Fundar un reino tras huir de Córdoba: la historia de los cordobeses que vuelve a salir a la luz
¿Qué tiene que ver Córdoba con la mayor isla de Grecia? ¿Qué relación guarda con una de las ciudades más antiguas de Marruecos? La respuesta está en la historia de unos habitantes de Córdoba que sobrevivieron a la represión, abandonaron la ciudad de Córdoba, cruzaron el mar y fundaron un reino. Una segunda Córdoba en la que vivir, en una isla remota del mar Mediterráneo.
Nuevas excavaciones (en este caso para levantar una residencia de estudiantes) en Miraflores han sacado a la luz más restos del antiguo arrabal de Saqunda, un barrio de la antigua Qurtuba que tuvo importancia en su época y que se ha convertido en un yacimiento único en Córdoba. Los fundadores de aquel reino habitaron en esta populosa zona de la ciudad, fuera de las murallas de la medina.
De la importancia del arrabal en el pasado y en el presente habla este artículo. Estas líneas van más allá y se detienen en el interés que suscitan las gentes que huyeron, sin más remedio, de la ciudad. En cómo fueron capaces de extender su cultura y conquistar nuevos territorios, plantando cara, incluso, a otros imperios.
De Córdoba al Magreb
Los rabadíes -como se conocía a los habitantes de Saqunda- se rebelaron contra el emir al-Hakam en el año 818. Motivos económicos, como los altos impuestos, y sociales (de las crónicas andalusíes ha trascendido una imagen autoritaria y violenta del emir) propiciaron el levantamiento de un barrio que vivía al otro lado del río, en lo que hoy se conoce como Campo de la Verdad y Sector Sur, sin la protección de las murallas y sin acceso a la red de abastecimiento de agua de Córdoba.
El emir -no sin esfuerzo- reprimió a los sublevados y, tras poner fin a la exaltación, ordenó destruir hasta los cimientos el barrio sur. Los supervivientes (algunos expertos cifran en 20.000 las familias que quedaron) se exiliaron liderados por Abú Hafs al-Balluti a ciudades como Toledo, dentro de la Península, y cruzaron el mar para dejar atrás estas tierras. Una buena parte llegó a Fez y participó en la fundación de una de las urbes más antiguas de Marruecos. Otros tantos crearon una república independiente en Alejandría (Egipto). Posteriormente, esos mismos que llegaron a tierras egipcias navegaron hasta Creta.
El nuevo emirato
En la isla helénica, la mayor de Grecia y la quinta del Mediterráneo, fundaron un nuevo emirato que mantuvo el control de aquel territorio durante siglo y medio, pese a los ataques de las tropas del Imperio Bizantino. Había nacido una segunda Córdoba. Los nuevos habitantes de Creta no solo conquistaron territorio, sino que trasladaron su cultura e impulsaron el comercio. ¿Cómo? Entre otras cosas, creando su propia moneda, haciendo aflorar cultivos, levantando industrias y explotando las minas.
Manuel Harazem, autor del libro La historia de los rabadíes, hace paralelismos entre este episodio de la historia califal de Córdoba y la Guerra Civil. Entre otras cosas, por el destino que vivieron los exiliados, teniendo que abandonar sus hogares y poniendo rumbo a otros continentes. El autor destaca que los rabadíes fueron los primeros en protagonizar una revuelta por motivos socioeconómicos en la Península y en exiliarse por motivos políticos. No es la única publicación sobre esta aventura. La escritora Carmen Panadero también ahonda en la historia de estos cordobeses en su libro Los andaluces fundadores del emirato de Creta.
En La Odisea, de Homero, Ulises participa en una revolución en la isla de Creta. Bastantes siglos después, aquellas tierras de las que habla uno de los clásicos de la literatura acogieron a los rebeldes que se alzaron contra el emir de Córdoba y levantaron un nuevo reino. En 2018, en Córdoba se conmemoró el 1.200 aniversario de la hazaña de los rabadíes con una jornada internacional en la que participaron expertos de todo el mundo.
Fuente: Manuel A. Larre / Diario de Córdoba.
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