El BCE opta de nuevo por empobrecer a los trabajadores mientras aumentan las ganancias de la banca un 20,7% en el Estado español
Si a lo largo de la semana el Instituto Nacional de Estadística confirmó la posibilidad de un aumento de las rentas, hoy el BCE ha dado otro golpe a las aspiraciones de las familias en materia de mejores condiciones de vida. Hoy se anunció otra subida de los tipos de interés de referencia, la décima desde julio del año pasado.
La subida del BCE sólo pretende seguir la línea del dogmatismo económico ya que sus impactos en la reducción están lejos de surtir efecto y en el discurso de anuncio, Christine Lagarde indica que dentro de la institución era una “sólida mayoría” la que quería subir los tipos de interés. y que a pesar de una pausa, es posible que el pico no haya pasado y que las tasas de interés no hayan pasado.
La línea ha sido penalizar a quienes no tienen nada que ver con la guerra, es decir, familias, trabajadores y pequeñas y medianas empresas. La inflación que empezó a aumentar a raíz de la guerra en Ucrania se ha dirigido luego a la demanda y no a la oferta, lo que ha llevado a la situación vivida.
Según el BCE, el aumento de los tipos de interés fomenta el ahorro, una forma de afrontar las privaciones impuestas al consumo y la imposición de dificultades a quienes tienen rentas bajas, principalmente. La verdad es que el BCE no ha dicho que con su política los bancos han estado acumulando beneficios bastante cuantiosos que en el Estado español han alcanzado 12.385 millones de euros en el primer semestre de 2023, experimentando un aumento del 20,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Mientras la institución europea sigue castigando a quienes viven de los ingresos de su trabajo, las cuotas de los préstamos hipotecarios siguen aumentando, con la certeza de que más de 1 millón 300 mil familias que tienen préstamos sufrirán otro golpe a sus ahorros.
Von der Leyen insiste en su discurso sobre el estado de la Unión Europea en todos los elementos que degradan la vida
Solo dos días antes Úrsula Von der Leyen había dado su discurso sobre la Unión. Haciendo caso omiso de la situación de gran debilidad de la Unión Europea, que con el paso de los meses es incapaz de mitigar la inflación y al mismo tiempo presenta signos de una posible recesión económica, situación que ya confirma Alemania y el resto de países con crecimiento anémico o estancado, afirmó el Comisario : “Hemos demostrado que cuando Europa es ambiciosa y audaz, puede hacer cualquier cosa. Y nuestro trabajo está lejos de terminar. Por eso, mantengámonos unidos, cumplamos lo prometido y preparémonos para el futuro». Esta afirmación suya sólo pretendía ignorar la realidad objetiva que está ante los ojos de todos.
La líder del ejecutivo comunitario quiso mantener esta línea y, una vez más, obviando los intereses contradictorios de muchos Estados de la Unión Europea, la competencia que rige sus relaciones y el marco de sometimiento en el que unos sitúan a otros, optó por reclamar “unión”. Al recordar la Comisión Geopolítica que presentó en 2019, cuando asumió, dijo que “si estamos unidos por dentro, nadie nos dividirá por fuera. Nuestro enfoque Team Europe nos ha permitido ser más estratégicos y más asertivos».
Finalmente, Von der Leyen también reveló que invitó al expresidente del Banco Central Europeo y exprimer ministro de Italia, Mario Draghi, a elaborar un informe sobre el futuro de la competitividad europea. Recordemos que fue Draghi, a quien Von der Leyen cataloga como “una de las mentes económicas más grandes de Europa” quien dejó a Italia en tal estado que permitió a la extrema derecha tomar el poder político.
Fuente: Abril Abril.
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