Sevilla a la cola de Andalucía en camas hospitalarias, y Andalucía a la de la UE. Sigue cerrado un hospital con 600 camas

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Hace dos años sólo había dos regiones en toda la Unión Europea con menos camas hospitarias por habitante que Andalucía: el Alentejo portugués y la región griega de Esterea Ellada. Hoy sólo esta última está por debajo, mientras Sevilla, la capital con casi dos millones de habitantes en toda su provincia, no alcanza siquiera la media andaluza, una cama por cada 595 habitantes, una cifra tres veces inferior a la media europea.

En la UE, según datos de Eurostat, se cuenta con una cama hospitalaria por cada 192 habitantes y España continúa muy lejos de esa media con apenas una cama por cada 415 habitantes. Andalucía está a la cola de España con una por cada 595 habitantes (Cataluña tiene el doble) y Sevilla, a la cola de Andalucía, tiene una por cada 663.

“Si incluyéramos a Turquía, solo estaríamos por encima de alguna regiones del Kurdistán turco», comenta el doctor Carlos Ortiz Leyba, vocal de Medicina Hospitalaria en el Colegio Oficial de Médicos de Sevilla, que advierte de lo que se esconde tras estas fría estadística de camas por habitantes: «Cuando hay picos de asistencia por algún brote epidémico como el de la gripe, que está a la vuelta de la esquina, o alguna otra enfermedad infecciosa, existe el riesgo cierto de que los hospitales públicos no puedan dar una cama a todos los que la necesiten”.

Este experto asegura que en estos episodios, cuando se saturan las urgencias, “los hospitales sevillanos se quedan sin respuesta y sin camas libres, como ha pasado en en algunos conocidos centros hospitalarios de la ciudad en distintas ocasiones”. Un médico del Virgen Macarena confirma a ABC que las imágenes de enfermos en camillas en los pasillos que con cierta periodicidad se publican en los medios “se deben justamente al insuficiente número de camas hospitalarias que nos impide a los profesionales, cuando se produce un pico de asistencia, especialmente en invierno, ordenar la hospitalización, ya que no hay ninguna cama disponible”. En estos casos, se deriva al enfermo a otros hospitales que dispongan de alguna, aunque no siempre son los más cercanos, con los perjuicios que ello causa a los pacientes y sus familiares.

El doctor Ortiz Leyba señala que «la falta de camas hospitalarias en determinados períodos obliga también a posponer operaciones quirúrgicas programadas porque no hay camas para la hospitalización, lo que está haciendo crecer las listas de espera quirúrgicas. Este déficit provoca también el reacondicionamiento de enfermos de un área a otra o el retraso de programas médicos», añade.

El presidente del Colegio de Médicios de Sevilla, Juan Bautista Alcañiz, comenta que “de esta falta de camas hospitalarias venimos informando a la Consejería de Salud para que tome las medidas oportunas”. Fuentes del SAS aseguran que “el índice de ocupación óptimo se sitúa entre un 70 y un 80 por ciento” y que “en los últimos años no se ha superado en la provincia de Sevilla el 80 por ciento, lo que supone que el 20 restante se mantiene disponible”. Según los datos facilitados a ABC, esta media de ocupación a lo largo del año, incluido el período veraniego en el que baja sensiblemente la población, creció del 76,11 por ciento de 2015 al 77,22 por ciento de 2016. El Virgen Macarena superó el 84 por ciento y el San Juan de Dios del Aljarafe el 98 por ciento como promedio. El Virgen del Rocío rozó el 74 por ciento.

Casi tres mil camas

Sevilla cuenta con 2.907 camas públicas, según los últimas cifras disponibles del SAS, y 931 privadas. El hospital Virgen del Rocío dispone de más de la tercera parte (1.175), seguido por el Virgen Macarena (769), Valme (556), San Juan de Dios de Bormujos (152) y Osuna (193). Ecija cuenta con 26 camas, Utrera con 16, Morón con 12 y Sierra Norte, 8.

Es cierto que la tendencia en toda Europa apunta a una reducción paulatina del número de camas porque se hace más cirugía mayor ambulatoria y los procedimientos quirúrgicos son más avanzados y tienen una resolución más rápida que hace innecesaria algunas hospitalizaciones. Sin embargo, afirma Ortiz Leyba, «eso es una cosa y otra que estemos a la cola de España y de la Unión Europea».

La estrategia de asistencia hospitalaria en Sevilla no parece haber seguido un patrón lógico, a juicio de otros expertos. Virgen del Rocío y Valme están demasiado próximos, mientras que la zona norte está infradotada para su elevada población.

El sistema sanitario privado supone un complemento importante y en sus centros la rotación es mayor que en los públicos, cuya estancia media está entre los 6 y los 6,5 días por enfermo. “Si desaparecieran las clínicas privadas, el sistema público se colapsaría”, afirma Juan Bautista Alcañiz.

El hospital Nisa Sevilla-Aljarafe cuenta con 323 camas; el Infanta Luisa, 139; Quirón Sagrado Corazón, 113; el hospital Santa Ángela de la Cruz, 105; San Agustín, en Dos Hermanas, 93; la clínica Santa Isabel, 92, Nuestra Señora de Fátima (56) y la clínica Nuestra Señora de Aránzazu (10). “El número de camas permanece estancado desde hace años y si la población de Sevilla crece por encima de los 700.000 habitantes, como se prevé, todos los problemas que causa este déficit irán a peor”, señala Carlos Ortiz Leyba.

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El Hospital Militar, un coloso de 600 camas quince años abandonado

diecisiete Ayuntamientos y diecisiete Plenos municipales (Sevilla, Mairena del Aljarafe, La Algaba, Alcalá del Río, Pedrera, entidad local de las Marismillas, Bollullos de la Mitación, Las Cabezas de San Juan, Santiponce, Los Corrales, Martín de la Jara, Castilleja de Guzmán, El Viso del Alcor, Los Palacios, Carmona, Utrera y Dos Hermanas) han pedido a la Junta de Andalucía la recuperación y reapertura del antiguo Hospital Militar, un gigante de doce plantas y seiscientas camas abandonado a su suerte desde hace quince años, tras unas complicadas negociaciones entre el Ministerio de Defensa y el Gobierno andaluz, su actual propietario.

A través de una moción, estos municipios acordaron “instar a la Junta de Andalucía y al Parlamento Andaluz a que incluyan en sus próximos presupuestos de 2018 las inversiones necesarias para que el Hospital Militar vuelva a su uso asistencial hospitalario, de acuerdo a las necesidades y demandas de la población”.

En el Ayuntamiento de Sevilla el rescate del Vigil de Quiñones fue aprobado en Pleno el pasado 27 de octubre, con el apoyo de todos los grupos municipales, a excepción del PSOE, que se abstuvo. Esta moción fue demandada por la plataforma ciudadana Marea Blanca, que exige a la Junta reanudar un proyecto anunciado a bombo y platillo hace más de una década que continúa en el limbo político y administrativo.

El Hospital Militar contaba con unas 600 camas cuando estaba en servicio y en 2006 la Consejería de Salud se comprometió a incorporar 233 de ellas al sistema sanitario público, lo que hubiera colocado a Sevilla por encima de la media andaluza, una cama por cada 552 habitantes. “Esto mejoraría las cosas, pero aún estaríamos por debajo de la media española y lejísimos de la media europa”, afirma Leyva.

Fuentes del SAS aseguran a ABC que “este centro hospitalario sigue siendo una prioridad para el Gobierno andaluz, pero en los años de mayor dificultad se ha tenido que priorizar la asistencia sanitaria, garantizando servicios y acometiendo las mejoras necesarias que han requerido los centros, además de acabar las infraestructuras que se encontraban con mayor nivel de ejecución”.

(Fuente: ABC de Sevilla / Autor: Jesús Álvarez)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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