Álvarez (UGT) arremete contra los desempleados y pide quitar el subsidio a quien rechace un empleo

El Secretario General de UGT insinuó este jueves que habría que quitarle el subsidio de desempleo a quien rechace una oferta de empleo como forma de frenar la contracción en origen. Se trata de un nuevo despropósito más de la burocracia que dirige los grandes sindicatos que esta vez llega más lejos y se hace eco de parte de los discursos más rancios de la patronal y extrema derecha y trata de culpabilizar de la precariedad y el paro a lxs desempleadxs y trabajadorxs migrantes.

Este jueves el Secretario General de UGT declaraba que a lxs desempleadxs se les debería quitar el subsidio si rechazan una oferta de trabajo. El dirigente sindical se encontraba en un foro organizado por el diario El Mundo junto al director de este periódico cuando expresó que “una persona que rechaza una oferta de trabajo, ofreciéndole formación y teniendo cualidades y cualificaciones para poder hacerlo, desde luego es una persona que si está recibiendo un subsidio público, ya sea de desempleo o IMV, el país debe replantearse si debe seguir cobrándolo o no”.

Estas palabras rápidamente han levanto una gran polémica mediática, ya que superan todos los niveles de despropósito con los intereses de la clase trabajadora a los que nos tiene acostumbrada la casta que dirige los grandes sindicatos. En este caso el líder de UGT directamente se hace eco de la lógica y los discursos más neoliberales que incluso a la derecha le cuesta expresarlo de manera tan franca.

Para Álvarez muchos puestos de trabajo se quedan sin cubrir debido a que el sistema de protección y subsidios a personas desempleadas es “demasiado generoso”. Es por esto, que según UGT, los empresarios se ven obligados a la llamada contratación en origen, es decir a contratar trabajadores de otros países para que realicen estas labores y una vez finalizado el trabajo tengan que volver a su lugar de origen.

Se trata de un discurso que perfectamente podría asumir la extrema derecha, que mezcla un clasismo y deprecio feroz por lxs desempleados a la par que un tufo xenófobo con lxs trabajadorxs inmigrantes. No en vano en Italia el gobierno presidido por la extreme derecha de Meloni ha tomado una decisión calcada a la que sugiere Álvarez, quitando el subsidio de desempleo a quien rechace la primera oferta de trabajo que se le ofrezca, sea la que sea.

Y no solo es una cuestión de hacerle el juego a la patronal y la extrema derecha con este tipo de declaraciones sino que es hacerse eco en forma un tanto cuñadezca, de bulos y absolutas falsedades en relación al mercado de trabajo, el desempleo y sus causas.

¿Es realmente “generoso” el sistema de subsidios por desempleo?

En primer lugar el sistema de subsidios por desempleo está lejos de ser generoso. Analizando las cifras ofrecidas por organismos oficiales para el mes de marzo de este año podemos ver que actualmente hay 2.911.015 desempleados, de los cuales solo 1.758.496 tienen derecho al subsidio por desempleo. Es decir casi 1,2 millones de personas ni tiene empleo ni cobran el subsidio de desempleo, es decir se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad con ayudas totalmente marginales por parte del Estado y muchas veces ni eso.

De los “afortunados” que tienen derecho al paro la media de esta ayuda se sitúa en 957,70 euros. Esta media es engañosa, porque se tratan de una tabla de datos que no es simétrica y por tanto hay pocas personas con subsidios por encima de la media pero estos son significantemente más elevados que el promedio, mientras a la vez la inmensa mayoría cuenta con prestaciones menores de los 957,70 euros. Es decir que la mayoría de personas que cobra el paro están condenados a vivir con ingresos muy alejados incluso del SMI. Al mismo tiempo el sistema te presiona para que rápidamente trates de salir de tu situación de desempleo porque mientras más tiempo pasa menos cobras y una vez llegado a los dos años directamente se te quita el subsidio.

No hay que tener una gran sensibilidad de clase para ver que no nos encontramos frente a un sistema garantista sino más bien uno que otorga ayudas que apenas pueden alcanzar a subsistir a una familia. Simplemente hay que ver como los datos de pobreza en el Estado español han ido aumentando desde la pandemia, desmintiendo también los efectos del supuesto “ Escudo Social” del actual Gobierno que está lejos de realmente ayudar a las millones de personas que se encuentren en una situación social de extrema gravedad. Según datos del INE 13,1 millones, el 27,8 por ciento de la población, se encuentra en condiciones de pobreza. La mayor parte de los adultos en edad de trabajar son desempleados y por tanto es una absoluta falsedad que las prestaciones sean “demasiado” generosas y que permitan vivir con comodidad a quien percibe estas ayudas, como insinúa el SG de UGT.

Álvarez del lado de la patronal más explotadora y racista

Por otro lado es increíble, aunque no nos sorprende ya nada que venga de los líderes de UGT y CCOO, que Álvarez haga suyos los lloriqueos de la patronal frente a la supuesta dificultad que empiezan a tener los empresarios de los sectores más precarizados a la hora de encontrar empleados que estén dispuesto a sufrir los abusos y las condiciones que imponen a sus plantillas. Se trata por una parte de un relato forzado de la patronal de estos sectores, como la hostelería o la construcción, para tratar de mantener e incluso empujar a la baja los salarios de sus empleados, a la vez que también expresa un fenómeno internacional que se dio después de la pandemia en varios países y que puede significar un cierto cambio de subjetividad entre la clase trabajadora por el cual está menos dispuesta que antes a seguir sufriendo impunemente el despotismo en sus centros de trabajo. Pero más allá del análisis de esta situación queda claro que si los hosteleros o las empresas de la construcción quieren conseguir personal con mayor rapidez y facilidad lo que deberían es pagar más a sus trabajadores, o al menos este debería ser el planteamiento desde una lógica sindical básica.

Se trata además de una patronal especialmente odiosa, en donde día sí y día también sus lamentos tienen espacio en los grandes medios de comunicación. Fue famosa la entrevista en donde un hostelero, con un alto nivel de torpeza por otra parte, dijo hace unos meses que la supuesta falta de camareros es porque “se está mejor en casa cobrando una paguita que trabajando… En la hostelería se trabaja media jornada, 12 horas”.

Con esto Álvarez intenta de culpabilizar a los desempleados por no aceptar trabajos de mierda que la patronal intenta que los tomemos sumisamente. Se trata sin duda de un tipo de sindicalismo que parece tener guante de seda con las grandes empresas y puño de hierro con lxs trabajadores, especialmente si son precarios o desempleados.

Por último la burocracia de UGT parece haberse dejado cualquier tipo de vergüenza en casa cuando deslizan sibilinamente un discurso que responsabiliza de los bajos salarios y las condiciones precarias del actual mercado laboral a las y los trabajadores migrantes y en concreto a los que viene con contrato en origen. Si ya para cualquier persona sería una actitud miserable machacar a un segmento de la clase trabajadora que se encuentra en unas condiciones que rayan la esclavitud moderna, para un sindicalista se nos acaban los adjetivos para describir este tipo de declaraciones. Parece que Álvarez y su equipo no han escuchado los casos de trabajadoras con contrato en origen en Huelva, procedentes fundamentalmente de Marruecos, que se ven sometidas al hacinamiento y a los tratos brutales y degradantes de la patronal del campo andaluz que sigue tratando a sus jornaleros como si fueran siervos de la gleba. En ese sentido incluso se ha producido numerosas denuncias de abusos sexuales y violaciones por parte de los empresarios agrarios contra estas trabajadoras, que nos dicen del nivel de impunidad del que gozan los llamados “señoritos” del campo.

Parece mentira que haya que explicarle a Álvarez que la patronal trata de contratar trabajadores en origen no por culpa de los “malvados” inmigrantes que les encanta trabajar por cuatro duros o de los “vagos” desempleados que se niegan a trabajar, sino porque estos capitalistas son unos miserables que tratan de exprimir y explotar hasta la última gota a lxs trabajadorxs migrantes mientras utilizan esta situación como excusa para empujar a la baja los salarios y condiciones del resto. Frente a eso lo que se necesita no es que lxs trabajadorxs desocupados acepten cualquier empleo precario que quiera ofrecerle la patronal, sino que se exija y se les imponga mejores condiciones en estos empleos.

La burocracia como columna vertebral del Régimen

Aunque para cualquier trabajador o trabajadora con un mínimo de conciencia de clase puede ser aberrante que la burocracia que dirige UGT abrace esta lógica, en realidad no es extraño. Vamos a ver por qué. Viendo la biografía de Pepe Álvarez, pero que podría aplicarse para otro miembro de los altos dirigentes CCOO o UGT, nos damos cuenta que es alguien totalmente ajeno, desde un punto de vista material y sociológico, a la clase obrera que dice representar. Este “sindicalista” es de profesión metalúrgico y empezó a trabajar en una fábrica de Barcelona a mediados de los 70. Se afilio a la UGT y desde el inicio de su vida laboral rápidamente ascendió en los órganos del sindicato. Desde finales de los 70 Pepe Álvarez está liberado por sus distintos roles como dirigente sindical. Por lo cual esta persona, que insinúa que lxs desempleados lo están porque son unos vagos, lleva sin pisar su centro de trabajo más de 40 años. Con esto no queremos decir que estemos en contra de los liberados sindicales en general, pero sí de los que llevan 40 años en el puesto, sin ningún control democrático de ninguna clase, cobrando sueldos millonarios y que encima echa la culpa de la precariedad a lxs inmigrantes e insinúa que las y los desempleados son unos vagos.

Más allá de la figura de Álvarez, las declaraciones del líder de UGT muestran como la burocracia sindical está formada por una casta parasitaria, totalmente alejada de la clase trabajadora, tanto materialmente como psicológica e incluso sentimentalmente.

Fuente: Izquierda Diario.

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