

Como hoy, el 11 de diciembre de 1991, se aprueba el Tratado de Maastricht, el documento fundacional de la Unión Europea. Una estructura que atenta contra los intereses de la clase trabajadora y que se encuentra al servicio del gran capital y de la alianza imperialista de la OTAN.

Ante el fracaso de la conspiración, al ser descubierta por espías del Imperio en los Países Bajos, el Duque de Medina Sidonia, viajó hasta la corte de Corte y allí pactó con su tío (el conde-duque de Olivares) una solución “digna” para él. Fue perdonado por Felipe IV y desterrado de la Corte.
Para mayor conocimiento de los hechos y su significación histórica leer el artículo “Si el rey vive el reino muere”. La manipulación histórica sobre el plan independentista andaluz de 1641.
Enrique Morente Cotelo (Granada, 25 de diciembre de 1942-Madrid, 13 de diciembre de 2010) fue un cantaor andaluz, considerado como uno de los grandes renovadores del flamenco. Nació en el barrio de Albaicín (Granada) en 1942. De pequeño ejerció como seise en la Catedral de Granada y comenzó a interesarse por el ambiente flamenco en las reuniones familiares y vecinales. Aprendió así las bases de este arte, especialmente de mano de Aurelio Sellés (Aurelio de Cádiz). En Madrid contactó con un grupo de jóvenes aficionados, universitarios en su mayoría, y junto a ellos acudía casi a diario a locales oscuros en donde aprendió el arte de mano de Pepe de la Matrona.




Bolívar decide renunciar a la presidencia de la Gran Colombia el 27 de abril de 1830 y exiliarse a Europa, tras las múltiples críticas recibidas y los diversos intentos de magnicidios contra su persona. Camino de Cartagena de Indias, en donde pensaba embarcarse para abandonar las tierras liberadas, el agravamiento de su estado de salud le hizo hacer un descanso en Santa Marta.
El 10 de diciembre, ante el empeoramiento de su estado, el libertador redactará su testamento político:
«Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono. Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales. ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.»
Una semana después, en la mañana del 17 de diciembre fallecería, según su médico, de un catarro pulmonar crónico, desencadenante de una tisis tuberculosa.

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