80.000 barceloneses se manifiestan contra el gobierno español, bajo el lema “tumbemos el régimen”, tras la jornada de lucha del 21-D

El gobierno español realizó ayer un consejo de ministros en la Llotja de Mar de Barcelona. Un acto que tanto la Generalitat como el pueblo catalán consideraban una provocación y respondieron con una jornada de lucha que culmino con una manifestación por la tarde.

80.000 barceloneses han llenado el Paseo de Gràcia de Barcelona con una manifestación unitaria y masiva, bajo el lema “tumbar el régimen”, y que cierra una nueva jornada de movilizaciones en la calle. Los manifestantes han querido mostrar así su rechazo a la celebración del Consejo de Ministros de Pedro Sánchez en Barcelona y lo han hecho sirviéndose de gritos de “independencia”, “libertades presos políticos” y alguno “fuera de las fuerzas de ocupación” o “1 de octubre, ni olvido ni perdón”.

La movilización desbordó las previsiones iniciales, puesto que la cabecera, detrás la cual destacaban las palabras “Freedom” (libertad) y “Peace” (paz) y que era formada por representantes de las organizaciones convocantes, se tenía que situar a los Jardinetsde Gracia y finalmente lo hizo a la altura de la Pedrera. Durante media hora, el gentío, con todo de esteladas, lazos amarillos, muchos también con bufandas amarillas para dar la bienvenida en invierno, a pesar de que no fue una tarde especialmente fría, y pancartas por la libertad de los presos políticos, bajó todo el paseo de Gracia iluminado con las luces de Navidad hasta la altura de la Gran Vía.

La manifestación ha sido convocada de forma unitaria, la Comisiò 21-D, formada por un conglomerado de asociaciones y entidades soberanistas, entre ellas la ANC, Òmnium, Arran, las juventudes de ERC, Universidades por la República, el SEPC o los sindicatos Intersindical IAC y la COS. La protesta ha transcurrido de manera reivindicativa pero pacífica, y no se han registrado incidentes. La ha sido encabezada por gente de la sociedad civil, anónima, y los representantes políticos (JxCat, el PDECat, ERC y la CUP) han hecho acto de presencia pero esta vez no se han posado al frente.

Las críticas a las fuerzas independentistas mayoritarias vinieron de la CUP, puesto que la diputada Maria Sirvent acusó el gobierno de “dar la espalda” a los soberanistas con su ausencia en la manifestación, mientras, en cambio, sentaba la vigilia “con el régimen del 78” al Palau de Pedralbes y con “la patronal que sistemáticamente vulnera derechos colectivos”, en la cena de Fomento del Trabajo. Sirvent denunciaba la actuación policial “absolutamente desproporcionada” de la mañana, que vulneró “todos los protocolos”, y remarcaba que la única violencia “lo está ejerciendo un estado que reprime derechos, y un gobierno catalán que ha decidido alinearse con esta manera de hacer”. De hecho, la portavoz de Arran, Nuria Martí, iba incluso más allá y evitaba condenar el lanzamiento de piedras contra la policía porque “no es violencia”. “Cualquier método de lucha es óptimo con objeto de hacer frente en un estado que no para de reprimir el pueblo catalán”.

Al final de la marcha han leído un manifiesto firmado por los convocantes dos de los afectados por la violencia policial del 1-O, Roger Español y Marta Torrecilla, así como la actriz Sílvia Bel. En él, las entidades han asegurado que se ha visto que no se puede dejar el proceso “sólo en manos de los partidos” y han anunciado un nuevo ciclo de movilizaciones “para recuperar la soberanía que se nos niega”.

Lectura del Manifiesto

La encargada de leer el manifiesto unitario de la manifestación ha sido la actriz Sílvia Bel, que ha reivindicado el papel de la sociedad civil en el Proceso. “Ya hemos visto que no lo podemos dejar en manos de los partidos (…) La única vez que tembló el estado español fue cuando el pueblo catalán emprendió jornadas como las del 1-O y el 3-O”, ha expresado entre los aplausos de los manifestantes. También ha anunciado un “ciclo de movilizaciones” que empiezan este 21 de diciembre para “recuperar la soberanía”.

El manifiesto de la Comisión del 21-D ha reivindicado la lucha “necesaria” para garantizar una “vida digna, una escuela pública de calidad o los derechos laborales”. Para los convocantes, “la Transición no fue nada más que una operación de blanqueo” y recriminan que no “se haya democratizado ningún órgano judicial” desde el franquismo. “El gobierno español no hace otra cosa que imponer su ley bajo la amenaza del 155”, ha lamentado la actriz. “El autonomismo es una ilusión”, ha sentenciado.

En el acto también han intervenido dos de los heridos por la violencia policial el 1 de Octubre: Roger Español, que perdió un ojo por una bala de goma, y Marta Torrecillas, que fue agredida por agentes policiales a la Escuela Pau Claris de Barcelona. Los dos han reivindicado el derecho de manifestación y han cargado contra las políticas del gobierno español. Pero también contra la actuación de la policía esta mañana. Roger Español denuncia la “respuesta represiva” ante el derecho de manifestación.

“Ha habido una respuesta punitiva y represiva del derecho a la manifestación”, ha afirmado Roger Español, que perdió el ojo el 1 de Octubre por una bala de goma de la Policía Nacional. Ha exigido el fin de la represión policial que, ha asegurado, se ha ejercido esta mañana contra los que se manifestaban contra el consejo de ministros.

Texto íntegro del Manifiesto:

Hoy, 21 de diciembre, el mismo día que hace un año de las elecciones impuestas por el gobierno de Rajoy, se ha celebrado un consejo de ministros en Barcelona que, a pesar de que se pretende vender como una reunión de contenido social, no es más que una excusa para justificar un nuevo despliegue de policía española y Guardia Civil en Cataluña. Un acto de provocación en toda regla de la mano de un gobierno que ha intentado mostrar una cara más amable y que ahora mostrará sus verdaderas intenciones.

Hace más de un año que más de dos millones de catalanes y catalanas ejercimos el derecho de autodeterminación y reflejamos, por medio de las urnas del Primero de Octubre, la voluntad de emprender un camino hacia la República catalana. Una acción de ejercicio democrático que ha estado (y continúa siendo) fuertemente represaliada por parte de un estado español que, ante un momento de crisis, demuestra que las estructuras antidemocráticas que construyó durante el franquismo continúan intactas.

La llamada transición no fue más que una operación de blanqueado que no ha democratizado órganos judiciales ni ha juzgado a ningún miembro del gobierno dictatorial. Por eso, el entendimiento ha estado y será imposible, y por eso el gobierno español, independientemente de su color, no hará otra cosa que intentar imponer su ley bajo la amenaza velada de un 155 eterno. Incluso, el autonomismo es una ilusión, cosa que quedó demostrada cuando el Tribunal Constitucional frenó medidas sociales aprobadas en el parlamento.

¿Poner fin al régimen, para vivir cómo?

A pesar de que en Cataluña ya se habían privatizado la mayoría de servicios públicos, desde el 2008, como consecuencia de la crisis, las condiciones de vida, los derechos sociales, económicos y culturales se han visto especialmente afectados y pauperizados y el machismo, el racismo y las agresiones al colectivo LGBTI crecen al mismo ritmo que la ultraderecha. La vivienda continúa sumando muertes y personas expulsadas de sus hogares, las listas de espera en sanidad continúan aumentando, el sistema de enseñanza continúa perdiendo recursos, la precariedad laboral se extiende por todas partes, se ataca el modelo de inmersión lingüística. Todos los ámbitos de la vida son expoliados por los intereses económicos y el autoritarismo.

En cuanto al último año, el retroceso democrático es estremecedor. No es normal la persecución a quien quiere ejercer la libertad de expresión. No es normal la represión a miembros de los CDR como el Adri Carrasco (exiliado en Bélgica) y Tamara Carrasco (con medidas cautelares que no permiten que salga de Viladecans). No es normal tener un gobierno votado en las urnas exiliado, y la otra mitad en la prisión, junto con líderes sociales, a punto de pasar por un juicio injusto y sin garantías, proceso que ha empezado este mismo 18 de diciembre. No es normal tener unas instituciones vaciadas de capacidad de gobierno que solo pueden cumplir funciones de gestión, como en la época de Franco. No es normal haber sufrido solo entre septiembre y diciembre del 2017 más de 139 ataques fascistas de manera impune, y esto sin conocer los datos de este año.

Es por todo ello que queda claro que, si queremos ejercer nuestro legítimo derecho a la autodeterminación, es para construir un nuevo país con unas estructuras sociales donde se vean reflejadas las luchas que cada día llevamos a cabo en multitud de frentes: luchas como la de los colectivos por la vivienda digna parando desahucios, el movimiento feminista, el carácter marcadamente antifascista de nuestra sociedad, la lucha para mantener nuestra escuela pública de calidad e inclusiva, la de los y las estudiantes universitarias, las organizaciones de defensa de la lengua y cultura, la lucha por los derechos laborales, la lucha por unas pensiones dignas, y un largo etcétera.

No se puede reclamar aquello que se da, pero sí aquello que se nos toma

Para hacer frente a esta situación hemos de plantar cara. Los últimos meses hemos visto que no se puede dejar todo en manos de los partidos políticos. El único momento en que el régimen tembló es cuando el pueblo catalán emprendió jornadas como las del 1 y el 3 de octubre, que en su transversalidad y diversidad fueron no solo el motor de las demandas, sino también el motor de las propuestas y de la construcción de un nuevo país más justo.

Para lograr los objetivos tenemos que estar organizadas y comprender que parte de la solución implica asumir que las instituciones no son solo de los representantes de los partidos políticos. En los últimos diez años se ha producido un cambio social profundo y es un hecho que las personas, el pueblo, hemos decidido que no permanecemos confiados en casa ni queremos delegar únicamente en los partidos nuestra participación política. Queremos ser parte activa y propositiva de la vida social y política del país. Es aquí donde radica la clave del cambio sustancial, de un poder constituyente que puede ser transformador.

Sobran motivos para luchar para derrocar e invalidar el régimen del 78 y constituir una nueva forma de organización social que garantice una vida digna. Por eso, haremos de este 21 de diciembre una jornada de lucha, y no será una lucha aislada sino el inicio de un ciclo de movilizaciones con el que recuperar la soberanía que se nos roba y niega, y que solo lograremos plenamente con la República catalana.

Tumbemos el régimen! Por los derechos sociales y políticos, por la autodeterminación, contra la represión!

La jornada de lucha

Tras la jornada de lucha, el balance es de 13 detenciones. Por otro lado, el Servicio de Emergencias Médicas (SEM) ha informado que a primera hora de la tarde ya había atendido 62 personas, 57 de las cuales lo han sido por contusiones. El departamento de Salud ha informado que 15 personas más han ido a centros sanitarios de Barcelona.

Por la mañana la actividad ha empezado muy temprano, con cortes a las carreteras a varios lugares del Principado. Después, el foco se ha trasladado a la Llotja de Mar y el alrededor, donde había un fuerte dispositivo de seguridad para garantizar la reunión. Durante la mañana, ha habido movilizaciones populares con forma de tres columnas que han rodeado el perímetro de seguridad y actos reivindicativos como el que ha organizado Òmnium Cultural. Os ofrecemos un resumen en imágenes.

Desde primeras horas de la mañana, tres columnas con miles de manifestantes habían rodeado la Llotja de Mar: una por la vía Laietana, una por el Moll de Madera y otra por la calle Comercio. La avenida del Paralelo –por donde pasaba la columna que se dirigía al Moll de la Madera– ha sido el punto más caliente.

En el entorno del Paralelo se ha concentrado un grupo de encapuchados y los Mossos han hecho varias cargas. Según fuentes policiales, algunos manifestantes han lanzado pintura. Los concentrados también han lanzado bengalas, que han llenado la vía de humo rojo. La tensión a Astilleros y Paralelo se ha mantenido a lo largo de toda la mañana, con cargas puntuales y lanzamiento de objetos.

El punto donde se ha concentrado más gente en primera hora ha sido la vía Laietana. A las 9 de la mañana los Mossos han hecho una detención miedo desórdenes públicos. Los manifestantes han ocupado la vía y han empezado a avanzar hacia la Llotja, cono consignas contra los Mossos y cono gritos de “Libertad tomados políticos”.

A pesar de que la convocatoria lo han hecho los CDR, los colectivos que se han concentrado a las tres columnas han sido diversos. A la Estación de Francia, por ejemplo, se han agrupado desde las 8 de la mañana miembros de Médicos por la República, Bomberos de Barcelona y estibadores del puerto. Los cuerpos policiales habían establecido desde primera hora una primera zona de seguridad alrededor de la Llotja de Mar, custodiada por agentes de la Policía Nacional.

(Fuentes: Vilaweb / Ara.cat / El Nacional.cat / El Punt-Avui)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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