El origen del capirote es, probablemente, el que usted está pensando

El capirote lo creó la Santa Inquisición como símbolo de escarnio y vergüenza para castigar a los que el Tribunal consideraba reos (los no creyentes o denunciados por algún pecado). Los inicios de su uso datan del siglo XVI, primero en Sevilla, en la Hermandad del Silencio y la Hermandad de la Iniesta.

El uso del capirote o coroza fue prescrito en la península ibérica por el Santo Oficio de la Inquisición. La prenda de tela que cubría el pecho y la espalda se llamada sambenito, y era una cartela donde se escribían los “pecados” que había cometido el que lo llevaba, así todos sabían por qué lo castigaban o ejecutaban, y de ahí viene también la expresión de “colgarle a alguien “el San Benito” …de haber hecho algo”.

Se acompañaba el sambenito de un capirote o cucurucho de tela, cartón u otro material, que debían llevar colocado encima de la cabeza, en señal destacada de la penitencia que les había sido impuesta. Normalmente llevaba pintadas figuras alusivas al delito cometido o a su castigo (por ejemplo las llamas del infierno). En “Auto de fe” el genio aragonés Goya retrataba un proceso inquisitorial donde aparece el capirote en su concepción original.

Con estas prendas penitenciales vemos gran cantidad de procesiones y actos de la Inquisición en obras pictóricas desde finales del siglo XV (cuando se instituyó oficialmente la Inquisición). Hay cuadros con estas imágenes hasta finales del siglo XIX.

Históricamente era de papel y no cubría la cara, que quedaba al descubierto para mayor vergüenza y exposición.

Posible origen en los flagelantes itálicos

Sin embargo, la historiadora Consuelo Sanz de Bremond Lloret sostiene que esto es un bulo célebre, como otros tantos que existen sobre prendas. “No es raro escuchar o leer que proviene de la coraza que la Inquisición colocaba a los reos condenados. Esto no es verdad, porque el capirote ya se utilizaba desde el siglo XIV, y la Inquisición comienza a finales del XV”.

La investigadora asegura que “esta forma de cubrirse viene de Italia, de las procesiones de flagelantes, que llegan a ponerse como una especie de capirotes que nosotros llamamos capuchas. Eran capirotes con los que se cubrían completamente la cabeza y tenían unos agujeros para los ojos. Por eso no tiene nada que ver con la coraza, que era un cartón que tenía forma cónica y que simplemente se pintaba con una serie de colores y se le colocaba al reo”.

Fuentes: Insurgente / Protestante Digital / La Razon.

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Samuel Axarquía

Nacido en la comarca de la Janda. Asentado en la Axarquía. Me gano el pan como administrativo.

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