Venezuela: crisis humanitaria, bombardeo mediático y fecha para la intervención militar de EEUU contra la república bolivariana (vídeo)

Hay señales claras de que el Gobierno de EEUU, con el apoyo del Grupo de Lima y la Unión Europea, prepara una intervención militar en Venezuela bajo el pretexto de una supuesta “crisis humanitaria”. Repasemos algunos hechos ocurridos entre el 15 de enero y el 10 de febrero.

El hecho de que EE.UU. reviva sus políticas fracasadas en América Latina y en particular contra Venezuela, solo resultan en ser más agresivas. En las últimas semanas la promoción de sus ambiciones hegemónicas encubiertas con “principios universales” [1] , han tomado un curso muy preocupante. Sin embargo, el arsenal estadounidense tiene misiles de todas las potencias pero anda escaso de argumentos políticos. [2]

El Gobierno de Venezuela rechazó este domingo 11 de febrero, las declaraciones del subsecretario norteamericano de Estado para asuntos del hemisferio occidental, Francisco Palmieri, quien ratificó la intención de su país de intervenir en los asuntos internos de esta nación.

Al ofrecer información sobre la gira por varios países latinoamericanos del jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, Palmieri reiteró las pretensiones de poner fin al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro bajo el pretexto de supuesta ayuda humanitaria.[3]

Veamos esas diez señales, que conforman un escenario prebélico o bélico, indicadas por el profesor William Izarra, que deben ser denunciadas [4], y prender las alertas solidarias, como ha hecho el presidente de Bolivia Evo Morales. [5]

Gira de Tillerson por países aliados estrechos y sumisos de USA; declaración de ataque directo a Venezuela en cada país.

Presencia de Kurt Tidd en Bogotá y sus reuniones con Santos, VP y Ministro de Defensa. Bajo la excusa de reunión para revisar medidas antidrogas, el tema central fue el plan de intervención directa en Venezuela empleando una fuerza multinacional liderada por Colombia y asesorada, monitoreada y apoyada logísticamente por el Comando Sur.

Movilizaciones de tropas en las fronteras de Brasil y Colombia cuyas causas aparentes y públicas son las migraciones venezolanas, pero la verdad es sitiar a Venezuela empleando la operación Tenazas.

Completa la Tenazas la decisión que favorece a Guyana para decidir por el Tribunal Internacional sobre la Zona en Reclamación. Este hecho gestionado por USA establece una relación clientelar entre USA y Guyana cuyo agradecimiento se concreta en alianza y empleo de su territorio para movilización de fuerzas militares en el control de narcotraficantes, excusa que mimetiza su verdadero motivo de asalto hacia Venezuela cuando la acción de retaguardia lo demande.

Holanda con sus islas A, B, C (Aruba, Bonaire y Curazao) es la presencia de la OTAN a unas cortas millas de la costa venezolana. Holanda es proUSA y estrecho aliado para los actos de imposición hegemónica.

Las declaraciones públicas (reunión con sectores opositores) del Encargado de Negocios de USA (posee rango de Embajador en el Departamento de Estado) sin ningún respeto al comportamiento diplomático de un funcionario extranjero, definiendo muy claramente el llamado a la toma del gobierno por la fuerza contrarrevolucionaria que cuenta con el respaldo de USA.

Las instrucciones dadas a la oposición para abstenerse de firmar el documento de República Dominicana.

La continuación de la gira de Tillerson por Julio Borges, asi calificada por el Canciller, quien siguiendo instrucciones del Departamento de Estado, continúa su labor de Embajador de Guerra pidiendo más sanciones a Venezuela.

La aceleración del bloqueo económico por parte de la UE lo que constituye el cordón de la derecha mundial de los países occidentales monitoreados por USA para asfixiar y doblegar al pueblo venezolano que no ha permitido que se aniquile a la Revolución Bolivariana.

10ª De todos estos eventos ocurridos entre el 15 de enero y el 10 de febrero, el más significativo a considerar para una posible invasión a Venezuela por una fuerza multinacional es la presencia del Comandante del Comando Sur en Colombia (factor militar para la coacción) luego de la gira agresiva del nuevo halcón y rapaz petrolero Rex Tillerson, Secretario de Estado de USA. Cuando ocurren las agresiones imperialistas de USA la acción diplomática antecede al acto militar. En esta ocasión así lo observo. Por lo que mi conclusión es que el intento de invasión de USA empleando a una fuerza multinacional dirigida por Colombia desde el Comando Sur es inminente. La otra parte que complementa lo anterior son los actos de resistencia y contra invasión de las fuerzas revolucionarias.

Notas:

[1] https://actualidad.rt.com/actualidad/262634-desden-amenazas-trata-eeuu-america/amp?__twitter_impression=true

[2] http://www.elmercuriodigital.net/2018/02/trump-y-tillerson-contra-la-soberania.html

[3] http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=151845&SEO=gobierno-de-venezuela-rechaza-injerencia-de-funcionario-de-ee.uu.

[4] http://www.noticiascandela.informe25.com/2018/02/william-izarra-relacionamos-los-ultimos.html

[5] https://www.telesurtv.net/news/evo-presencia-militar-estadounidense-tumaco-colombia-20180211-0023.html

(Fuente: Cuba Información / Autor: Norelys Morales Aguilera)

Vídeo:

Venezuela Bolivariana, el punto máximo de la confrontación antiimperialista

No se trata de dramatizar, exagerar o esbozar conspiraciones apocalípticas, pero cada una de las piezas que el Imperio está moviendo en el tablero latinoamericano apunta a establecer un escenario de intervención militar contra Venezuela bolivariana.

Podrá ser tercerizada o de forma directa con las falsas excusas del “humanitarismo”, pero la situación adquiere cada vez mas gravedad si se tiene en cuenta que todo este andamiaje belicista podría estar orientado a impedir que el pueblo chavista vuelva a proporcionar una contundente paliza electoral al poder oligárquico en abril.

Hay múltiples elementos que coadyuvarían a armar un inminente tinglado intervencionista a partir de la toma de decisión del gobierno estadounidense de apurar la caída del gobierno ultra legítimo de Nicolas Maduro. Primero, hace unos meses el vocero fue el vicepresidente Mike Pence quien recorrió el continente visitando presidentes “amigos” para ordenarles apretar las tuercas del bloque económico. No le fue como esperaba pero dejó la semilla que hace pocos días, intentó volver a sembrar el canciller Rex Tillerson. Esta vez la propuesta de aumentar la beligerancia contra el “dictador” Maduro fue ampliamente comprada por dos puntales del equipo neoliberal más agresivo. Tanto Macri (solo basta observar la foto de la cara de enamorado con que mira a Tillerson), como el perrito faldero Santos, se subieron al portaaviones made in USA y prometieron ser de los primeros en la embestida que Washington resuelva.

Después hay un acumulado de gestos indicativos del peligro en ciernes. A saber: las declaraciones del subsecretario de Estado para Latinoamérica y el Caribe, Francisco Palmieri, ofreciendo ayuda a Colombia y Brasil debido “a la gigantesca y continua migración venezolana hacia ambos territorios”. Palmieri utiliza allí, el sesgo intervencionista “humanitario”, el mismo en que viene insistiendo el cadete de la CIA, Luis Almagro o su cómplice peruano Kuzinsky, uno de los impulsores de esa mafia presidencial autodenominada Grupo de Lima. En esa misma sintonía Macri dio luz verde para que los estudiantes venezolanos “que vengan a Argentina huyendo del caos dictatorial no sufran más sinsabores”, y por lo tanto, a diferencia de quienes provienen de otros países, se les legalizará de inmediato su situación educativa. La maniobra, como se ve, es demostrar que “la dictadura venezolana” no da para más. Algo muy similar a lo que durante años Estados Unidos intentó con Cuba y hace muy poco con la “dictadura siria”. que se resume en la frase: “te hago la vida imposible, obligo a tu gente a emigrar, los recibo con los brazos abiertos y luego te invado humanitariamente”. Para completar Militarmente también hay datos inquietantes: la presencia del Comandante del Comando Sur en Colombia, el movimiento de tropas en la frontera amazónica de Brasil y Colombia, otra vez con la excusa migratoria venezolana. El punto central de confluencia de estos aprestos es la base móvil brasileña de Tabatinga, que fuera inaugurada en noviembre pasado con los ejercicios militares conjuntos de EE.UU, Brasil, Colombia y Perú, en que se practicaron simulacros de invasión “a un país bajo dominio comunista”. Como en las viejas épocas.

En la seguidilla injerencista, luego le tocó el turno al embajador yanqui en Bogotá, Kevin Whitaker, quien afirmó que Venezuela necesita “una salida democrática, institucional y rápida”. Enseguida, Santos y Uribe, cada uno por su lado aplaudieron la oferta y mientra el mandatario colombiano aseguraba que no reconocerá los comicios de abril, el paramilitar Uribe echaba más gasolina al fuego instando a apurar una intervención militar “con el concurso colombiano”. Todo esto en el marco de la re-ocupación territorial de grupos paramilitares colombianos en Cúcuta, en Catatumbo y otros puntos próximos a Venezuela.Ni qué decir de la reciente presencia de soldados yanquis en la zona de Tumaco (la misma donde el año pasado fueron asesinados por el ESMAD varios campesinos) y la intensa actividad de entrada y salida de hombres y equipos de las nueve bases USA en Colombia.

Con toda precisión el ex militar y ahora analista geoestratégico William Izarra habla de que el “Operativo Tenazas” sigue cerrándose y menciona como territorios que podrían ser utilizados para una intervención a gran escala, aparte de Colombia, a Guyana y las islas-colonias holandesas de Aruba, Bonaire y Curazao, todos ellos sitios donde los militares norteamericanos se pasean como en casa.

Así las cosas, y con Trump ladrando, lo más lógico es que en el plano interno se cierren filas. Frente a la esperada retirada de la oposición de la mesa de negociaciones de Dominicana, cumpliendo una orden de sus amos imperiales, y el aumento de la escalada de bloqueo y guerra económica impuesta por Wasington, sus acólitos latinoamericanos y la Unión Europea, se impone que el pueblo venezolano se prepare para repetir la proeza victoriasa del pasado 31 de julio. Sin una sola duda, todos y todas convencidas de que en abril llega la segunda parte de la madre de todas las batallas, y que a diferencia de la encarada por Estados Unidos para masacrar al pueblo iraquí en 1991, esta será para ratificar una vez más que la Revolución es necesaria no solo para asegurar la paz en Venezuela sino para atizar el fuego de la rebeldía continental y mundial. No, esta no será una elección más de todas las que el chavismo ha ganado, sino que respaldando unitariamente a Maduro se puede propinar una soberana patada en el trasero a quienes están intentando que nuestros pueblos, todos ellos, regresen a la Edad Media.

Ahora bien, si por obra de la impunidad de la que se vanaglorian Trump, Rajoy, Macri y Santos se animaran a adelantar planes y decidieran lanzar directa o indirectamente una escalada militar, antes o después de los comicios, en el plano local venezolano no caben dudas que como señalara Diosdado Cabello, sobre una invasión disfrazada de ayuda humanitaria:”Es probable que ustedes entren, pero vamos a ver cómo van a salir”. Y en el escenario continental habrá llegado la hora de “hacer arder la pradera”. No son tiempos de grandes discursos y prometer solidaridades por rutina ya que en Venezuela, se juega por décadas la suerte de Nuestra América y el socialismo, Sii se es fiel al legado insurgente de Hugo Chávez habrá que demostrarlo, con las ideas, con el corazón y poniendo el cuerpo como lo hizo el comandante Eterno.

(Fuente: Resumen Latinoamericano / Autor: Carlos Aznárez)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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