El Líbano, blanco de ataques israelíes tras represalias por Al-Aqsa

Israel apunta a objetivos en El Líbano, desde donde se dispararon misiles a territorios ocupados en represalia por la violencia israelí a palestinos en Al-Aqsa.

El ejército israelí ha hecho el anuncio a las 04:07, hora local (01:07 GMT) de este viernes, con un breve comunicado en el que indica que “actualmente se están llevando ataques en El Líbano”, sin proporcionar más detalles.

Algunos informes han especificado que el objetivo de los ataques es el campo de refugiados palestinos de Rashidieh, situado en el sur de la ciudad libanesa de Tiro.

En este contexto, un canal de televisión libanés ha reportado explosiones en dicha ciudad portuaria.

El anuncio viene pocas horas después de que misiles hayan impactado los territorios ocupados por Israel en represalia por los ataques recurrentes del régimen contra los fieles palestinos en la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, que se encuentra en la Ciudad Vieja en la ocupada Al-Quds (Jerusalén).

Las fuerzas de ocupación israelíes han irrumpido en el recinto en un intento por evacuar a los fieles disparándoles granadas de aturdimiento y balas de goma.

El humo se eleva de un incendio luego de ataque con cohetes desde El Líbano hacia el norte de los territorios ocupados, 6 de abril de 2023. (Foto: AP)

La violencia estalló el miércoles, cuando las fuerzas atacaron el complejo, golpeando a los fieles congregados para después arrestar y expulsar a más de 350 de ellos. Decenas de palestinos resultaron heridos como resultado de la represión de los militares israelíes.

Es menester recordar que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) luchó en dos guerras contra Israel en 2000 y 2006, lo que obligó a las fuerzas del régimen de Tel Aviv a retirarse humillada en ambos casos.

Hezbolá ha prometido defender resueltamente a El Líbano, en caso de cualquier otra acometida que pueda lanzar Israel.

Misiles de Resistencia libanesa esperan hora cero para aplastar a Israel

Una guerra con la Resistencia libanesa ocasionará el fin del régimen israelí, pues más de 150 000 misiles y 5000 drones esperan la hora cero para aplastar a Israel.

Lo que preocupa, política y militarmente, a los líderes del régimen israelí es la apertura del frente del sur de El Líbano en este momento y el lanzamiento de misiles hacia las ciudades de Al-Yalil (Galilea) y tal vez Haifa, Acre y Tel Aviv, ha subrayado Abdel Bari Atwan, editor del periódico árabe Raialyoum, en un análisis sobre los masivos ataques con cohetes llevados a cabo el jueves desde El Líbano contra los territorios palestinos ocupados por Israel.

El bombardeo con cohetes tuvo lugar en forma de relámpagos, y el sistema antimisiles Cúpula de Hierro del régimen sionista no pudo resistir los impactos y los misiles Katyusha y Grad apuntaron a la profundidad de los territorios ocupados.

El portavoz del ejército israelí afirmó que se dispararon 34 misiles desde el sur de El Líbano, de los cuales 25 fueron destruidos y al menos 5 de ellos alcanzaron sus objetivos en el norte de la Palestina ocupada. Esta es la afirmación de los propios sionistas, y todos saben muy bien cuánto oculta el régimen usurpador, la cantidad de pérdidas materiales y humanas.

El lanzamiento de estos cohetes es importante porque se realizó desde el sur de El Líbano, por primera vez desde la guerra de 2006, en solidaridad con los palestinos y en respuesta al brutal ataque de los sionistas contra los fieles palestinos en la Mezquita Al-Aqsa y una medida para la “unificación de los campos” dentro y fuera de los territorios ocupados.

La importancia de estos misiles no se mide por el número de muertos o heridos causados ​​al ejército sionista o a sus colonos, sino por sus efectos psicológicos y consecuencias sobre las instituciones políticas y militares del régimen. Por lo tanto, el régimen sionista ya no es capaz de proteger a los colonos, y esto significa el declive de la seguridad y la fuga de empresas e inversiones extranjeras y el aumento de la migración inversa de israelíes.

El sonido de las sirenas de alarma en la mayoría de los asentamientos sionistas y la huida de miles de personas a los refugios ponen al primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, y a su gabinete fascista y a toda la “existencia” de este régimen en una posición difícil, sobre todo porque en estos días el régimen de ocupación se enfrenta a  severas divisiones y señales de una guerra civil, y cientos de miles de personas salen a las calles y plazas en movilizaciones de protesta.

Los misiles lanzados pueden describirse como menos peligrosos que los misiles balísticos de alta precisión, decenas de miles de las cuales están en posesión del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).

Por esta razón, la acción de Hezbolá hoy puede considerarse como una advertencia a Netanyahu y su falso régimen, de que la continuación del ataque brutal a la Mezquita Al-Aqsa y el ataque a los fieles palestinos tendrá consecuencias nefastas, y es posible, como advirtió recientemente en una alocuación el líder Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, provocaría una guerra regional.

Lo destacable es que Netanyahu, como es habitual, no ha amenazado con destruir El Líbano y eliminarlo, y sus líderes militares han confirmado en declaraciones publicadas en algunos diarios y sitios web que el premier no quiere comenzar una guerra con El Líbano y prefiere la paz y su única explicación es que se dio cuenta de que esta guerra, si estalla, será el principio del fin para su gabinete, porque hay más de 150.000 misiles y 5000 drones suicidas esperando la hora cero y la luz verde para bombardear Haifa y otras colonias israelíes.

Fuente: Hispan TV.

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