
En un día como hoy, el 21 de marzo de 1990, se arrió la bandera de la Sudáfrica ocupante y racista y se izó la bandera de namibia. Nacía la añorada independencia de los monumentos vivos de la larga lucha por la liberación nacional, como los llamara el segundo presidente de Namibia independiente: Hifikepunye Pohamba, dirigiéndose a su pueblo, conmemorando el 35 aniversario de la masacre de Cassinga.
En la gesta descolonizadora namibia, Cuba empeñó la sangre de valiosos hijos que propiciaron beneficios continentales, entre ellos la independencia de Namibia. En la etapa final de la guerra en Angola, en el año 1988, fuerzas de la 40 Brigada de Tanques que avanzaba en dirección a Calueque, chocaron en Donguena con las tropas avanzadas que ocupaban a Namibia, derrotándolos y obligándolos a retirarse hacia Calueque. Lugar en el que meses después, dos escuadrones de la aviación cubana asestaron un golpe demoledor sobre un Batallón sudafricano dislocado en la hidroeléctrica, causándole grandes pérdidas en personal, técnica y armamento. Este hecho fue un puntillazo en el terreno militar.
En el plano diplomático, durante años, los Estados Unidos se habían negado a que los cubanos participaran en las negociaciones respecto a la situación de Namibia, que pendía de la Resolución 435 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, incluso cuando aspiraban a la retirada de nuestras tropas. Pero frente a la fuerza moral militar cubana, se vieron obligados a ceder.
Antes se supeditaba la retirada sudafricana de Namibia a la salida de las tropas cubanas de Angola; hechos para nada semejantes, toda vez que este último había solicitado ayuda de Cuba y los namibios luchaban por expulsar a Sudáfrica que ilegalmente ocupaba su país. Además, los racistas se resistían a la posibilidad de otorgarle la independencia a Namibia a partir de la realización de elecciones auspiciadas por Naciones Unidas, sin antes conseguir los títeres cuyos hilos conducentes pudieran manipular. Washington y Pretoria se negaban incluso a la inserción de la SWAPO (Organización Popular del Sudoeste de África, partido que estaba dirigiendo la lucha por la descolonización namibia) en las negociaciones, argumentando que solo los estados podían participar, aun cuando Namibia estaba en el centro del asunto y esta organización era según la propia Asamblea General de las Naciones Unidas, el representante legítimo de su pueblo.
Fue entonces cuando tras el combate en Cuito Cuanavale (la mayor batalla del África subsahariana) y la victoria namibio-cubano-angoleña tuvo lugar en diciembre de 1988 la reunión cuatripartita. Coexistieron en la mesa de negociaciones: Sudáfrica, Angola, Estados Unidos y Cuba, para la firma de la Resolución 435, irrespetada por años.
A partir de estos hechos la dirección del Comité de la SWAPO, en coordinación con el ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), organizó el regreso de los cerca de sesenta mil refugiados namibios desde los campos de acogida en Angola y Zambia. También los estudiantes que habían sido recibidos por la RDA, Checoslovaquia, la URSS y Cuba, volvieron para ejercer su derecho al voto en las elecciones que tuvieron lugar del 7 al 11 de noviembre de 1989 y que fueron ganadas por la SWAPO.
Luego de la toma de posesión del líder histórico y padre fundador de la nación: Dr. Sam Nujoma, en el marco del establecimiento de relaciones diplomáticas, el primer embajador no africano en presentar sus cartas credenciales, fue el diplomático cubano Ángel Dalmau Fernández, quien junto a su esposa, desde entonces, cultivan el amor que profesan los namibios hoy día, como la más genuina representación de Cuba, sus líderes, su gente.
Fuente: www.cubadebate.cu




Las justificaciones sobre aquella ofensiva fueron ampliamente cuestionadas, una de ellas, se refería al supuesto freno a una limpieza étnica en la provincia de Kosovo, pues presumiblemente las autoridades militares yugoslavas diseñaron un plan con este propósito.


Pedro Antonio Marín Marín, mejor conocido por su alias de «Manuel Marulanda Vélez» o «Tirofijo» fue un guerrillero colombiano, cofundador y comandante en jefe de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) hasta el día de su muerte. Murió el 26 de marzo de 2088 y por eso este día es considerado como el Día Internacional del derecho de los Pueblos a la Rebelión Armada.
Fue el guerrillero más veterano del mundo y de su tiempo. Su alias ‘Tirofijo’ proviene de la habilidad para acertar en el blanco al disparar con armas de fuego durante sus días de combatiente, y su alias ‘Manuel Marulanda Vélez’ proviene de un antiguo líder comunista asesinado durante La Violencia. Integró y militó las FARC hasta su muerte.
Primeros años
Pedro Antonio Marín Marín nació en Génova, municipio del departamento de Caldas (actualmente pertenece al departamento del Quindío). Existe controversia sobre su fecha de nacimiento, y no está claro si tuvo lugar en mayo de 1928 o de 1930. Era hijo de campesinos liberales que vivían en Ceilán (Valle). Su padre era Pedro Pablo Marín Quinceno y su madre era Rosa Delia Rodríguez y su padrastro Ramiro Betancourt. Sus hermanos eran Rosa Helena, Jesús Antonio, Obdulia y Rosa María. Marín cursó hasta quinto de primaria en la escuela. A los 13 años se fue de casa.
La época de la violencia
Marín trabajó como expendedor de carne, panadero, vendedor de dulces, constructor, tendero y comerciante. Como seguidor de liberales, Marín aparentemente habría participado en las revueltas del Bogotazo en 1948, luego del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Se desató una ola de represión y violencia política (periodo conocido en la historia del país como “La Violencia“), dentro de la cual muchos campesinos liberales y de izquierda crearon milicias armadas para protegerse de las acciones de los elementos conservadores más violentos dentro de la clase de los terratenientes y del ejército, además de los simples bandidos oportunistas, por lo que llegaron a ser conocidos como «Los chusmeros».
Frente Nacional
Al acercarse la época del Frente Nacional, éstas comunidades rurales armadas ya habían tomado un carácter más autónomo y de una tendencia ideológica más cercana al comunismo agrario, de ahí que desde la izquierda algunos las llamaran “zonas liberadas”.
Aunque eran todavía mayormente defensivas, desde el gobierno se les consideró una amenaza al ser consideradas unas “repúblicas independientes”, donde no tenía influencia la autoridad y la legalidad centralista que se pretendía restaurar.
Fundación de las FARC
Luego del pacto entre liberales y conservadores conocido como Frente Nacional para acabar con La Violencia bipartidista, se mantuvo en el país una tensa paz entre 1958 y 1960, producto de las Autodefensas Campesinas del Sur del Tolima que silenciaron sus armas, pero se habían negado a entregarlas argumentando desconfianza hacia esta alianza bipartidista. En el año de 1960 fue asesinado, en complicidad de militares colombianos, Jacobo Prías Alape, alias Charro Negro, líder comunista de la región de Gaitania en el Tolima; confirmando las sospechas contra la coalición del Frente Nacional, lo que generó el regreso a la lucha armada de varios combatientes comunistas del periodo de La Violencia, incluido Tirofijo, refugiándos en en este mismo territorio que se dio a conocer como la “República de Marquetalia“, además de otros territorios donde la autoridad del estado era nula. En 1964 se tomó la decisión, de parte del gobierno, de acabar definitivamente con esos reductos autónomos por la fuerza e imponer el dominio estatal, para la cual se montó operativos militares para recuperar estos territorios, el más conocido era la “Operación Soberanía” contra la República de Marquetalia, donde estaba Manuel Marulanda. Esta acción del ejército dispersó los asentamientos, obligando entonces a Manuel Marulanda y a otros campesinos partícipes de estas milicias, además de una docena de hombres a internarse en las montañas.
Durante su histórica alocución en la ONU, en diciembre de 1964, el comandante Ernesto «Che» Guevara se refirió a Marulanda en su contrarréplica al representante diplomático de Colombia:
¿No recuerda el señor representante de Colombia que en Marquetalia hay fuerzas a las cuales los 11 propios periódicos colombianos han llamado «La República Independiente de Marquetalia» y a uno de cuyos dirigentes se le ha puesto el apodo de Tirofijo para tratar de convertirlo en un vulgar bandolero?Ernesto «Che» Guevara. Discurso en la ONU, 11 de diciembre de 1964.
Poco después, estos sobrevivientes se organizarían bajo la dirección de Marulanda y de miembros del Partido Comunista para crear una fuerza subversiva conocida como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). A lo largo del desarrollo de la guerra en Colombia, llegaría a un número estimado de 16.000 integrantes en 2001, pero que a 2009 cayó por acciones de la Fuerza Pública a un estimado de entre 6.000 a 9.000 efectivos.
Murió el 26 de marzo de 2008 como guerrilero en la selva colombiana, al parecer por causas naturales o por un paro cardíaco.
Un 26 de marzo del año 1091 moría la poeta andalusí «Wallada» (Wallada bint al-Mustfakí). Nació en Córdoba en el año 994. Fue hija del califa Omeya Muhammad Mustafkí. Fue famosa por su gran talento poético y fue la más célebre de las escritoras andalusíes, pero de igual modo mujer de una belleza apabullante: hermosa figura, tez blanca, ojos azules, pelirroja… el ideal de la época.
Tras la muerte de su padre, con apenas 17 años, prescindiendo de toda tutela masculina, abrió palacio y salón literario en Córdoba, donde ofrecía instrucción en la poesía y el canto a hijas de familias poderosas y acaso instruía a esclavas en la poesía, el canto y las artes del amor. Al cabo ella era hija de Amin Am, una esclava cristiana enviada a cultivarse a Medina, y su nodriza y maestra fue la esclava negra Safia.
Entre sus alumnas destacó Muhya Bint Al Tayyani, una joven de condición muy humilde (hija de un vendedor de higos) a la que acogió en su casa y que terminó denigrándola en crueles sátiras.
Su posición privilegiada en lo social le da un carácter excepcional, aunque la personalidad de Wallada, sensible y refinada, hubiese destacado de todos modos, ya que Wallada era la mujer más culta, famosa y escandalosa de Córdoba. Se paseaba sin velo por la calle y, a la moda de los harenes de Bagdad, lleva versos suyos bordados en la orla de su vestido o en túnicas transparentes. La leyenda dice que en el lado izquierdo rezaba:
«Por Alá, que merezco cualquier grandeza
y sigo con orgullo mi camino»
y en el derecho:
«Doy gustosa a mi amante mi mejilla
y doy mis besos para quien los quiera».
Apenas se conservan nueve poemas suyos, de los cuales cinco son satíricos, se ha visto rodeada de una cierta fama de atrevida y mordaz. Además algunas alusiones un poco subidas de tono, en sus versos, seguramente unidas a las represalias de sus enemigos, motivaron que pasara a la historia como inmoral y libertina, a lo cual contribuye el hecho de que no se casó nunca, y se le conocieron varios amantes.
A los 20 años conoció al hombre que marcó para siempre su vida. Fue en una noche de fiesta poética, jugando a completarse poemas según la costumbre cordobesa de entonces. Su historia de amor y desamor con Ibn Zaydum (noble de excelente posición, con gran influencia política y el intelectual más elegante y atractivo del momento) se convirtió en una leyenda. Fue el choque de dos vanidades literarias, en la que ella tomó la iniciativa Tras unos amores estrepitosos, apasionados, públicos y versificados, pronto se rompió el idilio.
De esta relación nacieron varios de los poemas que se conservan de ella. Poemas que tuvieron la misión de ser cartas entre los amantes, dos expresan los celos, la añoranza y los deseos de encontrarse; otro, la decepción, el dolor y el reproche; cinco son duras sátiras contra su amante, al que reprocha entre otras cosas tener amantes masculinos, y el último alude a su libertad e independencia.
Cuando rompió su relación con Ibn Zaydum, se hizo amante del hombre fuerte de Córdoba, el visir Ibn Abdus, rival político y enemigo personal de Ibn Zaydun, al que privó de sus bienes y acabó metiendo en la cárcel. En esa época de cautiverio físico y amoroso escribió Ibn Zaydun sus poemas más famosos. Pero Wallada no quiso volver a verlo. Eso es lo que creó realmente la leyenda. Ibn Zaydun, tras recobrar la libertad, recorría de noche los palacios arruinados de Medina Al Zahara, símbolos de una pasión destruida. Cuenta la leyenda que toda Córdoba lo vio errante y ojeroso, enfermo de amor, y supo de sus poemas sumisos, implorando el perdón que nunca le fue concedido.
Arruinada en su fortuna y su crédito, Wallada recorrió la España de los reinos de Taifa, quizá también la cristiana, exhibiendo su talento y acaso otorgando sus favores, pero siempre volvió a Ibn Abdús, en cuyo palacio acabó viviendo aunque sin casarse con él y bajo cuya protección le sobrevivió, siempre altiva y hermosa, hasta cumplidos los 80 años.
Muere el 26 de marzo de 1091, día en que los almorávides entran en Córdoba.
Fuente: poetasandaluces.com

NO PERMITAMOS OTRA TRAICION
ALMERÍA CON EL PUEBLO SAHARAUI
El Gobierno del PSOE y la monarquía de los Borbones, ante otra demostración de sumisión a los intereses imperialistas yanquis y sionistas, representados estos en el norte de África por la criminal dictadura de la monarquía marroquí, traiciona otra vez al pueblo saharaui. El PSOE apoya la ocupación de la República Árabe Saharaui Democrática y niega el derecho a la
autodeterminación del Sahara Occidental. La autonomía que promete Marruecos es un fraude.
Como un lacayo sumiso y cobarde el gobierno del PSOE-UP viola todo derecho internacional, no respetando lo marcado por la ONU en referencia al derecho de autodeterminación del Sahara. Un gobierno que en los escenarios internacionales demuestra una y otra vez ser un peón al servicio del jefe yanqui, enviando tropas y armamento a todos los conflictos guerreros, que este tiene por toda la extensión del planeta. Ahora, en una demostración del más alto de los cinismos e hipocresía, mientras con un rostro se declaran paladines de la paz, con las manos manchadas de sangre, dejan al pueblo saharaui abandonado a expensas de su suerte.
Gobierno compuesto por quienes desde su poltrona se declaran amigos del pueblo saharaui, pero que no son capaces de abandonar el sillón ministerial ante este crimen cometido por el gobierno al que pertenecen. Su hipocresía no tiene parangón.
Desde la Plataforma OTAN NO BASES FUERA denunciamos esta nueva traición y hacemos un llamamiento a todas y todos los vecinos de Almería a manifestar su repudia a semejante traición, participando en la CONCENTRACIÓN que nuestra Plataforma convoca el sábado 26 a las 12.00 h frente a la sede del PSOE en Avenida Pablo Iglesias, junto a la Plaza Derechos
Humanos.
ACUDE Y PARTICIPA. NO DEJEMOS SOLOS A NUESTRAS HERMANAS Y HERMANOS SAHARAUIS.
PLATAFORMA ALMERIENSE OTAN NO BASES FUERA
Síguenos en nuestras redes sociales: