El BCE decide reducir los tipos de interés un 0,25%, aunque no reduce las dificultades para las familias

Con la tasa de inflación anual en la zona del euro situándose en el 2,2% en agosto, una caída del 0,4% respecto a julio, el BCE decidió reducir los tipos de interés oficiales en un 0,25%. La medida anunciada supone que el tipo de depósito, que afecta al Euribor aplicado a los créditos, baja del actual 3,75% al ​​3,5%.

Esta reducción no se traducirá en reducciones futuras y hasta que la inflación se establezca en el 2%, el presidente del BCE aseguró que “los tipos se mantendrán suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para alcanzar este objetivo” según Abril Abril

De esta forma, el anuncio del BCE no se traduce en mejoras en las condiciones de vida de las personas y los trabajadores. La insuficiencia de la reducción de los tipos de interés mantiene las graves dificultades de las familias y garantiza los beneficios bancarios.

El tipo de interés fue del 0% hasta el 27 de julio de 2022, cuando inmediatamente subió un 0,5% y menos de dos meses después, el 14 de septiembre del mismo año, inmediatamente aumentó un nuevo más 0,75%, liquidándose en 1,25%, seguido de otro aumento de 0,75% el 2 de noviembre del mismo año, al que se sumó un cuarto aumento de la misma tasa de otro 0,50%, el 21 de diciembre del mismo año, lo que significó que quedó fijada en a finales de 2022, y sólo en un período de 5 meses, al 2,50%. En 2023 asistimos a seis subidas más de tipos de interés, en un período de apenas nueve meses, entre febrero y septiembre, que lo situaron en el infame 4,5%. 

Esta evolución impuso graves dificultades a las familias que vieron simultáneamente un enorme aumento de los préstamos para la vivienda.

Otra consecuencia fue la acumulación de beneficios astronómicos para los bancos. En 2023 los cinco mayores bancos del Estado español (Santander, BBVA, Bankinter, Sabadell y Caixabank) ganaron 26.084 millones de euros, es decir, un 24% más que en 2022.

Mientras Andalucía dependa de las políticas bancarias de Bruselas y el euro no habrá un cambio sustancial en el ya casi imposible acceso a la vivienda o la más difícil financiación para la puesta en marcha de cooperativas de trabajadores. Solo con una Banca Nacional Andaluza y una moneda propia el pueblo trabajador andaluz tendrá todos los instrumentos para poner la economí a favor y no en contra de sus necesidades.

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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