Marruecos retira su embajador en los Emiratos Árabes Unidos fruto de sus relaciones con Qatar
Los medios de comunicación marroquíes informaron el miércoles de que Rabat ha retirado su embajador y consulados en los Emiratos Árabes Unidos, debido a la reticencia de las autoridades emiratíes durante todo un año a nombrar un embajador en Rabat para cubrir la vacante.
Los sitios web locales, entre ellos Maghreb Intelligence y Rue20, dijeron que “una crisis diplomática sin precedentes ha estallado entre Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, ya que Marruecos ha retirado, desde la semana pasada, a su embajador en Abu Dhabi, Mohamed Ait Ali, que ha estado en el cargo durante más de nueve años”.
Según las mismas fuentes, “Rabat también ha vaciado su embajada (en Abu Dhabi) convocando a todos los consultores y al Encargado de Negocios, lo que redujo en gran medida su representación diplomática en los Emiratos Árabes Unidos”.
Los informes de los medios de comunicación atribuyeron la razón de este hecho, citando a un funcionario marroquí no identificado, a la postura de que los Emiratos Árabes Unidos no habían nombrado un embajador en Marruecos durante aproximadamente un año.
Por su parte, el sitio web pro-gobierno Barlamane.com informó que “las relaciones entre los dos países no van bien después de la retirada de los embajadores”.
El sitio web indicó que “las relaciones entre los dos países son tibias, lo que se ha reflejado en muchos indicadores, el más destacado de los cuales es la reticencia de los EAU a nombrar un embajador en Rabat durante más de un año, lo que ha llevado a un empeoramiento de la crisis y ha empujado a Marruecos a retirar su embajador de Abu Dhabi”.
El sitio web señaló que “Abu Dhabi sospecha de los buenos vínculos entre Marruecos y Qatar, que ha sido asediado por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos”.
Desde el estallido de la crisis del Golfo en junio de 2017, cuando Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein cortaron las relaciones diplomáticas con Doha, las relaciones entre Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos han sido testigo de una debilidad sin precedentes en los vínculos, que se ha observado a través de muchos indicadores.
El pasado mes de abril, los medios de comunicación marroquíes informaron de la salida del embajador de los Emiratos Árabes Unidos en Rabat Ali Salem Al Kaabi, basada en una “petición soberana urgente”, sin explicar las razones de la convocatoria del funcionario de los EAU.
Durante la crisis del Golfo que continúa hasta hoy, Marruecos optó por mantenerse neutral, ofreció mediar entre las partes en conflicto y envió un avión lleno de productos alimenticios a Qatar. Así, el monarca marroquí visitó posteriormente Doha en noviembre de 2017 y se reunió con el príncipe qatarí.
El 27 de marzo, durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo jordano, Ayman Safadi, en la capital, Rabat, Nasser Bourita, Secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación de Marruecos, habló de lo que se ha entendido como “cuatro condiciones necesarias para mantener la coordinación con los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí”.
En primer lugar, la política exterior es una cuestión de soberanía para Marruecos. En segundo lugar, la coordinación con los Estados del Golfo, especialmente con Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, debe mantenerse siguiendo el deseo de ambas partes. En tercer lugar, la coordinación entre ambas partes no debe ser a la carta, y en cuarto lugar, la coordinación debe incluir todas las cuestiones críticas en el Oriente Medio y el norte de África, como la crisis de Libia, por ejemplo.
Fuente: www.monitordeoriente.com
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