La “Guerra del Terror” puede estar a punto de golpear a Europa

Ucrania, para la primavera de 2023, puede reducirse a muy poco. En esa situación el Plan A imperial sigue siendo la Afganización total: tienen planificado operar con un ejército de mercenarios capaces de desestabilizar y/o realizar incursiones terroristas en la Federación Rusa.

Nunca subestimes un Imperio herido y en descomposición que se derrumba en tiempo real. Los funcionarios imperiales, incluso los con “capacidad diplomática”, continúan declarando descaradamente que su control excepcionalista sobre el mundo es obligatorio.

Y si surgen competidores que le quiten el centro de atención a la oligarquía estadounidense es, por supuesto, un anatema absoluto.

El modus operandi imperial frente a competidores geopolíticos y geoeconómicos sigue siendo el mismo: avalancha de sanciones, embargos, bloqueos económicos, medidas proteccionistas, cancelar la cultura, amenazas varias, armar a naciones vecinas,etc. Pero, sobre todo, una retórica belicista, elevada a un punto álgido.

La potencia hegemónica puede ser “transparente” al menos en este aspecto porque todavía controla una red internacional de instituciones, organismos financieros, políticos, direcciones ejecutivas, agencias de propaganda, medios de comunicación y la industria de la cultura pop. De ahí esa supuesta invulnerabilidad estadounidense que engendra insolencia.

Pánico en el “jardín”

La voladura de Nord Stream 1 y Nord Stream 2 (todo el mundo sabe en Europa quién lo hizo, pero no se nombra al culpable)– ha llevado al siguiente nivel el proyecto imperial de cortar la energía rusa barata para Europa y destruir la economía alemana.

Desde la perspectiva imperial, la trama secundaria es el surgimiento de un Intermarium controlado por Estados Unidos, desde el Báltico y el Adriático hasta el Mar Negro, liderado por Polonia, que ejercería una especie de nueva hegemonía en Europa .

Pero tal como están las cosas, este proyecto sigue siendo un sueño húmedo.

En la dudosa “investigación” de lo que realmente sucedió con NS y NS2, Suecia fue elegida como The Cleaner, como si fuera una secuela del thriller policial Pulp Fiction de Quentin Tarantino . Es por eso que los resultados de la “investigación” no se pueden compartir con Rusia. El Cleaner estaba allí para borrar cualquier evidencia incriminatoria.

En cuanto a los alemanes, aceptaron de buena gana el papel de chivos expiatorios. Berlín afirmó que fue sabotaje, pero no se atrevió a decir quién lo hizo.

En realidad, es sabotaje es tan siniestro como parece, porque Suecia, Dinamarca y Alemania, y toda la UE, saben que si realmente se enfrentan al Imperio, denunciándolo en público, el Imperio contraatacará fabricando una guerra en suelo europeo. Se trata de miedo, y no de miedo a Rusia.

El Imperio simplemente no puede darse el lujo de perder el “jardín”. Y las élites del “jardín” con un coeficiente intelectual superior a la temperatura ambiente saben que están tratando con una entidad asesina que simplemente no puede ser apaciguada por sus débiles gobiernos.

Mientras tanto, la llegada del General Winter presagia un descenso socioeconómico y una oscuridad inimaginable hace solo unos meses en el “jardín” de Borrell, que se hallaba tan lejos de los “ruidos de la jungla”.

Pues a partir de ahora la barbarie empieza por casa. Y los europeos deberían agradecer al “aliado” estadounidense por ello, un aliado que ha manipulado hábilmente a las élites temerosas y vasallas de Bruselas.

Sin embargo, mucho más peligroso es un espectro que muy pocos son capaces de identificar: la inminente sirización de Europa. Esto podría ser una consecuencia directa de la debacle de la OTAN en Ucrania.

El imperio sabe que sus perspectivas en el campo de batalla de Ucrania son sombrías. La Operación Militar Especial (SMO) de Rusia se ha transformado en una Operación Antiterrorista (CTO): Moscú ahora caracteriza abiertamente a Kiev como un régimen terrorista.

Todo indica que el dial de dolor irá aumentando gradualmente, los ataques quirúrgicos contra la infraestructura de energía/electricidad de Ucrania pueden llegar a paralizar por completo la economía y el ejército de Kiev. Y para diciembre, está la llegada al frente (y a la retaguardia) de un contingente debidamente entrenado y altamente motivado.

La única pregunta se refiere a los tiempos. Moscú está ahora en el proceso de descabezar de forma lenta pero segura a los neonazis de Kiev y, en última instancia, de aplastar a la “unidad” de la OTAN.

El desastre de la economía de la UE es inevitable . Y en el mundo real – fuera del Occidente colectivo – el Sur Global, está con Rusia, desde África y América Latina hasta Asia Occidental, incluso algunas naciones de la UE.

Es Moscú, y significativamente no Beijing, el país que está destrozando el “orden internacional basado en reglas”, el orden impuesto por el imperio. Lo está haciendo basado en el poder de sus recursos naturales, en su capacidad para proveer de granos alimenticios y en una política de seguridad confiable.

En coordinación con China, Irán (y los principales países de Eurasia), la Federación Rusa está trabajando para desmantelar las organizaciones internacionales controladas por Estados Unidos y en paralelo el Sur Global se está volviendo prácticamente inmune a las operaciones psicológicas de la OTAN.

En el campo de batalla de Ucrania, la cruzada de la OTAN contra Rusia está condenada al fracaso. Esto, a pesar que en nodos estratégicos las fuerzas de combate están compuestas en un 80 por ciento con personal proveniente directamente de la OTAN. Pero, tanto los “Wunderwaffen” como los HIMARS han resultado ser insuficientes y dependiendo del resultado de las elecciones EEUU el envío de armas imperiales se secará en 2023.

La sirización de Europa

Ucrania, para la primavera de 2023, puede reducirse a muy poco. En esa situación el Plan A imperial sigue siendo la Afganización total: tienen planificado operar con un ejército de mercenarios capaces de desestabilizar y/o realizar incursiones terroristas en la Federación Rusa.

No hay que olvidar que Europa está salpicada de bases militares estadounidenses. Y que todas estas instalaciones militares pueden desempeñar el papel de bases para los terroristas, algo muy parecido a lo que hicieron en Siria.

Tampoco hay que olvidar que aunque Estados Unidos perdió la guerra en Siria, sus servicios de inteligencia lograron instrumentalizar a los yihadistas, el resultado es que aún el imperio no ha sido expulsado de ese nación árabe.

En el proceso de sirización de Europa, las bases militares estadounidenses pueden convertirse en centros para “entrenar” escuadrones de emigrados de Europa del Este, cuya única oportunidad laboral, aparte del negocio de las drogas, será “trabajar” como mercenarios imperiales, luchando contra cualquier foco de desobediencia civil que surja en una Unión Europea empobrecida.

No hace falta decir que este Nuevo Ejército Modelo será sancionado favorablemente por la EUrocracia de Bruselas, que como hemos visto se ha transformado en el brazo de relaciones públicas de la OTAN.

Una UE desindustrializada, en permanente conflicto interno, donde la OTAN desempeña el papel de Robocop, es lo que han soñado y planificado los straussianos/neoconservadores estadounidenses. En ese escenario perfecto la isla de la prosperidad sería nuevamente la economía estadounidense, el destino ideal para el Capital Global, incluido el Capital Europeo.

El Imperio “perdería” su proyecto favorito, Ucrania, pero se haría dueño absoluto del “jardín” europeo.

Fuente: observatoriocrisis Autor: Pepe Escobar

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