Estudios de la televisión Iran International, de propiedad saudí, y con sede en Londres, capital británica.
La campaña de mentiras contra la República Islámica sigue con ímpetu para atizar las protestas violentas en Irán que ya han perdido la fuerza.
Desde el inicio de las protestas tras la muerte de Mahsa Amini —joven iraní que falleció el 16 de septiembre en un hospital en Teherán, días después de ser detenida por la Policía— los grandes medios occidentales, en su mayoría de propiedad estadounidense, saudí, y muchos con sede en Europa, han estado lanzando y financiando una campaña de mentiras y desinformación para manipular lo sucedido en Irán e incitar a más actos vandálicos.
A pesar de que un informe de la Organización de la Medicina Forense de Irán concluyó a principios de este mes que Mahsa, de 22 años, murió por efectos de “una intervención quirúrgica debido a un tumor cerebral a la edad de 8 años” y no por supuestos “golpes en la cabeza y en órganos vitales”, la campaña de desinformación continúa para empañar la imagen de la República Islámica.
Para captar más atención y herir los sentimientos de los usuarios iraníes de Internet y de las redes sociales, que en su mayoría son jóvenes, los medios occidentales han recurrido a mentiras, acusando a las fuerzas de seguridad y autoridades del supuesto uso deliberado de fuerza contra los manifestantes vándalos, sobre todo estudiantes y menores de edad en varias ciudades del país.
En esta línea, el sitio web de la televisión Iran International, de propiedad saudí, pero con sede en Londres, capital británica, publicó un informe, afirmando que “las fuerzas iraníes vestidas de civil allanaron una escuela secundaria para niñas en Ardabil, en el noroeste de Irán, el jueves, hiriendo a 10 y arrestando a otras siete. Una alumna murió de hemorragia interna”, dijo, alegando que obtuvo la información de la Asociación Sindical de Docentes Iraníes.
Luego, Masih Alineyad, periodista estadounidense de ascendencia iraní y una de las principales cabecillas de los disturbios en Irán, pareció ser la primera persona en difundir la falsa información en Twitter, donde escribió en persa: “Las fuerzas siguieron golpeando a una estudiante hasta que sufrió una hemorragia interna y la mataron”, llamando a grandes disturbios contra lo que afirmó ser “otro delito atroz”.
No hubo mucho que esperar, esa nueva mentira se difundió en las redes sociales y los medios extranjeros a velocidad de la luz. Un usuario de Twitter, por ejemplo, dijo: “El Sindicato de Maestros de Irán informó que hombres vestidos de civil del Cuerpo de Guardianes de Irán invadieron la escuela secundaria Shahed en Ardabil e hirieron a siete estudiantes y mataron a un adolescente inocente”, luego llamó a la gente a “ser la voz de los niños inocentes”.
Sin embargo, la mentira se desveló cuando un miembro del equipo médico del hospital en el que las fuentes afirman que murió la estudiante negó tales acusaciones.
“Como miembro del personal médico del hospital Fatemi de Ardabil, estuve permanentemente presente en este hospital del jueves al viernes, y durante este período, contrariamente a las declaraciones de Iran International, no hubo casos de estudiantes asesinados o heridos”, dijo en su cuenta de Twitter, y agregó que el medio financiado por Riad está tratando de causar sedición dentro de Irán.
Por supuesto, su testimonio no fue recogido tan rápido como las noticias falsas. Y no sería una sorpresa ver a Iran International afirmando más tarde que “¡Oh, corrección! El incidente no ocurrió el jueves, sino el miércoles”.
Esa campaña de mentiras es como un juego de susurros, algunos escuchan incorrectamente y otros agregan su propia sal y pimienta a las palabras. Esta historia del estudiante de Ardabil es solo un ejemplo de las tremendas mentiras que se difunden en Internet sobre Irán, en un momento en que el mundo hace la vista gorda ante los crímenes atroces cometidos en otras partes del mundo, incluido en Occidente.
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