Se presenta públicamente Askatasunaren Bidean, colectivo crítico del MLNV

El portavoz de este colectivo, Fernando Lizeaga, ha declarado a los periodistas que “en nuestras asambleas no se ha planteado ni una sola vez el retorno a la utilización de las armas o de tirarnos al monte, es mentira, que quede definitivamente claro a todos” .

Lizeaga, que ha dicho que no han debatido por ahora sobre la creación de un partido, ha asegurado pasar “vergüenza” por la actuación de Sortu y la izquierda abertzale oficial.

“Que haya un ausencia total de lucha armada por parte de nuestro pueblo no entendemos que nos tenga que tirar a los brazos de nuestro enemigo, para nada. Somos capaces de mantener una lucha más digna sin armas”, ha comentado.

Fuente: www.deia.com

ASKATASUNAREN BIDEAN
Euskal preso eta iheslari ohiren batzarra

Traducción del texto original en Euskera
Somos militantes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, hombres y mujeres abertzales y socialistas revolucionarias de diferentes generaciones. Desde jóvenes hemos luchado a favor de la liberación nacional y social del Pueblo Trabajador Vasco y de los cuatros ejes del nacionalismo revolucionario: Independencia, Socialismo, Reunificación y Reeuskaldunización. Hace cerca de 50 años fue proclamado que nuestra lucha se sitúa en la línea del internacionalismo proletario, contra todos los imperialismos y socialchovinismos. Más tarde se enraizaron entre nuestros objetivos el Feminismo y el Ecologismo. En la militancia a favor de estos ideales liberadores hemos tenido que vivir la clandestinidad, la persecución, la huida, el exilio, la detención, la tortura, la cárcel, el sufrimiento tanto de nuestros familiares como de nuestras personas cercanas y queridas, y la muerte y el asesinato de muchas de nuestras compañeras y compañeros.
El nacionalismo revolucionario siempre ha perseguido la liberación global e integral del Pueblo Trabajador Vasco, es la negación radical de todas las formas de opresión. El Pueblo Trabajador Vasco está formado por todos los grupos y sectores oprimidos, de forma especial y principalmente por la Clase Obrera. Por eso, la lucha del Pueblo Trabajador Vasco tiene un carácter socialista revolucionario, en toda la extensión y profundidad que tiene este termino. El motor subjetivo de la Revolución Vasca es la conciencia nacional de clase.
Después de pasar largos años fuera de Euskal Herria, cuando hemos vuelto del exilio y/o salido de la cárcel esto es lo que hemos visto: en este comienzo del siglo XXI, las opresiones que sufre el Pueblo Trabajador Vasco siguen fundamentalmente siendo las mismas, tanto en el ámbito social como en el nacional, tanto en la dominación patriarcal como en la cultural, en los avances en el proceso de desaparición del Euskera y de la comunidad lingüística euskaldun, en la destrucción constante de la Madre Tierra, y aun más violentamente en la represión contra las y los que siguen en la lucha. Los estados opresores, que son herramientas implacables de las oligarquías de Francia y España, siguen constantemente dividiendo, oprimiendo, explotando, erdaldunizando, ocupando militarmente y condenando a la miseria extrema al Pueblo Trabajador Vasco, con la imprescindible colaboración de la burguesía autonomista vasco-española. Estas opresiones crudas y sangrientas se volvieron aun más duras a partir del estallido de la crisis global capitalista, durante los años 2006-2008. Y desde entonces se han ido progresivamente intensificando.

Sufrimos todos los días las opresiones cada vez más grandes que se llevan a cabo contra el Pueblo Trabajador Vasco: el paro, la pobreza, los desahucios y la precariedad; los terribles accidentes laborales; la explotación económica implacable; la degradación progresiva de los salarios y de las condiciones de trabajo; los recortes criminales en educación, sanidad y servicios sociales… Este es el futuro que el sistema ofrece a todas y todos los trabajadores vascos -obreras, empleados, operarias, agricultores, arrantzales y/o intelectuales- es decir, a las esclavas y esclavos asalariados. Miseria y represión.
Eso, y ademas, la constante violencia y terrorismo patriarcal contra las mujeres, la opresión nacional y la ocupación militar de nuestra patria, la desaparición progresiva del Euskera y el etnocidio contra los euskaldunes, la censura, la tortura, la cárcel, la intoxicación y el consumismo neurótico. Los estados español y francés han recuperado al fin el monopolio de la violencia, y lo utilizan despiadadamente para oprimirnos.

Ser ex-presos y ex-refugiados no nos convierte en ex-militantes. Al contrario, seguimos siendo militantes abertzales y socialistas revolucionarios. Queremos poner al servicio de la liberación nacional y social de Euskal Herria nuestro trabajo, energía, reflexiones y experiencias.
Por eso mismo queremos denunciar ante el Pueblo Trabajador Vasco, en voz alta y sin pelos en la lengua, que el cambio de estrategia realizado por la Izquierda Abertzale en estos últimos siete años no se ha limitado solamente al fin de la lucha armada, sino que ha ido mucho más lejos. Aquel cambio que al principio unos pocos vendieron como la “estrategia independentista eficaz”, hoy en día, siete años después, ha llevado al Movimiento de Liberación Nacional Vasco a una grave crisis.
Este cambio de estrategia ha sido una jugada hecha por una fracción reformista de la Izquierda Abertzale, para integrar nuestro movimiento en el sistema y liquidar el MLNV, la Revolución Vasca y hasta el propio abertzalismo socialista revolucionario. Esta maniobra, una vez disipadas las ilusiones, euforias y fascinaciones iniciales, ha creado en el seno del Pueblo Trabajador Vasco frustración, tristeza, desapego, desconfianza, confusión, despolitización y desmovilización, y ha bloqueado nuestra lucha de liberación nacional y social. La ha desactivado y debilitado profundamente. En la medida que somos militantes del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, no podemos de ninguna manera aceptar este cambio oportunista radical. Paso a paso, la fracción reformista que ha tomado el control de la Izquierda Abertzale está traicionando todos los principios del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. De forma vergonzosa en nuestra opinión, pero sin ninguna vergüenza por su parte.

La lucha de clases en el seno del MLNV siempre ha existido, entre los numerosos elementos reformistas y oportunistas de la pequeña burguesía vasca y los/las militantes abertzales y socialistas revolucionarias de la clase obrera vasca, para lograr la dirección y la hegemonía en el movimiento. Ha habido una cruda lucha ideológica y organizativa entre estas dos clases sociales. Este hecho ha producido muchas crisis y escisiones a lo largo de la historia, que no mencionaremos detalladamente aquí. En la amplia y larga historia del Pueblo Vasco también han sucedido muchas veces situaciones extremas parecidas. Por citar solamente tres, el abrazo de Bergara en el siglo XIX, la traición imperdonable cometida por el PNV en 1937 en Santoña, y hace cerca de cuarenta años, el putrefacto proceso de arrepentimiento de lo que en su día fue el bloque conformado por la organización PM, EIA y Euskadiko Ezkerra. Esta operación que se inició hace muchos años es de una orientación parecida a las anteriores. Por poner un hito cualitativamente significativo, nosotras y nosotros lo situamos en el 14 de noviembre de 2009. Aquel día, en la lamentable rueda de prensa realizada en nombre de la Izquierda Abertzale en Altsasu, la fracción reformista aceptó los principios Mitchell, tomando la representación de todo el MLNV aparentemente y de forma falsa. Y eso era mentira entonces y lo es aún más hoy en día.
Los principios Mitchell no son neutros. Se sitúan dentro de la estrategia contrainsurgente diseñada por el imperialismo anglosajón, para provocar en todo el mundo la derrota de los Movimientos Revolucionarios de Liberación Nacional de los Pueblos Trabajadores a todos los niveles. Así ha sucedido en Irlanda y en muchos otros sitios. Con esta astuta jugada, la fracción reformista y sus aliados y aliadas oportunistas quisieron dar jaque mate a los sectores abertzales y socialistas revolucionarios del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Y tenemos que confesar, de manera autocrítica, que en gran medida lo han conseguido. Después vino un chaparrón de iniciativas y comunicados: el documento Zutik Euskal Herria!, las declaraciones de Bruselas e Iruñea, el pacto Lortu arte, el acuerdo de Gernika, la legalización del partido Sortu, el nacimiento de las coaliciones Bildu, Amaiur y EHBildu, la disolución de las organizaciones Segi, Ekin y Askatasuna, la conferencia de Aiete, el fin definitivo de la lucha armada de ETA, la tomadura de pelo en Noruega, la rueda de prensa que algunos y algunas ex-presas dieron en Durango, la vía vasca hacia la paz de EHBildu, el Foro Social, las maniobras para desviar al EPPK de la línea de la Amnistía (el comunicado de 2013), la “vía Rufi” y “la línea Barrena”, aceptando la legislación penitenciaria destructora de los y las presas políticas vascas, y las mentiras de los y las jueces fascistas, etc… Fueron especialmente significativas las declaraciones que el líder supremo del reformismo hizo en el juicio en su contra en Madrid, en 2011.

Lo que al principio fue una pequeña y secreta fracción se ha convertido en algo totalmente mayoritario hoy en día en la Izquierda Abertzale, atrayendo hacia sus tesis y estrategia a los y las liberadas, responsables y direcciones de todas las estructuras, organizaciones y medios de comunicación de ésta.

Como consecuencia de esto, se han acentuado en el seno del Pueblo Trabajador Vasco la decepción y la desmovilización, poniendo en peligro hasta la misma liberación nacional y social. Tenemos que desmontar y deconstruir la filosofía y la neolingua que están detrás de esta operación política. Es una ideología tóxica y alienante. No es verdad que queramos y necesitemos una paz sin vencedores y vencidos. Queremos vencedores: el Pueblo Trabajador Vasco y el resto de los Pueblos Trabajadores. Y queremos vencidos: las oligarquías de Francia y España y el imperialismo internacional. Los opresores y los oprimidos.
No nos gusta la curiosa lengua que se está haciendo mayoritaria, en la cual las clases sociales se transforman en “ciudadanía”; la lucha de clases, en “relaciones laborales”; el Pueblo Trabajador Vasco, en “sociedad vasca”; la autodeterminación, en “derecho a decidir”; la negación de la existencia del Pueblo Vasco, en “déficit democrático”; el Socialismo, en “justicia social” o en “modelo económico nuevo”; los y las trabajadoras, en “ciudadanos y ciudadanas”; la explotación de la burguesía, en “convivencia democrática”; la dictadura del Capital, en “democracia”; la censura y la inquisición, en “tolerancia”; la violencia sistemática de los estados, en “paz”; el monopolio de la violencia que han recuperado las oligarquías, en “normalización”; el incesante terrorismo patriarcal, en “violencia de género”; las exigencias de oprimidas y oprimidos, en “derechos humanos”; las destrucciones ecocidas de la Madre Tierra, en “desarrollo sostenible”; la Restauración neofranquista de la Monarquía, “transición democrática”; el imperialismo, en “comunidad internacional”; las masacres de la OTAN, en “intervenciones humanitarias”; la tortura, en “excesos policiales”; las bandas de ladrones de la burguesía, en “partidos democráticos”; las agresiones criminales de los capitalistas, en “austeridad”; el etnocidio de la comunidad lingüística euskaldun, en “bilingüismo equilibrado” y “normalización del Euskera”; la Amnistía, en “solución a las consecuencias del conflicto”; los verdugos y torturadores fascistas, en “víctimas del terrorismo”; las fuerzas de ocupación, en “defensores de la ley”; los cipayos de la burguesía vasco-española, en “ertzainas”, los patrones explotadores, en “emprendedores”; rendirse ante el enemigo nacional y de clase, en “proceso de paz y resolución del conflicto”; ceder por la cara, en “unilateralidad”; la Revolución Vasca, en “fase y estrategia del pasado”; regalarle las armas al enemigo, en “dar solución a los instrumentos y las estructuras que se derivan de la actividad armada”; ponerse a las órdenes de los oportunistas, en “acumular fuerzas y lograr acuerdos”; el conflicto y la dialéctica revolucionarias, en “transversalidad”, la colonización, en “pluralismo y diversidad”…

Estas dos filosofías, formas de hablar y terminologías, por un lado la reformista y oportunista, y por otro la abertzale socialista revolucionaria, chocan frontalmente todos los días de forma clara e inevitable, tanto en la práctica como en la teoría. La unidad es imposible cuando en el mismo movimiento existen estrategias totalmente contrapuestas y líneas políticas absolutamente antagónicas. Algunos y algunas se quieren integrar en el juego, normas e instituciones del sistema capitalista español y francés, otros y otras, por el contrario, queremos destruir y hacer añicos el sistema de raíz, para poder construir una Euskal Herria euskaldun, independiente, reunificada y socialista. En crisis estratégicas tan graves como ésta, los juegos de mayoría/minoría nunca han funcionado. Jamás.
En la batalla teórica, ideológica y sociopolítica en torno a la Amnistía se revela, de modo paradigmático, el choque frontal entre las dos estrategias. Los y las reformistas dejaron de lado la Amnistía al principio, porque consideraban, en sus esquemas pretendidamente realistas, moderados e institucionalistas, que la ruptura realmente democrática con el régimen neofranquista del 78 que suponía y acarreaba la Amnistía Total era imposible. En consecuencia, comenzaron a transitar por vías posibilistas, apoyando salidas individuales y obligando constantemente al EPPK a aceptar la legalidad destructora de los estados opresores, pensando así que las dos oligarquías ablandarían siquiera un poco su política asesina y criminal contra los y las presas y refugiadas vascas. Miseria del posibilismo, porque por ese camino hasta las más pequeñas mejoras se hacen imposibles, ya que los enemigos se sienten fuertes y vencedores. El ejemplo, la dinámica de la sokatira: si dejas de tirar…
Ante esta deriva, militantes del MLNV decidieron organizar el Movimiento por la Amnistía y contra la Represión. La reacción del reformismo fue dura y fulminante. Anatemas y excomuniones. Pero el movimiento siguió adelante, extendiéndose a todo Euskal Herria. También se fortaleció, enraizándose en sectores cada vez más amplios del Pueblo Trabajador Vasco, especialmente entre los y las jóvenes. Y comenzó a movilizarse.
Viendo todo esto, el reformismo ha cambiado de táctica últimamente. La palabra Amnistía ya no es tabú en su lenguaje, como ha sido hasta hace muy poco, y han comenzado a utilizar el término, para mejor vaciarlo de su contenido liberador y revolucionario. Hicieron lo mismo con la desobediencia y la resistencia civil en la época de la ponencia Zutik Euskal Herria! La base de la Izquierda Abertzale les creyó. ¿Por qué no ahora? Muchas y muchos militantes llenos de buena voluntad han tragado ese anzuelo. Aparentemente los reformistas ahora se sitúan “en la dirección de la Amnistía”, pero en realidad, defienden la “vía Rufi/Barrena” con uñas y dientes.

Hoy en día la gente comienza a darse cuenta. La mentira tiene las patas cortas. La Izquierda Abertzale reformista tiene muchos recursos, como los tuvo en su día Euskadiko Ezkerra. Pero no tiene razón. Por eso se niegan a participar en cualquier debate político estratégico cara a cara.
Teniendo en cuenta la gravedad de la crisis del MLNV, en enero de este año empezamos a juntarnos algunos y algunas ex-presas y ex-refugiadas, en torno a tres ejes:
1.- Mantener la dignidad de la lucha, y hacer frente a todos los intentos de manipulación y reescritura de la historia del Pueblo Trabajador Vasco.
2.- No cerrar las puertas a un futuro libre y mejor a las nuevas generaciones.
3.- Dar nuestra solidaridad a las y los represaliados políticos vascos, y hacerles saber que ni uno solo se va a quedar tirado al borde del camino por no ceder al chantaje del enemigo. Denok ala inor ez! Dena ala ezer ez!
Reafirmamos nuestro compromiso e implicación con la lucha a favor de la liberación del Pueblo Trabajador Vasco y la estrategia de reconstrucción del Movimiento de Liberación Nacional, y ayudaremos y apoyaremos con todas nuestras fuerzas todas las iniciativas a favor de estos objetivos.
Expresaríamos muchas mas opiniones y reflexiones, pero es algo sabido que en el Reino de España no hay ningún tipo de libertad de expresión, y que los perros y siervos de la oligarquía neofranquista reprimen duramente toda idea y planteamiento realmente revolucionario. Y que lo mismo pasa en la V República totalitaria de la burguesía francesa, etnocida e imperialista.

Queremos hacer un llamamiento a todos y todas las militantes abertzales y socialistas revolucionarias que se identifican con los objetivos históricos del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, para que se autoorganicen pueblo a pueblo y barrio a barrio, en asambleas o de la manera que mejor les parezca, para llevar adelante la lucha por la liberación nacional y social del Pueblo Trabajador Vasco, en el camino del Estado Socialista Vasco. En la lucha para liberar a Euskal Herria, que cada una y uno tome su puesto, según sus fuerzas y deseos.

Gora Euskal Herria, askatuta eta sozialista!
Jotake, irabazi arte!
EUSKAL HERRI LANGILEAREN ASKATASUN OSOA HELBURU, BORROKA DA BIDE BAKARRA!

Texto completo en: http://www.lahaine.org/se-presenta-publicamente-quot-askatasunaren

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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