a la charlatanería.
- Debemos actuar rápidamente en la cara del invasor. Sufrimos de negligencia social, debilidad económica e insuficiencia cultural, tanto en el sentido lingüístico como el educativo.
- Tenemos a nuestra disposición una fuerza tangible contra la combinación del colonialismo de Ottawa y sus vasallos en Quebec.
- Vamos a determinar los eventos en lugar de esperarlos. Aceptamos que nuestra inmediata liberación tiene fecha de vencimiento, en lugar de un deleite de moda burguesa que ha significado estas décadas de silencio, de compromiso o de abandono.
- El movimiento revolucionario es irreversible; sus métodos son empíricos e inevitables. Dirigido científicamente por partisanos serios, disciplinados y bien entrenados, el éxito está asegurado.
- En el camino de la liberación de la patria, aun arriesgando sus vidas y carreras, los partisanos nos mostarán profundas pruebas de su fe auténtica, su determinación y su desinterés. Tendrán que lidiar en el camino con demasiados oportunistas, demagogos y diletantes.
- Las necesidades de esta acción obligarán a los partisanos a sobrepasarse a sí mismo y a idealizar la realización de la revolución.
Traducido del francés al inglés por Mitch Abidor para Marxists.org.
Traducido del inglés al castellano por Nacho F. para La Atalaya Roja.


Custer’s Last Stand from the Battle of Little Bighorn; lithograph, 1876. (Photo by GraphicaArtis/Getty Images)

El 27 de junio de 1931 se abortó la proclamación de la I República Andaluza contemporánea pensada para el mismo día 27 o la noche del 27 al 28 de junio. El día 27 se había declarado la huelga general revolucionaria. Según narra Pedro Vallina: «…tenía preparada a la gente para apoderarnos del aeropuerto de Tablada. Pero en el momento que se reunía la muchedumbre, llegó a aquel lugar un automóvil… … con la orden de Ramón Franco de detener el movimiento porque Sanjurjo se había posesionado del aeropuerto y había preparado su defensa militar…«.
Efectivamente Miguel Maura, ministro español de Gobernación, envió a Sevilla al director general de la Guardia Civil, quien detuvo a los oficiales responsables de la base militar de Tablada y a algunos otros, e intervino 600 bombas presumiblemente preparadas para la proclamación de la República Andaluza. El mismo día 27 se había proclamado la República Galega.
Pedro Vallina -líder anarquista andaluz y estrecho colaborador de Blas Infante- cuenta sobre su incorporación al proyecto: «…llegaron a Sevilla Ramón Franco, Rada, Raixac, Juan Galán, Justiniano García y el doctor Enrique Castell, a los que pronto se sumaron Balbontín y Rodrigo Soriano. Se pusieron de acuerdo con Blas Infante, Pascual Carrión y otros andalucistas significados, para realizar el plan que traían de una Andalucía libre, donde la libertad y la justicia social fueran una realidad. Todo vinieron a visitarme y recabar mi ayuda para la revolución andaluza que preparaban. Acepté en tomar parte en el movimiento revolucionario…«.
El plan estuvo protagonizado por el andalucista revolucionario Blas Infante, Ramón Franco, su amigo y compañero en el Vuelo del «Plus Ultra» Pablo Rada, el aviador militar capitán Antonio Rexach y el médico y líder anarquista Pedro Vallina. Todos ellos candidatos del Partido Republicano Revolucionario (PRRev) a las elecciones constituyentes de 1931 que. Blas Infante reconoce: «…Fui yo, pues, quien promovió la cruzada; Franco no tiene la culpa...». Participaron igualmente militares de la Base Aérea de Tablada, como el capitán Juan Galán Arrabal, los sargentos Emilio Macero Pérez y Francisco Palacios Martos o los cabos Diego Ponce Ruiz y Juan Santana Cano, entre otros. La situación era idónea puesto que las elecciones a Cortes Constituyentes, el 28 de junio, proporcionaban la excusa para la agitación política bajo el pretexto de la campaña electoral. Sobre ello Pedro Vallina relata: «…En las asambleas que se celebraran en Sevilla y en los pueblos de la provincia, la muchedumbre respondió con entusiasmo… …yo les hacía conocer de lo que se trataba, de una revolución social, y no de elecciones a diputados…«.
Sobre los preparativos cuenta Pedro Vallina: «… Ramón Franco me aseguró que estaba de acuerdo con Maciá y que podíamos contar con la ayuda de Cataluña. Además, como director que era de la aviación militar, podíamos disponer de los aviones de guerra para destruir los cuarteles que no se unieran al movimiento revolucionario…«. Ramón Franco, a la sazón director general de Aeronáutica del gobierno provisional republicano, utilizaba la base aérea de Tablada para la campaña del PRRev. Y el día 26 se había producido en Tablada una concentración de aviones procedentes especialmente del Protectorado español de Marruecos, eran los recursos militares necesarios para iniciar la revolución andaluza.
Así, desde el mismo día 22 de junio con la excusa de las elecciones, en los cielos de Sevilla pudieron ser vistas dos
avionetas con las inscripciones de «Viva Andalucía Libre», arrojando pasquines que decían (según se expuso en el Congreso de los diputados en el debate sobre estos hechos): «El Gobierno Provisional de la República no ha sabido o no ha querido expresar la Revolución», «De la República, sólo tenemos, hasta ahora, el nombre. La república hay que hacerla haciendo Revolución. Y la revolución se hará cuando la tierra, la enseñanza y la justicia sean por el Pueblo y para el Pueblo», «¡Jornaleros andaluces! venimos a daros la tierra y a restituiros con ella el rango de Pueblo más culto de Europa que vuestros antepasados hubieron de ostentar. Tenemos leyes ya elaboradas por técnicos y prácticos que os proporcionarán la tierra, el dinero y los medios de cultivarla», «No basta, pues, esta guasa de revolución política. Hay que completarla con la revolución social, que rompa para siempre con las cadenas económicas, cimientos de toda tiranía. La Revolución no se ha hecho y tenemos que hacerla todos los productores», «¡Fuerzas armadas, civiles y militares, a la revolución! ¡Todos a las órdenes de los Sindicatos Obreros Revolucionarios de la invicta y gloriosa Confederación Nacional del Trabajo, único mecanismo responsable y capacitado para resolver todos los problemas y garantizar la producción y el consumo!», «¡No les demos tiempo a la burguesía a preparar la ofensiva por medio de las Cortes. Impongámonos los proletarios por medio de las Cortes...».
Blas Infante negó en su libro El complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía que tuvieran la intención de realizar actos de fuerza y mantuvo, en cambio, que la intervención del Ministerio de Gobernación español estaba destinada a boicotear su campaña electoral. Sobre las intenciones políticas declara en este libro: «…Nosotros aspirábamos y aspiramos y seguiremos aspirando a la elaboración de un Estado libre en Andalucía. Y qué ¿no proclamó su República Cataluña?… …Pues nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones que las de «República Andaluza o estado libre o autónomo de Andalucía» para llegar a expresar aquella «Andalucía soberana, constituída en Democracia Republicana» que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía por la Asamblea de Antequera, hace medio siglo, en 1883…». El investigador Enrique Inhiesta mantiene que Infante no estuvo informado sobre el plan militar aunque Vallina en sus memorias apunta en sentido contrario.
Miguel Maura, ministro de Gobernación, definió el programa político de los conjurados de la siguiente manera: «…por primera vez aparece la aspiración de que se proclame la República andaluza libre…«. Y afirmo sobre los hechos: «…se tramaba bajo la advocación de una «Andalucía libre» y las proclamas que se repartían hablaban de la «independencia de Andalucía» y del Estado republicano andaluz» prometiendo a los campesinos un sinfín de venturas…«. Según el diario Crisol: «…Se trataba de provocar la revolución social y proclamar el Estado libre de Andalucía…«.
Los acontecimientos fueron juzgados en consejo de guerra en noviembre de 1933. Los implicados fueron condenados a diversas penas, excepto Ramón Franco, por su condición de aforado.
Fuentes:
Gil Honduvilla, J. «Los sucesos de Tablada de junio de 1931 y sus consecuencias»
Infante, B. «El complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía», Aljibe, Granada, 1979.
Vallina, P. «Mis memorias» CAL, Córdoba, 2000.
Inhiesta, E. «Blas Infante. Toda su verdad vol. III», Almuzara, Córdoba, 2007.
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