Argentina: este sábado se espera una gigantesca movilización contra el pago de la deuda
La Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda convoca a concentrar este sábado 9 de julio a las 14.30 en el Obelisco para luego marchar a Plaza de Mayo en rechazo al pago de la deuda y por la anulación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. «La corrida cambiaria, las presiones para una mayor devaluación, las dificultades para segmentar y aumentar las tarifas energéticas enmarcan la salida de Martín Guzmán y continuarán condicionando a la nueva Ministra, Silvina Batakis, junto a la tensión generada como resultado de los múltiples fracasos del plan económico de cara a las necesidades populares: una inflación imparable (en un contexto inflacionario internacional, es la que más crece en el mundo), mayor pobreza y necesidades sociales, mayor extractivismo y entrega. La suspensión del pago hasta tanto una investigación integral establezca si la deuda es o no legítima y legal pueden sentar las bases para un plan económico que ponga en el centro los intereses y necesidades de las mayorías, en vez de velar por los intereses del capital financiero, el FMI y los grandes exportadores», sostiene.
«Guzmán se fue: ahora que se vaya el FMI». Así comienza el comunicado de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, cuyas organizaciones integrantes convocan a concentrar este sábado 9 de julio a las 14.30 en el Obelisco porteño para luego movilizar masivamente a la histórica Plaza de Mayo, en reclamo del no pago de la deuda y por la anulación del acuerdo entre el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, convocan a movilizar también en diferentes puntos del país.
«El protagonismo popular en las calles es el camino principal para derrotar a la inflación, el ajuste, el saqueo y la entrega y cambiar el plan económico, algo que el gobierno del FdT no quiere hacer. Para dar respuesta a las urgentes demandas populares hay que suspender el pago de la estafa de la deuda, anular los acuerdos con el FMI y echarlo del país», remarcan desde la autoconvocatoria.
En el mismo sentido agregan: «la crisis económica y social desembocó en una nueva crisis política: la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía se produce en el marco de la demanda del FMI por mayores ajustes y una devaluación y ante las dificultades del país para cumplir con sus exigencias. La corrida cambiaria, las presiones para una mayor devaluación, las dificultades para segmentar y aumentar las tarifas energéticas enmarcan su salida y continuarán condicionando a la nueva Ministra, Silvina Batakis, junto a la tensión generada como resultado de los múltiples fracasos del plan económico de cara a las necesidades populares: una inflación imparable (en un contexto inflacionario internacional, es la que más crece en el mundo), mayor pobreza y necesidades sociales, mayor extractivismo y entrega«, enumeran.
Con respecto a la inflación en particular, sostienen: «esa inflación es parte constitutiva del propio acuerdo con el FMI: tiene como objetivo disminuir el gasto estatal en términos reales, suprimir el consumo local, aumentar las exportaciones y la disponibilidad de divisas para continuar pagando la estafa de la deuda. Bajo su Ministerio, Guzmán, en línea con la concepción ortodoxa del poder económico dominante, no aplicó ninguna medida de urgencia para contener la inflación, sin ajustar los ingresos de las mayorías populares: no aumentó las retenciones, no aplicó la Ley de Abastecimiento, ni consiguió mínimas medidas paliativas en el acuerdo con el FMI. Está claro que la inflación es funcional a los intereses del FMI (y de los especuladores y usureros que se presentan como ‘acreedores’) que quieren asegurarse su pago, pero al mismo tiempo destruye los ingresos populares (salarios, jubilaciones, programas sociales), atacando a la inmensa mayoría de nuestro pueblo».
Con respecto a la convalidación de la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri por parte del gobierno de Alberto Fernández, desde la autoconvocatoria señalan: «si no se anulan los acuerdos con el FMI, tanto la estafa armada por Macri en 2018 como el reciente acuerdo del Gobierno de Fernández para pagarla – pese a su propia denuncia judicial de su carácter fraudulento -, el FMI seguirá exigiendo mayores ajustes en la economía nacional en cada nueva ‘revisión trimestral’: mayores tarifas, mayor devaluación, incremento de las tasas de interés. Estas medidas ortodoxas irán de la mano de otras exigencias de políticas contra los sectores populares: aumento de la edad jubilatoria, fin de la moratoria previsional, recortes en políticas sociales, y otros condicionamientos directos sobre la política del estado (licitaciones, reforma impositiva, etc)», advierten.
En este marco general de crisis socio-económica nacional también estallaron las disputas políticas al interior del Frente de Todos (FdT) que, para la autoconvocatoria «expresan la impotencia de los distintos sectores en la coalición gobernante frente a la crisis». «No es la causa, sino la consecuencia de esta crisis. Para cambiar en serio la situación, es imprescindible una ruptura con el FMI. Las medidas paliativas (cobro de impuestos por la ‘renta inesperada’ o a los capitales fugados) no atacan las raíces de la inflación y de la pobreza crecientes, y para tener éxito deben ir acompañadas de una mayor intervención estatal sobre las principales empresas del país», destacan, y agregan: «sólo esas medidas básicas (la suspensión del pago hasta tanto una investigación integral establezca si la deuda es o no legítima y legal) pueden sentar las bases para un plan económico que ponga en el centro los intereses y necesidades de las mayorías, en vez de velar por los intereses del capital financiero, el FMI y los grandes exportadores».
Asimismo, señalan: «el poder real exige sostener el acuerdo con el Fondo, para que el Gobierno continúe con el ajuste y desmoralice a nuestra población. Prevalece en el Gobierno la decisión de avanzar en ese sentido y la designación de Batakis carga con los antecedentes nefastos en el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires durante el Gobierno de Scioli por su intento de pago del aguinaldo en cuatro ‘cuotas’, así como también con su decidida promoción, desde el Ministerio del Interior, del extractivismo megaminero e hidrocarburífero. Así, los condicionamientos crecientes continuarán acechando la política local y atacando a las mayorías populares».
«Para conseguir medidas a favor del pueblo, hay que avanzar en la anulación del acuerdo con el FMI – insisten – como primera condición para un plan económico distinto: que le cobre de verdad impuestos y retenciones a las grandes exportadoras, que limite la especulación financiera y de los grandes ‘formadores de precios’, que ponga fin al modelo extractivista depredador y contaminante, que revierta la crisis haciendo que la pagan los que siempre ganan a costillas de las mayorías».
En cuanto al rol de las direcciones oficialistas de los principales sindicatos y movimientos sociales, desde la campaña consideran que se mantienen en la «inmovilidad», permitiendo «la continuidad de este ajuste constante»: «han abandonado la calle para priorizar las gestiones al interior del Gobierno, en medio de un enorme sufrimiento popular. Millones de trabajadoras y trabajadores, incluso con empleos formales, tienen salarios inferiores a la ‘canasta de la pobreza’. Las luchas recientes en distintos países de nuestro continente contra los planes de ajuste, como en Ecuador, Colombia, Chile, marcan el camino para frenar al poder real. La renuncia en nuestro país de estas direcciones gremiales y sociales a la lucha unitaria y masiva contra el FMI y sus políticas choca con la tradición de organización y lucha de nuestro pueblo», remarcan.
«Con ese espíritu – continúan – nos hemos movilizado a Plaza de Mayo y al Congreso contra el acuerdo con el FMI numerosas veces en los últimos meses, enfrentando la represión policial y la persecución judicial de los distintos gobiernos. Por esa lucha, estuvieron presos durante varios meses los compañeros Julián Lazarte, Jaru Rodríguez Carrero y Oscar Santillán, quienes aún hoy siguen procesados».
Finalmente, desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda entienden: «el protagonismo popular en las calles es el camino principal para derrotar al ajuste y anular el acuerdo con el FMI como paso necesario hacia un programa en favor de las mayorías. Frente a la oposición de derecha que sólo ofrece más ajuste y a un Gobierno propenso a ayudar a los poderosos, es imprescindible la más amplia unidad en la acción que plantee en las calles otro programa, y brinde una esperanza de salida para la clase trabajadora y los sectores populares en nuestro país», finaliza la convocatoria.
Fuente: ANRed
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