El rey emérito vuelve impunemente de visita al Estado español; el “bloque progresista” calla

Por tercera vez desde su retiro de oro a Abu Dabi en 2020, Juan Carlos I vuelve “de visita” al Estado español. Obviamente, sin el más mínimo riesgo de que vayan a pedirle cuentas, juzgarle ni nada que se le parezca, porque todos los casos han sido enterrados, archivados y aquí no ha pasado nada. Vuelve como rey emérito, por la gracia de la constitución, inviolable y con todos los privilegios.

Juan Carlos I viene a pasar unos días a Sanxenxo, en Pontevedra, para disfrutar con sus amigos del mundo de la vela y participar en una regata con su barco de siempre, el Bribón, porque será corrupto y un machista de manual, pero siempre campechano. Se ve que vivir rodeado de lujos, con visita de la familia real pagadas con dinero público, disfrutando del dinero robado y habiendo asegurado la continuidad de la monarquía repuesta a dedo por Franco no es suficiente entretenimiento, y de vez en cuando tiene que venir al reino, a recordarnos a todos que puede hacer lo que le dé la real gana.

Porque como decíamos es la tercera vez que tiene a bien pasar por aquí. La primera vez fue en mayo del año pasado, cuando pasó por Sanxenxo y se acercó a visitar a su familia a Madrid, a encontrarse con su hijo, ese que no sabe nada de los negocios del padre y que no es el máximo representante de la misma institución, ahora es totalmente distinta, claro. Bueno, aunque no hay quien se lo crea esto es lo que se han esforzado por explicarnos la Casa Real y el Gobierno “progresista”, en equipo durante toda la legislatura. No hay más que leer las respuestas oficiales que se enviaban desde la Moncloa a algunas de las preguntas que realizaban distintos representantes políticos:

“Tanto el Gobierno como el Jefe del Estado están plenamente comprometidos con el proceso de reforma iniciado de la estructura y el funcionamiento de la Casa de S.M. el Rey, dirigido a reforzar la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en Casa Real, que redundará en la modernización y el fortalecimiento de la institución”.

Después, en abril de este mismo año volvió a viajar a Galiza para participar en unas regatas que el mal tiempo no permitió, porque el clima es más imparcial con el monarca que la ley. Luego parece ser que pasó por Vitoria para ver a sus médicos, según se comentó en la prensa.

Es interesante, también, que esta visita se realiza justo después de las elecciones generales del 23J, en las que el tema de la monarquía ha estado totalmente ausente de los debates y las propuestas de los distintos partidos políticos. Incluso cuando El País sacó la noticia, rápidamente desmentida por la Casa Real, de que el emérito podría volver a residir en el Estado español si gobernaba la derecha, no se escuchó la más leve crítica por parte del bloque progresista.

Claro, no iban a echar abajo todo el trabajo que han hecho durante la legislatura, sin dar una sola respuesta concreta a las más de 90 preguntas realizadas sobre la monarquía por parte de distintos diputados (muchos de ellos de esos partidos que ahora necesitan para lograr la investidura, dicho sea de paso). El PSOE ha sido siempre y sigue siendo un fuel servidor de la corona. Por ello ha bloqueado, junto con el PP y VOX. todos los intentos de crear comisiones de investigación.

Pero Unidas Podemos tampoco se ha enfrentado lo más mínimo a la monarquía, más allá de algún tuit o declaración simbólica, porque han cerrado filas dentro del gobierno progresista que puso la alfombra roja al retiro del rey emérito, y han repetido en numerosas ocasiones que no era el momento de tocar la cuestión de la monarquía, que eso no nos interesaba a los españoles ahora. Y es que claro, el republicanismo de Unidas Podemos es tan impostado que no han faltado sus aplausos y reverencias ante su majestad cada vez que la ocasión lo requería. De hecho, el propio Pablo Iglesias hablaba el lunes en una entrevista en la SER de “trazas de republicanismo”, ya sabéis, eso que aparece en los envases de alimentos cuando no es un ingrediente, pero puede haber contaminación cruzada.

Así que mientras el PP y VOX entonan sus “viva el rey”, los segundos con más fervor y caspa si cabe, el PSOE monárquico bloquea cualquier comisión y Unidas Podemos mira a otro lado y Sumar lo seguirá haciendo (pero aún con menos ruido), el emérito sigue de paseo disfrutando de lo robado y esa institución rancia, imperialista y heredera del franquismo que es la monarquía permanece tan protegida que ni es tema de debate durante la campaña electoral.

Fuente: Izquierda Diario.

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