Honduras: Protestas populares masivas durante la toma de posesión de la presidencia por el golpista Juan Orlando Hernández

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El autócrata Juan Orlando Hernández ha sido investido este sábado para un segundo mandato consecutivo en Honduras, mientras la oposición había llamado a sus partidarios a “asistir” este sábado al Estadio de la capital para manifestar su rechazo. Juan Orlando Hernández, asumió hoy un nuevo mandato por los próximos cuatro años, en una jornada de elevada tensión y protestas populares en rechazo a su investidura.

Hernández ha recibido la banda presidencial en una sesión del Congreso en el Estadio Nacional en Tegucigalpa, la capital del país. El lugar estaba colmado de simpatizantes y fuertemente resguardado debido a las manifestaciones de la oposición.

La ceremonia se llevó a cabo en medio de un fuerte dispositivo de seguridad militar y policial por tierra y aire, a fin de evitar cualquier contratiempo frente al repudio de la mayoría del pueblo, que desconoce la continuidad de Hernández como jefe de Estado. El Estadio Nacional estaba rodeado por varios anillos de seguridad con policías y militares desde 500 metros alrededor del recinto deportivo.

Ningún jefe de Estado fue invitado a esta ceremonia. Horas antes, los simpatizantes del excandidato presidencial Salvador Nasralla intentaron impedir el paso del vehículo de Hernández y evitar su toma de posesión.

Mientras tanto, a pocos kilómetros de donde tenía lugar la breve ceremonia de juramentación y sin la presencia de jefes de Estados invitados, los seguidores de la Alianza de Oposición, liderados por Nasralla, eran fuertemente reprimidos por militares y policías con gases lacrimógenos.

No puede ser que repriman al pueblo. Nos tienen miedo porque somos más. En Honduras no habrá paz hasta que haya nuevas elecciones o acepten la voluntad popular, señaló tras ser alcanzado por ese tipo de arma química durante una marcha.

Por otro lado Nasralla pidió a la comunidad internacional investigar “a los narcotraficantes de las fuerzas armadas, de la policía y del Congreso de la República que atacan al pueblo”. Igualmente emplazó a organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) a demostrar que no son lacayos del gobierno de Estados Unidos, dada sus posiciones ambiguas respecto a lo que sucede en la empobrecida nación centroamericana.

La oposición acusa a Hernández de fraude en las presidenciales del 26 de noviembre, lo cual ha derivado en enfrentamientos con militares y policías. En este contexto, han muerto más de 30 personas, según organismos de derechos humanos.

Batalla Campal

Honduras, un  país en insurrección, se registran combates en el Parque Central, Los Mercados, Bulevar Centroamerica, Escuela Estados Unidos y la colonia Nueva Capital (anillo periférico),  el Hato de Enmedio San Pedro Sula no va a permitir ser superada por Tegucigalpa,  gran convocatoria  en el Monumento a la Madre.

Una batalla campal: así describen distintos medios internacionales la represión que se dio en Tegucigalpa, la capital hondureña, este sábado durante la ceremonia de asunción del segundo mandato presidencial del cuestionado Juan Orlando Hernández.

Masivas movilizaciones tomaron las calles de Tegucigalpa este sábado 27 de enero en repudio a Juan Orlando Hernández. Desde las elecciones de noviembre, se suceden las protestas contra el fraude electoral y en cada una, el presidente hondureño desplegó a la policía y al ejército para reprimir el descontento. Hasta ahora se cuentan unos 34 muertos a mano de las balas y golpes de las fuerzas represivas.

Este sábado no fue la excepción. Soldados y policías atacaron a los manifestantes y también tiraron gases lacrimógenos. Se multiplican las voces que denuncian su autoritarismo, mientras los escándalos de corrupción salen a la luz. El último, que el nuevo jefe de policía nacional ayudó a un líder del narcotráfico. Otro muy grave: que el presidente del congreso, del oficialista Partido Nacional de Honduras, está acusado de apropiarse de fondos destinados a organizaciones no gubernamentales.

Honduras está fracturada. La crisis política no tiene visos de cerrarse: mientras Hernández asumía de nuevo la presidencia, la oposición, liderada por Salvador Nasralla y Manuel Zelaya, sostiene que hubo fraude electoral. Según las cifras finales del escrutinio oficial sólo por 50.000 votos le ganó Hernández a la oposición.

La administración Trump dio por buenos los comicios. La Organización de Estados Americanos (OEA), primero había reconocido irregularidades, pero recientemente manifestó su disposición a colaborar con el presidente electo. A tal punto teme el presidente hondureño el descontento, que a pocas horas de su toma de posesión la hora y el lugar de la ceremonia eran secretos.

Juan Orlando Hernández se vio obligado a admitir la división que su reelección ha generado. “Si una casa está dividida no puede permanecer y soy consciente de las diferencias políticas en el país, pero no hay diferencias que justifiquen la violencia (…). No es justo generar ese temor”, declaró.

Como explicamos acá, para conquistar las demandas de las mujeres, la juventud y el pueblo trabajador en Honduras, es necesario fortalecer la movilización y extender la organización social con independencia de clase, es decir, independiente de las fuerzas “opositoras” que figuran en Nasralla y Zelaya que a todas luces antepusieron la negociación con el gobierno de Hernández por sobre las demandas y la legítima defensa de la voluntad popular, que miles defendieron en las calles durante varias semanas”.

Honduras, un  país en insurrección, se registran combates en el Parque Central, Los Mercados, Bulevar Centroamerica, Escuela Estados Unidos y la colonia Nueva Capital (anillo periférico),  el Hato de Enmedio San Pedro Sula no va a permitir ser superada por Tegucigalpa,  gran convocatoria  en el Monumento a la Madre.

Sabotajes

La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) informa que ha sidos nuevamente victima de sabotaje, en esta ocasión la falla se registró en la línea 430 que sale de Cañaveral hacia el Occidente del País

Este atentado registrado en el departamento de Lempira, presenta el mismo patrón delictivo a los otros 4 acontecidos a lo largo de la semana. El reciente acto  ha provocado la interrupción del servicio eléctrico en todo el Occidente del país.

Ante la alarmante situación que atraviesa el sistema eléctrico nacional que ha sido en los últimos días de 5 sabotajes, autoridades de la estatal hacen un llamado a la población a denunciar al 911 de la policía nacional a los responsables.

Las fuerzas de seguridad siguen asesinando a manifestantes

Las fuerzas de seguridad  hondureñas, entrenadas y financiadas por EEUU, siguen disparando balas vivas a manifestantes a favor de democracia en Honduras. En estos días, fue asesinando Telmo Villareal, de 62 años, quien simplemente pasaba por una demostración el pasado sábado 20 de enero. También fue asesinado Ramón Fiallos, un coordinador local del  Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) la noche del 22 de enero.

Horas después fueron asesinados por fuerzas estatales, el 23 de enero, Geovanny Díaz Cárcamo, otro miembro del MADJ y activo en las protestas a favor de la democracia y la lucha de su Comunidad que defiende el Río Mezapa.  Aquella misma mañana, otro manifestante a favor de la democracia, José Armando Mariona, de 21 años, fue asesinado.

SOA Watch condena los asesinatos brutales que está cometiendo el Estado hondureño y recordamos que ellos han sido asesinados por exigir su derecho básico a ser gobernados por un gobierno elegido democráticamente por la gente.

Mientras los militares y la policía abiertamente asesinan a civiles, como Telmo Villareal y Ramón Fiallos, y detienen a manifestantes, el sistema de justicia hondureño está procesando y encarcelado a manifestantes a favor de la democracia, a menudo con cargos falsos y arbitrarios; crece la lista de prisioneros políticos.

El activista Edwin Espinal, es uno de los prisioneros políticos. Fue detenido el viernes pasado por la noche y posteriormente acusado, irregularmente, dentro de una base militar.

Edwin ha sido un activista conocido en Honduras, desde el golpe militar 2009, cuando su compañera, Wendy Ávila (en la foto),  fue muerta a consecuencia de intoxicación por gas lacrimógeno lanzado por fuerzas estatales. Mientras aquellos responsables de su muerte nunca han sido juzgados, Edwin repetidamente fue apuntado por el Estado hondureño. En octubre 2013, la policía militar asaltó la casa de Edwin Espinal.

Mientras ahora los que asesinan a manifestantes, a plena luz del día, están libres y siguen imprudentemente disparando balas vivas a la muchedumbre; Edwin se encuentra encarcelado en una prisión de alta seguridad, bajo investigación por cargos de terrorismo y asociación ilícita en un proceso irregular.

Lamentablemente, Edwin es solamente uno de muchos otros prisioneros políticos encarcelados por el régimen hondureño en una tentativa de criminalizar la protesta social e intimidar a la población para que guarde silencio.

Muchas de las detenciones de manifestantes a favor de democracia son arbitrarias y donde las autoridades identifican a los líderes de las protestas y participantes de demostraciones para después ser detenidos y acusados injustamente por hechos donde no han participado.

La oposición públicamente ha acusado al gobierno de “infiltrar” las manifestaciones y de ser los verdaderos responsables del daño a la propiedad en una tentativa de criminalizar las protestas. Numerosos manifestantes han sido encarcelados, y muchos han sido acusados de cargos serios que podrían conducir a años en la cárcel.

A pesar del riesgo de recibir un tiro por parte de la Policía Militar o de ser encarcelado, la gente, en toda Honduras, sigue fluyendo en las calles exigiendo su derecho de elegir democráticamente a su presidente.

En las palabras de Víctor Fernández, un líder con el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia, “estamos conscientes del riesgo implicado en la lucha y hace muchos años nosotros decidimos asumir esto. A pesar de los miedos naturales, no perdemos nuestro espíritu decidido para construir un nuevo país. Tampoco vamos a permitirles privarnos a nosotros de la alegría y de las aspiraciones de justicia y dignidad para todos”.

(Fuentes: Resumen Latinoamericano / Prensa Latina / La Izquierda Diario / TeleSur / Hispan TV)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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