Carmen y María eran nombres inexistentes en Almería hasta el siglo XIX

La manipulación histórica como forma de asimilación identitaria ha sido una constante en la enseñanza y en los medios de comunicación del Estado español, a pesar de que cada vez hay más estudios que demuestran la falsedad de la “historiografía española”. La “Reconquista”, la expulsión de los moriscos y la “repoblación” son el resultado del burdo esfuerzo del Estado español para justificar una nación inexistente. (N. de la R.)

Amigos de la Alcazaba organizó una conferencia para abordar el trabajo realizado por el equipo OLTA, dirigido por Jorge Lirola

Para mirar el futuro y disfrutar el presente es necesario conocer el pasado. Por eso, la Asociación Amigos de la Alcazaba organizó ayer una interesante conferencia a cargo del profesor de la Universidad de Almería, Jorge Lirola, sobre los ‘Nombres y Apellidos Tradicionales de Almería y su provincia’. Un estudio dirigido por el propio Lirola y realizado por el equipo OLTA, compuesto por 24 personas. La cita tuvo lugar en el Museo de la Guitarra ‘Antonio de Torres’.

La presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, recordó la importancia que tiene “conocer los orígenes de los apellidos almerienses y ver cómo en muchos casos se extienden por toda la provincia, se extienden geográficamente o se concentran en determinados municipios. Difundir esos conocimientos a partir del estudio del catastro del Marqués de la Ensenada resulta muy enriquecedor para el conocimiento de la población almeriense y su evolución”.

Jorge Lirola explica que “empezamos con la toponimia pero nos dimos cuenta que a la vez que la estudiábamos era muy interesante la onomástica, que también influye, y relacionada porque aparecen propietarios. Es un proyecto de mucha envergadura porque no se ha hecho nada igual hasta el momento, que es tratar de desentrañar el ADN cultural a través de la toponomía, que no engaña. El objetivo ahora es descender al siglo XVI, aunque no será fácil”.

Sobre esa dificultad, Lirola considera que “hay que tener en cuenta la repoblación de estas tierras, que lo primero fue un fracaso. No nos interesan tanto, por ejemplo, los casos que no aparecen en el siglo XVIII, porque llegaron después y esos son datos más fáciles de obtener, incluso en la memoria de una familia. Lo que hay que descender es al siglo XVI, quien viniera en el proceso de repoblación hay que comprobar si se mantiene en el XVIII y luego los sospechosos de ser moriscos son los que no estaban en el XVI pero sí en el XVIII. Hay apellidos claros que sí son moriscos, pero como también estaba funcionando la Inquisición hay apellidos que tratan de ocultar orígenes. Y los repobladores sí intentaban mantener la pureza de la sangre, con lo que llamaban ‘cristianos viejos’, que en realidad en muchas ocasiones eran en la intimidad musulmanes. Es un proceso laborioso por la documentación”.

La publicación, cuantiosa en datos, incluye un CD que recoge la información de 38.000 familias almerienses del siglo XVIII. “Se pueden localizar y se puede ver claramente el origen, en algunos casos en un solo municipio. Se pueden ver las profesiones en el CD. Hay 1.700 apellidos. La onomástica también es interesante. Los apellidos se heredan, pero los nombres se eligen. Entonces hay modas. Es curioso que Carmen y María del Mar son nombres considerados muy almerienses, pues esos nombres no existían en la provincia hasta el siglo XIX. Absolutamente ninguna. E igual pasa con el tema de los patrones de los pueblos. Ahí entra el tema de la religión. A raíz de la Revolución Francesa, la Iglesia se asusta y empieza a promover una serie de reformas, crear fiestas patronales, para arraigar más”, apunta Jorge Lirola.

El estudio también ofrece otras curiosidades, “es interesante ver los apellidos que han aumentado de población desde el XVIII hasta el XX. Sobre todo por ejemplo en el caso de la población gitana. Hay unos asentamientos que se produjeron en torno al XVIII y han aumentado considerablemente, Cortés, Santiago, Montoya”.

Fuente: Noticias de Almería.