La agresión sionista contra Yemen presagia la expansión del conflicto; su supuesta disuasión se está erosionando

En un momento en que los sionistas, a nivel político y militar, esperan la respuesta yemeníta a los ataques lanzados por aviones enemigos sionistas contra instalaciones civiles en el puerto de Hodeidah, los análisis militares y políticos han coincidido unánimemente en que el poder disuasivo sionista ha erosionado y está en juego.

El líder de la revolución, Abdul-Malik Badr al-Din al-Houthi, confirmó que la fuerza de disuasión sionista se había erosionado y que todas las formaciones con las que los estadounidenses rodeaban a la entidad para protegerla habían fracasado. La agresión contra Yemen no beneficiará al enemigo de ninguna manera ni le proporcionará disuasión, y no nos impedirá continuar con la quinta etapa de escalada para apoyar a Gaza “.

Consideró que la operación “yaffa” fue un gran golpe moral para el enemigo y creó un estado de pánico y ansiedad que se extendió entre la entidad enemiga en la ciudad, el barrio objetivo y el consulado estadounidense. La huelga, su impacto y sus repercusiones fueron claros y superaron cualquier intento de restar importancia a su importancia.

El Líder de la Revolución confirmó también que los estadounidenses, los británicos, los aliados europeos de los Estados Unidos y sus agentes árabes no lograron impedir que la amenaza llegara a la entidad enemiga sionista, que se encontraba en un verdadero dilema y un problema grave, y enfrentaba una nueva ecuación que tuvo un gran impacto en él.

Destacó que “la continuación de la agresión contra Gaza y su genocidio del pueblo palestino traerá peligros adicionales y problemas sin precedentes, y la agresión contra Yemen no es una realidad cómoda para el enemigo sionista, que lo obligó a ir más allá de estrategia de monopolizar Gaza y resistirla, y garantizar la protección de los estadounidenses y los agentes”.

Reiteró que la cooperación entre Yemen y el resto de los frentes de apoyo es estrecha y fuerte, y hay una coordinación que se desarrolla cada vez más, y que tiene sus frutos y su importancia en frustrar al enemigo y presionarlo… indicando que la coordinación con el eje de la yihad es útil para servir a la causa palestina y fortalecer la posición general contra el enemigo sionista.

Diez meses después de la agresión sionista-estadounidense contra Gaza, la guerra pasó el fin de semana a una fase nueva y quizás más peligrosa, cuando un dron yemeníta atacó la ciudad ocupada de Jaffa (Tel Aviv) y mató a un soldado sionista, mientras más de 20 Aviones de la Fuerza Aérea israelí atacaron la ciudad.

Esta es la primera vez que el enemigo sionista ataca Yemen, cruzando las líneas rojas con su terrorismo al atacar instalaciones civiles, como tanques de almacenamiento de combustible y tanques de diésel en la central eléctrica de la zona de Dune en la ciudad de Hodeidah. En esta agresión, 90 civiles fueron mártires y heridos.

Mediante su flagrante agresión contra Yemen, el enemigo sionista pretende arrastrar a toda la región del Medio Oriente a una confrontación amplia cuyas consecuencias serán desafortunadas, y ampliar el conflicto en la región tras su fracaso en lograr sus objetivos en la Franja de Gaza, como resultado Como resultado de las feroces batallas lideradas por las facciones de la resistencia palestina, su destrucción del enemigo y sus vehículos militares, y su fracaso en el logro de sus objetivos, el enemigo sionista perdió el poder disuasivo del que se había enorgullecido durante décadas, y se volvió. olvidado debido a los frentes de resistencia y apoyo palestinos, que revelaron la fragilidad y debilidad del ejército enemigo.

Los expertos militares y estratégicos creen que el reciente ataque sionista contra Yemen tuvo como objetivo objetivos económicos “blandos” en un intento de restaurar la estrategia de disuasión sionista que había comenzado a erosionarse y a enviar mensajes regionales, con expectativas de reacciones yemenítas.

Los expertos esperaban que la respuesta yemeníta fuera una escalada apuntando a los barcos y aumentando el número de drones que podrían lograr llegar a las profundidades de la entidad usurpadora.

Desde el siete de octubre pasado, el enemigo sionista se ha acostumbrado a cometer masacres y genocidio en la Franja de Gaza en particular y en el resto de los territorios palestinos ocupados en general, a la luz del apoyo estadounidense, el silencio internacional y el fracaso árabe e islámico. superando con creces las líneas rojas de la conciencia humana.

La flagrante agresión sionista contra Yemen provocó una ira popular generalizada y fue recibida con la condena árabe e internacional por parte del eje de la resistencia y los pueblos libres del mundo.

El periódico estadounidense The Washington Post comentó sobre el ataque sionista a la ciudad yemeníta de Hodeidah, diciendo: “Esto amenaza con ampliar el alcance de la guerra en la Franja de Gaza, señalando que añade una dinámica nueva y volátil a lo que se ha convertido en una creciente conflicto regional”.

El periódico sugirió, basándose en las expectativas de los analistas, que este ataque no disuadirá a los yemenítas, y podría tener el efecto contrario, permitiendo el fortalecimiento del poder interno al movilizar a los yemenítas para que se movilicen contra otra amenaza extranjera, que ampliará el alcance de la guerra con la resistencia islámica en el Líbano e Irak también se unen.

Vale la pena mencionar que la posición del pueblo yemeníta en apoyo a Palestina es muy grande, y el pueblo debe continuar las manifestaciones y boicotear a las empresas extranjeras que apoyan a la entidad usurpadora. El bombardeo de Yemen a esta entidad bastarda es una posición histórica y cambia la ecuación de disuasión en la región. Los movimientos estadounidenses en la región son sólo evidencia del alcance de sus temores debido a que sus bases militares son sus debilidades más prominentes.

Fuente: SABA.