Entrevista a Jacques-Marie Bourget: “El expediente de Qatar es especialmente pesado”

Ya el 2 de diciembre de 2010, cuando se anunció la victoria en la candidatura para albergar la Copa del Mundo de 2022, se levantaron sospechas sobre la regularidad de la votación y la corrupción que condujo a esta elección. En los meses y años siguientes se publicó información sobre los miles de trabajadores que murieron en las obras de construcción de los estadios y hoteles. El comunicado oficial, recogido en los últimos días por los periodistas de la radio pública [en Francia], decía que habría sido necesario movilizarse previamente. Es posible que algunos políticos hayan intentado capitalizar el descontento y mejorar su imagen anunciando un boicot o más bien una ausencia de emisión en las grandes pantallas, lo que no es tan sorprendente en noviembre y diciembre en Europa, en tiempos de crisis energética. Pero las investigaciones, los juicios y las movilizaciones ciudadanas no se limitan a las últimas semanas. Entrevistamos a Jacques-Marie Bourget, coautor con Nicolas Beau del libro Le vilain petit Qatar [El pequeño villano Qatar].


Algunos políticos y personalidades se han pronunciado de distintas maneras contra la Copa Mundial de Qatar. Pero la mayoría de los medios de comunicación, al menos en los últimos días, se han alineado con el comunicado del gobierno francés, que consistía en decir que debería haberse hecho antes. Sin embargo, su libro se publicó en 2013, así que el tema no es nuevo.

Sí, hay que saludar la notable investigación de la revista France Football que, en su número del 29 de enero de 2013, titulado “Qatargate”, publicó una investigación muy completa sobre la relación entre el Emirato y el mundo del fútbol. En particular con el artículo: “Et si on réattribuait le Mondial 2022” [“¿Y si reasignáramos el Mundial 2022?”] de Eric Champel y Philippe Auclair.

En lo que respecta al periodismo, he observado a lo largo de mi dilatada carrera que nunca es bueno tener razón demasiado pronto. Si no se cumplen las condiciones, por ejemplo en este caso el objetivo de Francia era vender los aviones Rafales, no es bueno criticar a un país si ello puede obstaculizar el comercio; también porque puede haber negociaciones en curso entre Estados que no se conocen.

Yo tuve la experiencia con los estadounidenses. Publiqué un artículo en 1983 sobre el hecho de que Estados Unidos estaba vendiendo armas a Irán mientras los diplomáticos estadounidenses seguían secuestrados en la embajada (antes del Irangate, que supuestamente era un complot, esto era una venta oficial). Cuando lancé esto pensé que iba a dar la primicia mundial, pero los estadounidenses se llevaron el contenido de mi trabajo y lo metieron en una gaveta. No era el momento adecuado. Eso que llamamos “primicias” existe, pero tienen que llegar en el momento adecuado. 

Nuestro libro fue un libro pionero. Cuando Nicolas Beau me lo propuso, no me lo creí de inmediato, empecé a indagar en el expediente y me di cuenta bastante rápido de que Qatar y los discursos benévolos hacia este país, todo eso era una estafa total. Nos hablaban de un Estado moderno con todas las virtudes, resistencia, libertad, etc., cuando en realidad era una dictadura espantosa y un instrumento de corrupción y mentiras. Le respondí favorablemente porque había material para un libro. Fue de gran interés para el público porque, a pesar del silencio de la prensa, vendió 30.000 ejemplares. 

Nuestra idea era crear un debate a través de este libro, devolver la iglesia al centro del pueblo, pero no ha sido así. Cuando uno piensa que la Asamblea Nacional ha votado una ley para eximir a los qataríes del pago de impuestos sobre la propiedad, alegando que Al Jazeera es un canal de televisión que propaga una visión moderna del Islam en el mundo árabe, cree que se está volviendo loco. El recientemente fallecido predicador número uno de Qatar, Al Qaradawi, dijo que había que golpear a las mujeres con moderación y que Hitler habría hecho mejor en acabar el trabajo con los judíos. Sin embargo, la Asamblea Nacional aprobó esta ley. Esto nos lleva a preguntarnos por el grado de sumisión y corrupción de los políticos franceses.

En efecto, basta con investigar un poco sobre los grupos de amistad de la Asamblea para comprender algunas de las decisiones…

No quiero decir que sólo haya gente deshonesta, pero muchos se hicieron de la vista gorda. Había una minoría activa con medios económicos y otros un poco estúpidos.

¿Favoreció esta ley las numerosas alianzas entre Francia y Qatar? Sobre todo por la atribución de la Copa del Mundo y toda una serie de otras decisiones…

Todo comenzó poco a poco. Los qataríes tenían una estrategia bastante inteligente y su avance se produjo sin sobresaltos. Se empezó otorgando premios de poesía con el Premio Max Jacob, concedido, por supuesto, a desconocidos. Al mismo tiempo, en Qatar, un poeta fue encarcelado por decir que ojalá la primavera fuera una estación que pasara por Qatar. Inicialmente fue condenado a muerte, pero afortunadamente fue puesto en libertad. Se dieron cuenta de que la poesía es bonita, pero no toca la savia de la nación. Luego vino el premio París Doha. Era una herramienta ideal para la corrupción, porque un premio no se grava y es oficial. Hay una serie de personalidades de los medios de comunicación y la política francesa que han recibido este premio a la amistad. Hay gente buena como Jean Daniel, Emmanuel Todd, Hubert Védrine, Michel Rocard…

También está Jean Plantu, el fabuloso caricaturista que hizo dibujos en el Libro de Oro de París Doha mostrando a la Torre Eiffel besando a Qatar. Para ellos, Qatar era un país de cocoteros, poco más o menos aceptable que Arabia Saudí. Así fue como Qatar consiguió infiltrarse en toda una parte de la clase política francesa.

Una reseña aparecida en el semanario l’Humá presentaba su libro como demasiado binario. En el artículo se le reprochaba ser demasiado crítico con Platini, Boniface… Sin embargo, podemos ver que Michel Platini está lejos de ser inocente en el asunto.

Sí, Platini está implicado hasta el cuello, con su hijo que consiguió un trabajo en Qatar. No me sorprendió esta crítica de l’Humá. Han seducido a todas las fuerzas políticas y mediáticas de Francia. El artículo que cita de l’Humanité, supuestamente un periódico que defiende la justicia social, defiende sin embargo a Qatar, lo que constituye un ejemplo flagrante para este periódico anticolonialista.

Tuvimos un percance con Pascal Boniface porque dijo que nuestro libro era el “Protocolo de los sabios de Doha”, comparándonos con el Protocolo de los sabios de Sión. Pero este país es una dictadura absoluta. No hay ley, no hay constitución, las sentencias se dictan en palacio. Qatar ocupa el puesto 114 en el índice mundial de democracia, justo antes de Kirguistán.

Al emir le gustaban el whisky y las chicas jóvenes, pasaba la mayor parte del tiempo en París. Un día HBJ (Hamad bin Jassim bin Jaber al-Thani) tomó el poder, con la anuencia de Estados Unidos. El mercenario Paul Barril les ayudó. Se hicieron con el control del poder, siempre que continuase siendo un peón de EEUU. La prueba es que una de las mayores bases militares del mundo, fuera de Estados Unidos, es la de Al Udeid, cerca de Doha.

Paul Barill, ese “personaje clave en los asuntos políticos y militares francoafricanos”, bien conocido por la asociación Survie, ¿estaba también implicado allí?

Sí, se suponía que debía proteger al antiguo emir, pero el plan era dejarlo hacer, porque hubo un golpe de Estado sin que se disparara una bala. Los vínculos entre Qatar y Francia no son recientes. De Gaulle ya estaba interesado en ese país porque los anglosajones no lo estaban. Entonces, Estados Unidos tomó las riendas. También era imperativo mantener fuertes lazos con Israel. Hubo un tiempo en que los dirigentes israelíes iban a Doha los fines de semana; Shimon Peres mantenía siempre un ‘pie en tierra’ en Qatar. La paradoja es que son muy listos, allí está la base de Al Udai desde la que salieron los aviones estadounidenses para bombardear Afganistán y a tres kilómetros está la embajada talibán en Doha. Encontramos allí ese “al mismo tiempo” de Macron: apoyamos a los bombarderos que van a disparar al grupo y al mismo tiempo este grupo armado tiene una representación diplomática cerca.

En su opinión, ¿es esta imagen edulcorada la que permite a los medios de comunicación hablar de ello en las últimas semanas, después de haberse mostrado conciliadores en su momento?

Sí, pero es el servicio mínimo. Por ejemplo, Dominique de Villepin lleva veinticinco años encargado de redactar la Constitución y no sabemos lo que pasa. Pero, de hecho, ahí es donde se jugó todo, en el momento de la designación. La culpabilidad de Platini en este asunto no se ha demostrado, no sé si se demostrará. Pero podemos ver que Platini estaba a favor de la designación de Estados Unidos, luego fue a comer al Elíseo y al salir votó a favor de Qatar. Y entonces su hijo consigue un trabajo de 150.000 euros al año en una filial qatarí que fabrica ropa deportiva. Debería haberse producido un escándalo absoluto, una prohibición y un movimiento para decir “¿a quién queremos engañar?” Pero al final, solo hubo unos cuantos activistas de derechos humanos, octogenarios y barbudos, que fueron y levantaron pancartas y seguimos adelante.

Los qataríes sí ayudaron a los yihadistas a asentarse en África Occidental, especialmente en Gao. También fueron ellos quienes ayudaron a Sarkozy a destruir Libia, con Abdelkrim BelHadj, que era compañero de Bin Laden. Luego no sé qué pasó pero se lo devolvieron a Gadafi. Gadafi, en lugar de ejecutarlo, pensó que por los vínculos con los islamistas, tal vez este tipo era más útil en libertad. Belhadj fue a Turquía y en el momento de preparar la ofensiva para acabar con Gadafi, un avión qatarí fue a recoger a Belhadj a Turquía para llevarlo a Doha y desde Doha fue Belhadj quien hizo el enlace con la DGSE.

El papel de Qatar en el caos libio, con Sarkozy, fue primordial. Sólo le siguieron Estados Unidos e Inglaterra. Qatar atacó Siria, mientras que el emir de Qatar se hacía construir un palacio en Damasco. Supuestamente era el mejor amigo de Bashar, pero luego hicieron financiar a Al Nosrah y otros grupos yihadistas para que establecieran un califato en Siria. Irán y Rusia lo vetaron y fueron a la guerra, no por el bien de Bashar al Assad, sino para proteger sus fronteras. El Cáucaso es una zona islámica, pero con un califato al lado se estaba convirtiendo en un punto álgido, un peligro considerable. ¿Por qué entra Rusia en Siria? Para evitar la fundación de un califato.

¡El expediente de Qatar es muy pesado!

El Qatargate iba a explotar, pero los intereses financieros se impusieron. En Francia, la justicia tiene un gran expediente sobre la designación de Qatar, pero todo eso corre el riesgo de acabar en una papelera.

Sin embargo, los daños distan mucho de ser triviales.

Incluso el dinero que desaparece es importante. Creo que Gadafi tenía 52.000 millones en el banco de Qatar, no sabemos dónde están pero puede que no para todo el mundo estén perdidos.

Los muertos en la construcción de los estadios son oficialmente todos muertos por causas naturales. Hubo una declaración qatarí sobre tres muertes. A pesar de las advertencias de Amnistía y otros organismos, los contratistas nunca se dieron cuenta de que las condiciones eran espantosas. Vinci, los arquitectos europeos, nunca hicieron nada al respecto. Para intentar contar los muertos llamé a las embajadas de Pakistán, Nepal y Marruecos, para saber cuántos ataúdes habían vuelto de Doha. Muchos no regresaron. Es horrible, pero por desgracia existen condiciones similares en otros países del Golfo.

¿Se desvinculará Qatar del PSG [Paris Saint-Germain Football Club] tras el Mundial? ¿Cuál cree que fue el objetivo de Qatar al comprar el PSG?

Es muy probable que Qatar se desvincule. El PSG es una máquina de perder dinero y partidos (importantes). Además, la situación de la energía fósil a corto plazo no durará. Su gran proyecto es supuestamente la diversificación, ablandar el agua del mar, hay participaciones en empresas pero esto no crea una economía. Cuando haya problemas con la distribución de gas, ¿quién irá a Qatar a hacer turismo? No mucha gente. La adquisición del PSG es una herramienta para penetrar en la periferia francesa, como ha hecho Arabia Saudí. ¿Qué mejor idea que hacer que todos los jóvenes lleven esa camiseta con la inscripción Qatar Airways?

Sobre el acuerdo de 27 años de suministro de gas natural licuado con China. ¿Cree que este acuerdo es una señal del comienzo de una reorientación estratégica de Qatar?

China, con su comunismo de geometría variable, conserva en su núcleo una firme política de planificación. Esta política es el origen del “milagro económico chino”. Mientras Occidente, Francia en particular, sólo sueña con cerrar sus fábricas para dedicarse a los “servicios” y al sector terciario, Asia, en el mismo movimiento, apunta a un futuro lejano, que sólo Alemania había previsto con el gas ruso. China, que no confía en ningún Estado y se gestiona hacia un futuro lejano, está acostumbrada a los contratos a largo plazo, que es exactamente lo que conviene a Qatar. Hay varias razones para ello. 

En primer lugar, el paso de los combustibles fósiles a las energías renovables se producirá algún día, aunque no figure en la agenda china. Así pues, Qatar debe estar preparado para esta conmoción del fin del gas. El contrato a largo plazo es un seguro de vida. En segundo lugar, Doha comparte su bolsa de gas con Irán. Las sanciones actuales frenan fuertemente la explotación de esta energía por la parte iraní. Pero esta situación no puede durar eternamente y la competencia entrará en juego. Por tanto, a los qataríes les interesa asegurarse los ingresos en un futuro lejano. Por último, dado que Qatar sueña con inversiones industriales que garanticen su futuro “post-gas”, y dado que su intento de establecerse en empresas alemanas ha fracasado, Qatar aspira a un mercado bidireccional en el que los ingresos del gas podrían invertirse en el establecimiento de fábricas qataríes en China.

El loco amor de Qatar por Europa está a media asta. El Mundial fue un punto álgido y ahora empieza el otoño. Doha y su petróleo, sus inversiones en proyectos, ha ganado contra los Derechos Humanos y puede asumir su sistema de “dictadura en la sombra” por lo que muchos pretendientes están alrededor del país, y de rodillas. Inglaterra está dejando de ser el centro financiero que era antes del “Brexit” y el dinero de Qatar se va para Asia. El sólido poder industrial de Alemania está en declive y a Francia, a pesar de la bajeza de un Macron que se proclama campeón de los Derechos Humanos frente a Rusia, le parece perfecto que sus normas sean pisoteadas en Qatar. Establecer un gasoducto entre Doha y Europa, un viejo proyecto, requiere pasar por Irán, Irak, Siria, Turquía… Tantos socios complicados. China es, por tanto, la primera opción de Doha, pues se ha convertido en un país en una buena posición, desde todo punto de vista.

Fuente: Investig’Action.

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