Mercadona en Portugal recurre a todos los abusos: «ataques a trabajadores enfermos, estudiantes, madres y padres»
Mercadona, la famosa cadena de supermercados valenciana que entró como nuevo marca en Portugal en 2019, está desplegando una acción «represiva» en absoluto nueva en el mundo de la gran distribución portuguesa. En un comunicado, el Sindicato de Trabajadores de Comercio, Oficinas y Servicios de Portugal (CESP/CGTP-IN), denuncia varios “comportamientos ilegales” de la empresa, dirigidos especialmente contra los trabajadores que intentan ejercer sus derechos, libertades y garantías según informa Abril Abril.
Uno de los ejemplos señalados por el sindicato está relacionado con la insistencia de Mercadona “en marcar las ausencias injustificadas el primer día de baja médica”, alegando que los trabajadores, que estaban enfermos, “no avisaron a tiempo de que iban a estar ausentes”. Es decir, los trabajadores reciben ausencias injustificadas por no planificar adecuadamente el momento en el que van a tener problemas que requieren atención sanitaria.
“Nadie puede predecir cuándo se va a enfermar, pero la empresa no tiene intención de cambiar esta actitud”, acusa el sindicato: este comportamiento de Mercadona “es ilegal”. La CESP invita a todos los trabajadores de la empresa que se encuentren en esta situación a ponerse en contacto con el sindicato, para que, entre todos, puedan exigir a Mercadona el «cumplimiento de la Ley».
Además de las bajas médicas, Mercadona “sigue reprimiendo a los trabajadores estudiantes y a los trabajadores con flexibilidad horaria para acompañar a sus hijos menores de edad”, cambiando horarios o trasladando las tiendas en las que los trabajadores ejercen su profesión a otros, a cien kilómetros de distancia.
Todas las propuestas para mejorar las condiciones fueron rechazadas por Mercadona
El pasado 2 de abril de 2025, Mercadona fue galardonada con los premios Qcomes “por su compromiso con la excelencia en la distribución agroalimentaria y el fomento de la unidad de la cadena alimentaria”. Este esfuerzo no se extiende a la valoración de los trabajadores de la empresa, como se evidenció en el rechazo a cada una de las 15 demandas presentadas por CESP en las negociaciones.
Entre las propuestas que Mercadona se negó a aceptar se encuentra un aumento salarial del 15%, con un mínimo de 150 euros para todos, 25 días de vacaciones, la reducción de la jornada laboral a 35 horas y la garantía de que dos de los días libres sean consecutivos. Además de todas estas demandas concretas, a las que se suma una subvención del 15% para los trabajos realizados en zonas con temperaturas controladas, una subvención alimentaria de 10 euros o un descanso de 15 minutos, la empresa también rechazó una serie de principios básicos.
Cosas tan sencillas como garantizar “el acceso de los trabajadores a los Recursos Humanos de la empresa”, revelar los contactos a través de las distintas tiendas, “el respeto de los derechos de los padres y del estatuto del estudiante trabajador” tal y como se define en la legislación portuguesa o el fin de “la presión y la represión en el lugar de trabajo” son, aparentemente, obstáculos para el funcionamiento normal de la empresa. Si “Mercadona no está por encima de la ley”, como afirma el CESP, los trabajadores, “afiliados al sindicato”, tienen la oportunidad de demostrarlo aquí.
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