Moira Millán, líder mapuche: “La lucha por la autodeterminación del pueblo mapuche es una lucha anticapitalista”

Moira Millan

Moira Millán (foto adjunta), referente mapuche, en su paso por Barcelona nos habla de la lucha histórica del pueblo mapuche, la represión sufrida durante todos los gobiernos del Estado argentino. De su mirada sobre el proceso catalán y la perspectiva de autodeterminación del pueblo mapuche.

Moira es mapuche-tehuelche, se presenta como weichafe (guerrera) y pertenece a la comunidad Pïllan Mahuïza (situada en territorio bajo dominio argentino), a la que antes de volver nos decía, “Mi retorno a Argentina no sé cómo me va a agarrar, puedo estar detenida o me puede pasar de todo, yo estoy con amenazas de muerte, por eso cada minuto de mi voz cuenta. Pienso que por cada uno que hable de nosotros, nuestra voz se multiplicará de a diez para que el mundo se entere de que hay un pueblo allí, al final del planeta, llamado nación mapuche que está peleando por su libre determinación”.

Y así la encontró con un nuevo asesinato de parte de las fuerzas represivas a balazos por la espalda, al joven mapuche de 22 años de la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu , Rafael Nahuel, el pasado 25 de noviembre en la zona de Villa Mascardi.

¿Cómo viene sufriendo la represión y persecución el pueblo mapuche bajo el gobierno de Macri y otros gobiernos?

Por supuesto me parece cómplice el silenciamiento de los demás gobiernos, así como los de los macro estamentos como las Naciones Unidas que se callan la boca frente a lo que está sucediendo. Toda esta corporocracia viene configurando un escenario represivo y de saqueo mortal sobre los pueblos y los territorios que encuentra de pronto una práctica demasiado grotesca y fascista en este gobierno actual, pero que venía configurándose escenarios de este tipo en gobiernos anteriores en los que también hubo desaparecidos.

Es decir, hablamos de que sólo en la provincia de Chubut tenemos 145 desaparecidos mapuches y seguramente hay más porque el acceso a la justicia de parte de los pueblos originarios no es lo mismo que para cualquier ciudadano argentino. La discriminación que empieza por no ser hispano parlante, el Estado argentino debería estar obligado a poner peritos traductores y no los pone, el no conocer los mecanismos de gestión de derechos te pasean, te mienten te ningunean te mienten.

Eso hace que nosotros frente a la violencia y discriminación institucional no denunciemos. Me he encontrado con muchos casos de desaparecidos, de asesinatos. Y sobre todo, y lo que venimos denunciando desde la organización a la que pertenezco, la “Marcha de mujeres originarias por el buen vivir”, son los feminicidios indígenas, que es alarmante. Los casos de mujeres indígenas asesinadas por las corporaciones extractivistas y muchas empresas sobre todo extranjeras contratan sicarios para asesinar a las hermanas y que esos casos ni siquiera han llegado a los estamentos más básicos de la justicia.

Y tenemos hermanas y hermanos presos que no sabemos la cantidad de casos porque no siquiera los organismos de derechos humanos ha hecho un relevamiento. O sea el nivel de indiferencia, de discriminación de nuestros derechos y nuestra realidad. Lamentablemente la desaparición de Santiago fue un punto de inflexión porque ha provocado una mirada hacia el interior de esa otra Argentina que no es eurocéntrica que se ha construido en el territorio de 36 naciones que siguen sufriendo el sometimiento, el saqueo, la contaminación y la muerte.

¿Cómo se encuentra actualmente la lucha del pueblo mapuche en su conexión con la población argentina? ¿Cuál es tu experiencia personal?

Creo que hay un despertar muy importante del pueblo argentino, lamentablemente a partir de la desaparición forzada de Santiago Maldonado y la aparición de su cuerpo en la que queda categóricamente confirmado que fue asesinado por las fuerzas represivas del Estado argentino. Se fue reconociendo la existencia de nuestra lucha y Santiago Maldonado como un síntoma de unidad, como un puente entre estos pueblos que han estado absolutamente desencontrados. Una gran parte del pueblo argentino empieza a interrogarse ¿Por qué luchamos, quiénes somos, por qué el Estado nos reprime y por qué desaparece Santiago Maldonado?

Creo que en este despertar que estamos teniendo, este punto de inflexión que decimos, hay una luz de esperanza que viene surgiendo desde esa Indoamérica profunda, desde la memoria ancestral de los pueblos que dice que el “buen vivir es posible”. Pero no entendido como el “bienestar” del capitalismo como acumulación de bienes y consumos. No, el buen vivir como derechos significa recuperar la armonía y la reciprocidad y para ello se tienen que ir Benetton, Chevron y cada una de estas empresas que están dañando la vida de la mapu y dañando a los pueblos. Y tenemos que establecer una sociedad nueva.

Y en el caso personal mío, yo vivo en territorio recuperado también porque las tierras donde yo habito se las arrancamos a la policía de la provincia de Chubut. Venimos luchando contra los latifundistas y sus fuerzas de seguridad, y así demostramos que son usurpadores permanentes de nuestros territorios a los que queremos recuperar, es decir, esa propiedad privada que no sólo para los argentinos sino también para los Estados del mundo la propiedad privada es sagrada, y nosotros estamos planteando que lo sagrado es la vida.

Ellos no dialogan, ellos van certeramente a asesinarnos, a eliminarnos. La manera en que secuestraron a Santiago Maldonado, la manera en que manipularon la información, mintieron sabiendo la crueldad que iban construyendo, sabiendo que causaban dolor, sabiendo el odio que emanaban desde esos discursos de poder en desmedro de nuestro pueblo. Sabiendo todo lo que esto implicaba siguieron adelante con esa eliminación que no sólo física, es la eliminación de la solidaridad. Es el intento de eliminar la unidad de los pueblos y la lucha que necesitan ellos neutralizar o abolir, de eliminar la diversidad que somos y de que hay pueblos que tenemos propuestas y un modo de pensar la vida distinto. Quieren eliminar cualquier obstáculo que se les presente frente a su voracidad ilimitada de injusticias y de muerte.

Creo que son tiempos en los que no se puede ser ambiguo y en los que realmente la historia requiere de nuestro valor y coraje como antagonismo a la cobardía y al miedo que quieren inocularnos. Queda mucho por andar entre las naciones originarias y el pueblo argentino. Nosotros queremos al pueblo argentino y que la revolución nos abrigue a todos y que nadie quede excluido. Pero va a ser necesario que también se interpelen su propia historia, la forma en que se constituyó este Estado bajo la homogeneización como arma de colonización sobre nosotros y nosotras. Entonces va a ser necesario que atravesar el dolor al descubrir tantos siglos de mentiras de un Estado aniquiló esos ancestros de los cuales algunos sobrevivimos para seguir luchando.

¿Cuál fue el impacto de la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado en el pueblo mapuche y en la sociedad argentina?

El símbolo de Santiago, el símbolo que se levanta desde el sur del mundo donde está esa Patagonia esa solidaridad expresada en Santiago que él eligió, él eligió estar en ese corte de ruta y llevar la voz de lo más inaudible de nuestro país y el costo de esa elección fue la muerte.

Lamentablemente fue el asesinato de Santiago que dio visibilidad a nuestra realidad como pueblo mapuche. Esto realmente está conmoviendo a un sector importante de la población argentina porque creo que en el mundo se intenta c6onvencernos de que el éxito del capitalismo es un éxito consumado, que no hay alternativa, resignémonos porque “esto es lo que hay y arréglense”. Este discurso no es real, no es verdadero, es también parte de los mecanismos sutiles represivos para matar nuestro espíritu de dignidad y rebeldía manipulando nuestras emociones, diciendo que siempre vamos a fracasar.

La verdad que yo he estado desde los 21 años en la lucha mapuche y he visto como hemos ganado luchas emblemáticas gracias a esa capacidad de unidad y articulación, como la lucha contra Benetton, contra los intentos de saqueos del Santander.

Decías que vuestra lucha es una lucha contra las empresas y monopolios y el sistema capitalista …

Luchamos contra un sistema capitalista patriarcal y expoliador y también racista. Hay 145 desaparecidos mapuches en Chubut de manera forzada por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. Hay presos con huelga de hambre y muchísimas mujeres indígenas asesinadas y mutiladas, casos de niñas guaraníes salvajemente mutiladas, violadas, que se les han cortado los pechos, se les han rapado el pelo, los dedos. El caso de una ancianita que la torturaron y les cortaron los deditos por parte de sicarios de la empresa Forestal Alto Paraná. Aberraciones inhumanas, verdaderos crímenes de lesa humanidad. Lamentablemente en este sistema represor, a veces cuando tenemos un hermano mártir como Santiago, un joven nuestro desaparecido de forma forzada y asesinado por el Estado en medio de una manifestación mapuche, se levantan faros que iluminan realidades muy desgarradoras.

En el Parlament catalán yo dije que por eso pedimos solidaridad al mundo para que se pronuncien contra la tiranía tanto del gobierno argentino como del gobierno chileno contra el pueblo mapuche, para que paren esta cacería que están haciendo contra nosotros.

¿Qué punto de contacto ves entre la lucha por la libre autodeterminación del pueblo mapuche y el pueblo catalán?

Tenemos puntos de contacto con la izquierda independentista, aunque nosotros luchamos por la autodeterminación de los pueblos y ellos por la independencia. Esto es una diferencia porque esto implica la construcción de un Estado y creemos que el independentismo no es la solución de todo si la idea es crear un Estado que va a seguir reproduciendo este modelo de sistema, es más de lo mismo.

El punto acá es cómo podemos crear un orden que surja a partir de una revolución de conciencia que establezca valores hacia una nueva humanidad que garantice la perpetuidad de la vida y no de la muerte como ha hecho este sistema.

Nosotros creemos que se debería pensar cómo no construir un Estado capitalista y racista que continúe actuando como Estado tutelaje de los pueblos a los que domina, por ejemplo con los grandes monopolios como Santander, Benetton o las empresas que actúan en Catalunya en este caso. La lucha por la libre autodeterminación del pueblo mapuche es una lucha anticapitalista. Por eso venimos a interpelar a absolutamente todas las estructuras del sistema capitalista global, porque en nosotros anida una potencialidad revolucionaria ancestral y en eso sí me identifico.

La nación mapuche plantea un modo diferente de habitar el mundo que exige condiciones que no pueden cohabitar con el capitalismo devorador y salvaje. Porque la nación mapuche plantea la reciprocidad entre los pueblos y para con la naturaleza, sin ningún tipo de asimetría en términos económicos y de clase. Entonces, no hay posibilidad de diálogo con la corporocracia del capitalismo porque las lógicas son totalmente antagónica con nuestro paradigma.

Y lamentablemente el sistema representativo de esta pseudo democracia plantea el voto de la mayoría, en el que no está contemplado el consenso por lo que los pueblos originarios y en este caso el pueblo mapuche, quedamos fuera de toda posibilidad de desarrollar nuestros derechos en plenitud.

A pesar de que esa derecha argentina racista, fascista, represora quiere responder a estas preguntas de forma capciosa, no pueden tapar el sol porque hay aspectos muy contundentes. Y esta derecha ¿por qué gana? ¿Por qué hay legitimidad en esa representación que ellos aducen tener? No, lo que hay es un engranaje perfecto de este sistema que se autorrecicla y se defiende mediante la manipulación y haciendo trampas hasta que finalmente terminan saliendo airosos y reafirmados en las urnas. Lo cual no significa que salgan airosos y reafirmados en las calles, en la voluntad popular.

(Fuente: La Izquierda Diario / Autora: Cynthia Lub)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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