La CUP llama a los catalanes a la desobediencia civil

Miles de personas han participado este sábado en una manifestación convocada por la CUP en la Barcelona para reivindicar la desobediencia abierta a los tribunales españoles que investigan a cargos electos de los municipios catalanes, después de que estos impulsaran en sus ayuntamientos mociones de apoyo a la declaración del 9N del Parlament, con el que se daba inicio al “proceso de desconexión” de Catalunya.

La manifestación, en la que han participado 10.000 personas según los organizadores y 1.700 según la Guardia Urbana, había sido convocada por la formación anticapitalista bajo el lema “Por las libertades, ¡avancemos!”, enmarcada en la campaña “Sin miedo” con la que el partido de la izquierda independentista impulsa la desobediencia institucional a todos los niveles. Los cupaires quieren volver a encender la movilización popular en un momento en que el independentismo parece más encerrado en las instituciones. “En la calle empezó el procés, en la calle continúa y solo en la calle acabará”, ha asegurado el diputado de la CUP Benet Salellas al comienzo de la manifestación, en plaza Univeristat.

El recorrido ha pintado de rosa las calles del centro de Barcelona, acabando en plaza Sant Jaume, donde desde un escenario han intervenido el alcalde de  Vilassar de Dalt, Xavier Godàs, y la alcaldesa de Berga, Montse Venturós, que se negó a declarar ante un juez por no retirar una estalada del ayuntamiento. La de Berga ha cerrado el acto con un poema de Joan Margarit y entre gritos de “sin desobediencia no hay independencia”.

Además de los diputados de la CUP y buena parte de sus alcaldes y concejales, a la marcha se han sumado los portavoces de ERC en el Congreso y en el Ayuntamiento de Barcelona, Joan Tardà y Alfred Bosch, los tenientes de alcaldía de Barcelona en Comú, Gerardo Pisarello, Jaume Asens y la concejal Gala Pin, además del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, la vicepresidenta de la ANC, Rosa Alentorn y el vicepresidente de la AMI, el cupaire Eduard Calvo.

Horas antes de la manifestación, el candidato de Convergència a las elecciones generales, Francesc Homs, había cargado contra el acto de la CUP, a quienes ha acusado de haber “roto la sonrisa del procés” al apostar por la confrontación institucional y negarse a investir a Artur Mas como president. Homs, que durante la última campaña centró sus mensajes en atacar a los anticapitalistas, ha considerado que “las formas de hacer política de la CUP son de macho alfa”. A ello han respondido por la tarde las diputadas de la CUP, Mireia Vehí, Anna Gabriel y Eulàlia Reguant con un tweet desde la cuenta oficial del partido.

También polémica ha sido la actuación de la ANC, que no había convocado a la manifestación. Después de que la candidatura alternativa a la actual dirección y una parte del secretariado haya anunciado que acudiría al acto, el presidente de la organización ha colgado un tweet asegurando que se dirigía a la manifestación, y recordando que ya había dado apoyo a otros cargos electos imputados por su actividad independentista, como Joan Coma, Montse Venturós o Artur Mas.

CUP 1

“Que ningún tribunal nos haga callar”

La CUP leyó en la manifestación un documento que llama a la “desobediencia” de leyes injustas y a no acallar voces ante decisiones de los tribunales estatales. El diputado de JxSí, Lluís Llach, ha firmado la propuesta entre muchos otros.

Ante los requerimientos y citaciones de cargos electos, creemos que hay una clara voluntad del Estado de atemorizar a la sociedad catalana” reza el documento titulado ‘Por las libertades, avancemos. Que ningún tribunal nos haga callar’.

Lo consideran inaceptable en un esquema de democracia, libertad y plena garantía de derechos civiles, por lo que llaman al conjunto de la sociedad y en especial a las fuerzas democráticas catalanas a “plantarse ante la persecución de las ideas”.

“En ningún Estado ni sociedad democrática es concebible la persecución de cargos electos, ayuntamientos ni ciudadanía en general por expresar ideas”, y añaden que tampoco lo es perseguir y procesar a sindicalistas por ejercer el derecho a huelga.

Instan a no permitir que el Estado “ponga bajo investigación y juicio” a concejales por promover debates y opiniones democráticas sobre cómo creen que debería ser el futuro de Catalunya. “Tampoco podemos permitir que se judicialice la política catalana, suspendiendo leyes en el Tribunal Constitucional” que habían sido aprobadas en el Parlament.

Por todos esos motivos reclaman a las instituciones catalanas, “empezando por la Generalitat”, que aseguren la cobertura política, legal y económica de los encausados, para garantizar el apoyo a cualquier decisión que pueda tomar sobre su situación, incluida la desobediencia a leyes injustas.

Entre los firmantes, aparte de Llach, están los exdiputados de la CUP Antonio Baños y David Fernández; los economistas Arcadi Oliveres y Elisenda Paluzié; el candidato de ERC al Congreso Joan Tardà; el eurodiputado republicano Ernest Maragall, y el exvicepresidente de la Generalitat Josep-Lluís Carod-Rovira.

El manifiesto también cuenta con la firma del miembro del Consell Nacional de CDC Víctor Terradelles; el teniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens (Bcomú); la escritora Empar Moliner; las activistas Teresa Forcadas y Eva Fernández, y el antropólogo Manuel Delgado.

CUP 2

(Fuentes: el diario.es / arainfo / 20 Minutos)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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