27 países y 0 pruebas: Cómo el caso Skripal desembocó en una crisis diplomática artificial con Rusia provocada por los británicos
En un plazo de tan solo tres semanas, el trágico suceso que se produjo en la ciudad británica de Salisbury, donde fueron envenenados el ex doble agente ruso, Serguéi Skripal, y su hija Yulia, ha desembocado en una crisis diplomática sin precedentes provocada por los británicos, en la que se encuentran involucrados más de 20 países.
Este 26 de marzo, EE.UU. anunció la expulsión de 60 diplomáticos rusos. Otros 24 países, entre ellos 17 Estados miembros de la Unión Europea (UE) han anunciado medidas similares, aunque a menor escala. ¿Cómo ha evolucionado el escándalo y por qué ha llevado a unas consecuencias tan graves?
El 4 de marzo, Serguéi Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron hallados inconscientes en un banco en el centro comercial The Maltings, en Salisbury, tras haber sido envenenados por una sustancia tóxica. Ambos fueron trasladados a un hospital en estado crítico. Pocos días después, se informó que se trataba de un envenenamiento deliberado con un agente nervioso, aunque no se reveló cuál era el veneno.
¿Quién era Serguéi Skripal?
En el 2004, el excoronel del Departamento General de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia (GRU, por sus siglas en ruso), fue arrestado por el Servicio Federal de Seguridad ruso después de que se descubriera que durante su servicio en el Ejército en 1995, fue reclutado por los servicios de inteligencia del Reino Unido y les pasó información considerada secreto de Estado. En el 2006, el Tribunal Militar del Distrito de Moscú condenó a Skripal a cumplir 13 años en una prisión de máxima seguridad.
Sin embargo, en el 2010, el entonces presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, le indultó junto a otros tres ciudadanos rusos condenados por espionaje a favor de Estados Unidos y el Reino Unido. Así, en el 2010 los cuatro fueron intercambiados por 10 personas retenidas por las autoridades estadounidenses acusadas de espiar a favor de Moscú. Tras su liberación, Skripal se refugió en territorio británico.
Ultimátum de 36 horas
A pesar de que la investigación del caso acababa de comenzar, eso no impidió que varios medios occidentales empezaran a especular enseguida sobre el supuesto papel de Rusia en el suceso. No obstante, el 12 de marzo, fue la propia primera ministra británica, Theresa May, quien, sin presentar pruebas al respecto, afirmó que era “muy probable que Rusia fuera responsable” del envenenamiento. Según May, el ataque se realizó utilizando “un agente neurotóxico de uso militar del tipo producido en Rusia”, llamado ‘Novichok’, y dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones.
La jefa del Gobierno británico destacó que el ataque fue un acto directo del Estado ruso contra el Reino Unido o el Gobierno ruso permitió que este agente tóxico cayera en las manos equivocadas. “O fue un acto directo del Estado ruso contra nuestro país, o el Gobierno ruso perdió el control de este agente nervioso potencial y catastróficamente dañino y le permitió llegar a manos de otros”, sugirió la primera ministra.
Rusia no proporcionó la información exigida debido a que no había obtenido ninguna muestra del agente neurotóxico utilizado contra Skripal. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, afirmó que según la Convención sobre armas químicas, el Reino Unido tenía que haberse dirigido directamente al país sospechoso de haber utilizado la sustancia, proporcionándole acceso a la misma.
Expulsión de los diplomáticos
El 14 de marzo, May calificó a Rusia como “culpable” del incidente y anunció medidas en contra del país, incluida la expulsión de 23 diplomáticos. Al mismo tiempo, a pesar de que Rusia se mostró abierta desde el primer momento a colaborar en la investigación del caso, Londres se negó a proporcionarle a Moscú acceso a los materiales de la investigación sin explicar claramente los motivos. “El argumento principal de Theresa May en cuanto a la culpabilidad de Rusia es ‘highly likely’ [altamente probable, en español, fue la expresión utilizada por la premier británica]”, ironizó Serguéi Lavrov.
Adicionalmente, Rusia presentó un proyecto de declaración breve y fáctico al Consejo de Seguridad de la ONU en el que se instaba a todos los países interesados a “consultar y cooperar en la investigación” para construir un “mundo libre de armas químicas”, pero el Reino Unido bloqueó la propuesta. “Es obvio que se está ocultando la verdad”, denunció la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova.
El 17 de marzo, en respuesta a Londres, el Gobierno ruso decidió tomar una medida recíproca y calificó de personas no gratas a 23 diplomáticos del Reino Unido.
El agente tóxico Novichok
A pesar de que May asegurara que el agente tóxico Novichok, supuestamente utilizado contra Skripal y su hija, fue “producido en Rusia”, Moscú denunció que tanto el Reino Unido como EE.UU. trabajaron en el desarrollo de esta sustancia y existen razones para pensar que el agente podría haber sido producido en el propio territorio británico.
“Les daré la opinión de un químico profesional: para que los especialistas británicos puedan con total confianza establecer que este gas es exactamente el Novichok, y no algún otro, ellos sin falta deben tener lo que se llama ‘un estándar de control’. Para probar que se trata del compuesto en cuestión, hay que compararlo con el estándar correspondiente. Si los británicos dicen que se trata del gas Novichok, entonces a priori tienen un estándar de esta sustancia, así como su colección y su fórmula”, explicó el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia.
“Desde los años 1970, en Europa Occidental se realizaban trabajos para desarrollar sustancias tóxicas de nueva generación. El Reino Unido era y sigue siendo uno de los países que están realizando dicho programa, y tiene unos conocimientos y una experiencia enorme en el desarrollo de estas sustancias”, anunció a su vez el jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica, Ígor Kiríllov. En cuanto al caso Skripal, Kiríllov afirmó que es posible crear gas Novichok usando un equipamiento especial y conociendo la fórmula publicada en el libro de Vil Mirzayánov en el 2008. En la obra también se describía en detalle el proceso de síntesis de dicha sustancia.
“Solidaridad incondicional con el Reino Unido”
Sin embargo, la falta de argumentos convincentes no impidió que varios países expresaran su apoyo al Reino Unido, incluida Alemania, Francia y EE.UU. “¿Basándose en qué se hacen semejantes declaraciones? ¿Les entregaron datos de algún tipo? […] A nosotros nadie nos ha entregado nada, a la OPAQ nadie le ha entregado nada. Existe lo que se llaman pruebas, materiales, muestras de la sustancia encontrada. ¿Alguien además de las autoridades británicas tiene estos datos? Nadie”, expuso Zajárova. “¿Cómo puedes solidarizarte con algo que no comprendes porque no tienes datos originales concretos?”, se preguntó la diplomática.
No obstante, el 23 de marzo, el Consejo Europeo adoptó una declaración sobre el caso Skripal en la que afirmaba compartir “la evaluación del Gobierno del Reino Unido”, que considera “muy probable” que Rusia fuera la responsable del ataque, en el sentido de que “no hay una explicación alternativa plausible”. “Mantenemos una solidaridad incondicional con el Reino Unido frente a este grave desafío a nuestra seguridad compartida”, afirmó la declaración.
En respuesta, Moscú denunció que “la formulación empleada por la UE, que atribuye a Rusia la responsabilidad de lo ocurrido solo a partir de que no hay otra explicación alternativa verosímil, constituye otra acusación infundada contra nosotros”. Según el Ministerio de Exteriores ruso, la UE “prefirió seguir el curso de la nueva campaña antirrusa lanzada por Londres y sus aliados transatlánticos con el objetivo evidente de poner un obstáculo más a la normalización de la situación en el continente europeo”.
27 países expulsan a diplomáticos rusos
El escándalo alcanzó su auge este 26 de marzo, cuando EE.UU., 17 Estados miembros de la UE, así como Canadá, Ucrania, Noruega, Albania, Australia, Macedonia y Moldavia decidieron expulsar a diplomáticos rusos del territorio de sus respectivos países. Alemania, Polonia y Francia confirmaron que cada país expulsará a cuatro diplomáticos rusos en relación con el caso Skripal. La República Checa, por su parte, decidió expulsar a tres diplomáticos rusos.
Lituania anunció que expulsará a tres, incluidos dos agregados militares, mientras que Letonia expulsará a otro y a un empleado de Aeroflot. Estonia, por su parte, anunció la expulsión del agregado militar de la Embajada rusa en el país báltico. Suecia, Rumania, Croacia, Finlandia y Hungría anunciaron que expulsan a un funcionario de la diplomacia rusa, cada uno. Dinamarca, así como los Países Bajos, Italia y España optaron por expulsar del país a dos funcionarios rusos cada uno.
El presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, anunció por su parte, que Kiev expulsa a 13 diplomáticos rusos. Medidas similares decidió tomar Canadá, que anunció la expulsión de cuatro diplomáticos de Moscú por el mismo motivo. Albania, por su parte, decidió enviar fuera de su territorio a dos funcionarios de la diplomacia rusa.
También se sumó Noruega, al anunciar la salida de un funcionario ruso. Posteriormente, Macedonia y Australia se sumaron a la posición británica, con la expulsión de uno y dos diplomáticos respectivamente.
Mientras tanto, EE.UU. expulsó el mayor número de diplomáticos: 48 empleados de las sedes diplomáticas rusas así como 12 empleados de la misión de Rusia en la ONU. Además, el Gobierno de EE.UU. ordenó el cierre del Consulado de Rusia en Seattle.
El 27 de marzo, la televisión irlandesa RTÉ, con referencias al Gobierno nacional, ha anunciado la expulsión de un diplomático ruso en relación con el incidente en Salisbury. Horas después, el Ministerio de Exteriores de Moldavia ha anunciado que su país expulsará a tres diplomáticos de Rusia por las mismas razones. Mientras tanto, el Gobierno de Bélgica ha optado por expulsar a un funcionario de la diplomacia rusa.
“EE.UU. está destruyendo lo poco que quedaba de las relaciones ruso-estadounidenses” y tendrá “toda la responsabilidad de las consecuencias”, respondió el embajador de Rusia en EE.UU., Anatoli Antónov. Antónov expresó “una firme protesta por las acciones ilegales de EE.UU.” y subrayó que “hasta hoy, no existe ni una sola prueba de la injerencia de Rusia en la investigación del caso, ni de su participación en la tragedia que se produjo en Salisbury”.
A su vez, el Ministerio de Exteriores de Rusia condenó este acto, que confirma “la tan mentada solidaridad con Londres” y denunció que “las autoridades del Reino Unido adoptaron una postura preconcebida, sesgada e hipócrita” al presentar acusaciones infundadas. “A pesar de nuestras reiteradas solicitudes a Londres, la parte rusa no dispone de ninguna información al respecto”, criticó el Ministerio, que también prometió ofrecer una respuesta a este “paso hostil”.
Desde Exteriores denunciaron que con el paso adoptado “los aliados del Reino Unido siguen ciegamente el principio de la unidad euroatlántica a expensas del sentido común, las normas del diálogo interestatal civilizado y los principios del derecho internacional”.
(Fuente: Russia Today – RT)
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