
Colectivos pro-palestinos de Almería han hecho llegar a nuestra redacción una nota de protesta sobre la situación que se vivió el pasado 23 de agosto durante el acto de inauguración por parte de la alcaldesa del PP, María del Mar Vázquez, de la Feria de Almería, que comenzó ese mismo día y se extenderá hasta el 30 de agosto.
Nos informan que la intención de este pequeño grupo de solidarios con Palestina era simplemente la de estar presentes en dicho acto con unas cuantas banderas palestinas y con unos cartelones de mano para denunciar el genocidio que el ente sionista y sus aliados occidentales están llevando contra el pueblo palestino. Se pretendía hacerlo en silencio, sin ninguna intención de boicotear el acto festivo y con la única pretensión de que Palestina estuviera presente y que se recordara que en estos momentos, está ocurriendo un genocidio contra todo un pueblo ante la indiferencia o el apoyo expreso o larvado de gobiernos occidentales y de instituciones como el Ayuntamiento de Almería que no ha tenido ni un solo gesto hacia el sufrimiento palestino, mientras que nada más iniciarse la operación especial de la Federación Rusa en Ucrania, le faltó tiempo al ayuntamiento para poner una enorme bandera ucraniana y hacer declaraciones y participar en actos de apoyo al régimen ucronazi de Zelensky.

Cuando estaban llegando al lugar del acto, junto a la portada de la Feria, fueron retenidos por parte de una barrera de policías nacionales, que no sólo no quisieron dar explicaciones de por qué les impedían el paso a un acto público, sino que algunos de ellos mostraron animadversión en sus caras, en sus gestos y en la manera de dirigirse hacia las personas solidarias con Palestina. Además de policías nacionales de uniforme, se encontraban rodeando al grupo, otros cuantos de paisano. También denuncian en su escrito que se les pidió la documentación y que hasta que no acabó el acto no les dejaron moverse libremente.
No obstante a pesar de la represión policial, nos cuentan que el objetivo se cumplió casi mejor de lo esperado, porque al ser retenidos por la policía, decidieron descartar la decisión de estar en silencio y durante todo el tiempo que duró la ceremonia de inauguración de la Feria, no pararon de enarbolar las banderas palestinas y de gritar contra la represión y sobre todo consignas en apoyo al pueblo palestino y el boicot al ente sionista. Gritos que llegaron con claridad al lugar donde se encontraban autoridades, políticos y toda esa ralea de aduladores del poder, incluidos los periodistas. La cara de la alcaldesa, que no paraba de mirar al grupo de donde salían las consignas, lo decía todo.
Acaban estos militantes propalestinos almerienses diciendo que el objetivo que llevaban se cumplió, el que Palestina y su sufrimiento estuvieran presentes en el acto. Y también que, no por voluntad de ellos sino, por culpa de la represión policial, el acto oficial de inauguración de la Feria de Almería, quedó bastante agriado.