Andalucía deroga el lenguaje inclusivo en los libros de texto tras las presiones de la ultraderecha

El blanqueamiento o directamente la aceptación de iniciativas de la ultraderecha en contra de la igualdad por parte del Gobierno bipartito andaluz de PP y Ciudadanos no es algo nuevo. Desde el inicio de esta legislatura, es una constante que el ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla ha ido ejecutando sin prisas pero sin pausa en un goteo incesante. El último paso es el dado en la elaboración de los contenidos de los libros de texto para el próximo curso académico, donde se anula el proyecto de lenguaje inclusivo aprobado por el anterior gobierno de la socialista Susana Díaz y se aceptan los postulados en contra del lenguaje inclusivo exigidos por la ultraderecha de Vox, que no ha parado hasta conseguir de la Consejería de Educación, en manos de Ciudadanos, un guiño decisivo a sus propósitos negacionistas y en contra de la lucha por la igualdad.

El titular de Educación, Javier Imbroda, en cambio, aseguró este miércoles en pleno parlamentario que las nuevas  instrucciones de selección de libros de texto para su utilización en los centros docentes ponen el foco “en el rigor científico y en la promoción de valores universales y no exclusivamente en el lenguaje como ocurría hasta ahora”.

Imbroda ha añadido que el nuevo documento, que deroga el de 14 de junio de 2018, establece entre los criterios de selección de los libros de texto la “utilización de un lenguaje equitativo y el uso de términos genéricos que mantengan la neutralidad y eviten los desdoblamientos abusivos y absurdos”.

En cambio, la norma de 14 de junio de 2018 derogada ahora establecía que “La Consejería competente en materia de educación elaborará y trasladará al profesorado, a las empresas editoriales y a los consejos escolares, instrucciones relativas a los criterios de selección de los materiales curriculares, que tengan en cuenta su carácter igualitario y libre de prejuicios sexistas y discriminatorios, cuidando la visibilización de la diversidad sexual y de modelos familiares”.

El consejero de Educación aseguró en el Parlamento andaluz que las nuevas instrucciones de 3 de noviembre de 2021 disponen que los libros de texto deben incluir el respeto a los valores constitucionales y derechos humanos. Entre estos valores se destacan la responsabilidad, solidaridad, la tolerancia, los contenidos que promuevan la igualdad, el medio ambiente, la diversidad y  los hábitos de vida saludable. De este modo, el lenguaje inclusivo queda no sólo relegado sino directamente anulado de facto como ha exigido Vox desde el inicio de la legislatura.

Imbroda asegura que la supervisión de los libros de texto y materiales didácticos complementarios se desarrolla con arreglo a las normas lingüísticas que rigen el buen uso del español, y además se ha reforzado el uso académico del lenguaje. En este sentido, el director de la Real Academia Española (RAE) de la lengua, Santiago Muñoz Machado, apuntaba en enero de 2020 en el ‘Informe sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución’ que por lenguaje inclusivo deben entenderse al menos dos interpretaciones: Por un lado, “aquel en que las referencias expresas a las mujeres se llevan a cabo exclusivamente a través de palabras de género femenino. Desde este punto de vista sería inclusiva la expresión los españoles y las españolas, y no lo sería, en cambio, la expresión los españoles. También se considera inclusiva, en esta misma interpretación, la estrategia de emplear sustantivos colectivos de persona, sean femeninos (la población española), sean masculinos (el pueblo español), así como usar términos nominales que abarquen en su designación a los dos sexos (como en toda persona española en lugar de en todo español)”.

En segundo lugar, “también puede interpretarse que es lenguaje inclusivo la utilización de términos masculinos que integran claramente en su referencia a hombres y mujeres cuando el contexto deja suficientemente claro que ello es así, de acuerdo con la conciencia lingüística de los hispanohablantes y con la estructura gramatical y léxica de las lenguas románicas. Por ejemplo, en la expresión “todos los españoles son iguales ante la ley”.

Esta derogación del lenguaje inclusivo de los libros de texto ejecutada por el Gobierno de Moreno Bonilla lleva a puerto las presiones ejercidas por la ultraderecha en este sentido desde el inicio de la legislatura. De hecho, en mayo del pasado 2021, la mayoría del Parlamento de Andalucía, con los votos de PP, Ciudadanos y Vox, instaba a la Administración autonómica a «impulsar la supervisión de los libros de texto y los materiales complementarios con el objeto de eliminar el llamado ‘lenguaje inclusivo’, que suponga desdoblamiento de términos masculinos y femeninos, de todos los libros de texto oficiales publicados en la Comunidad Autónoma de Andalucía”. Dicho y hecho, la Consejería de Educación ha derogado las instrucciones de 2018 que mantenían esta iniciativa a favor de la inclusión en los libros de texto escolares.

Fuente: Diario 16.

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