(Euskal Herria) La tortura en las comisarías: 93 casos declarados este año en la Comunidad Aútonoma Vasca

La Comisión de Valoración de Solicitudes de Víctimas de Violencia de Estado ha dado este año el visto bueno a los testimonios de 75 personas que han sufrido torturas policiales y ha publicado los terribles malos tratos que han relatado. Predominan las torturas por violencia sexual.

La Ley 12/2016 de «abusos policiales» ha dado lugar en los últimos años a la creación de una Comisión de Valoración de las Demandas de las Víctimas de la Violencia de Estado. Esta comisión ha presentado recientemente en el Parlamento Vasco de Vitoria-Gasteiz (Álava) su informe de este año, en el que reconoce 93 casos relacionados con la violencia de las fuerzas policiales, entre ellos ocho asesinatos. Por ejemplo, han reconocido el asesinato de Gurutze Iantzi, asesinada en 1993 por la Guardia Civil en un cuartel de Madrid por torturas que nunca se han esclarecido.

La citada comisión ha valorado este año los testimonios de torturas sufridas por 75 personas detenidas en Álava, Bizkaia o Gipuzkoa entre 1968 y 1999. Estos casos se han producido en comisarías de la Guardia Civil o de la Policía Nacional y en los testimonios destacan las torturas por violencia sexual: las mujeres son la mayoría de las víctimas.

La comisión ha recibido 83 grabaciones de audio que describen los malos tratos y ha reunido también análisis forenses. Los investigadores tienen otros 400 expedientes pendientes de estudio, pero su actuación está bloqueada: por falta de forenses, su actuación ha tenido que ser suspendida provisionalmente por la Comisión de Valoración de Solicitudes de Víctimas de Violencia de Estado. La organización denuncia que el Gobierno Vasco ha sido consciente de ello y no ha tomado ninguna medida.

Sólo en Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, el Instituto Vasco de Criminología (IVAC-KREI) calcula que se han registrado 4.000 casos de torturas documentados.

Desnudos, tocamientos y amenazas

En los últimos testimonios que la Comisión de Valoración de Solicitudes ha dado por buenos, las víctimas relatan horrores muy diversos. Muchos han dicho que fueron desnudados en comisarías y que fueron amenazados y tocados. La Comisión recoge los testimonios de la siguiente manera:

«Las primeras palabras que escuchó al capitán que dirigía los interrogatorios fueron: Has entrado aquí siendo virgen y saldrás siendo puta […]. Desnuda, la colgaron [del pelo] de la larga trenza y la empujaron a que girara sobre su eje mediante golpes». En 1973, en el cuartel de la Salve de Bilbao.

«Al principio desnudándose de cintura para arriba, luego le obligaron a estar completamente desnudo, mientras le hacían tocamientos y amenazas de violación: Bueno, vete preparando, porque esto está acabando: unas sesiones de bolsos más, unas flexiones más, y empezaremos con lo nuestro».

«Por el camino, los agentes, como ocurrió nada más ser detenidos, se empeñaron en apretar los pezones de I.A.G.; pero, esta vez, usaron un alicate».

«Las primeras injurias y amenazas de contenido sexual que G.M.M. recibió contra él y su hija: […] Nosotros vamos a violar a tu hija, esa que ya es hora».

«En el coche que se dirigía al cuartel, le bajaron los pantalones y la ropa interior tanto como permitía la cinta americana y le colocaron electrodos en los testículos».

Violaciones con objetos

Varios detenidos han informado de que fueron violados por los policías durante su detención, como por ejemplo mediante el uso de objetos: «Entre otros métodos de tortura sufridos por la mujer se encuentran los relativos a la tortura sexual, ya que algunos objetos le fueron introducidos por agujeros corporales. […] Varios guardias civiles le orinaron en la cara cuando pidió ir al baño». En 1992.

«Recibió amenazas de violación y, desgraciadamente, fue objeto de una grave agresión sexual al introducirle el palo de una escoba por la vagina, tumbado en una mesa y quitándole los pantalones y la ropa interior». 1982.

Varios detenidos recibieron además en comisaría la orden de masturbarse, según el relato de la comisión: «Se abrió la puerta de la celda y ante los agentes recibió la orden de desnudarse y empezar a masturbarse».

Fuente: Gedar / Resumen Latinoamericano.

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