El mundo busca alternativas a los bloqueos y sanciones occidentales

Los bloqueos y sanciones a Cuba, Venezuela, Irán, Rusia, China… las agresiones a Siria, Afganistán, Libia, Palestina, Líbano, etc, están provocando cambios de alianzas en muchos países, buscando hacer frente a los bloqueos y sanciones económicas. Por estos motivos, la colaboración entre Rusia, China e Irán en materia económica, militar y política, ha alcanzado una velocidad supersónica que va a minimizar las sanciones occidentales, provocando un efecto boomerang sobre las economías europeas y norteamericana por el aislamiento que van a padecer estos respecto a un mundo que ha decidido cambiar el modelo de dominación hegemónico que ha prevalecido desde la II Guerra Mundial.

Las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto de Ucrania han acelerado enormemente la tendencia ya existente de colaboraciones económicas al margen de occidente. Lejos de sufrir el colapso que vaticinaban los políticos europeos y norteamericanos, Rusia está saliendo airosa de la guerra económica, abriendo nuevos mercados para sus productos, fortaleciendo su moneda, acabando con la dependencia del dólar y de occidente, aumentando su soberanía política y plantando cara al avance de la OTAN hacia sus fronteras.

La profunda crisis que está padeciendo el sistema capitalista en todo el mundo, está llevando a occidente a una guerra por los recursos naturales así como a un sobreexplotación de su clase trabajadora que está comenzando a provocar conflictos sociales en todos los países, agravada por la guerra económica y militar contra Rusia en Ucrania. La pérdida de la guerra económica y militar que las élites occidentales están provocando, va a ocasionar años de sufrimiento para las clases populares occidentales, mientras el resto del mundo se prepara para el surgimiento de un modelo multipolar de relaciones entre países y el fin de la hegemonía occidental.

Rusia e Irán aceleran su proyecto para rivalizar con el Canal de Suez

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir Abdollahian (izquierda), se reúne con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov (derecha), en Moscú, Rusia, el 15 de marzo de 2022. [Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia /Agencia Anadolu]

Naturalmente, una de las consecuencias de las sanciones impuestas por los países occidentales a Rusia es estimular la búsqueda por parte de esta última de formas de eludir las restricciones. Desde las medidas adoptadas por los países occidentales para castigar a Rusia por su anexión de Crimea y su primera intervención en la región de Donbass, en el este de Ucrania, en 2014, Rusia trabaja con ahínco para superar los obstáculos causados por las decisiones occidentales en relación con su comercio exterior.

También es natural para Irán, que también sufre las sanciones occidentales, especialmente las duras sanciones estadounidenses que le impuso Donald Trump en 2018 al retirarse del acuerdo nuclear de 2015. Es natural que Irán y Rusia se encuentren en el mismo empeño.

Desde esta perspectiva, la guerra de Vladímir Putin contra Ucrania -lanzada hace cuatro meses- encantó a los gobernantes de Irán. Esta guerra, además de debilitar las capacidades de Rusia en otros escenarios, incluido el sirio, donde existe una conocida competencia por la influencia entre Moscú y Teherán, podría alterar las relaciones económicas entre Rusia e Irán en beneficio de este último.

Esto es lo que indicó el investigador de origen iraní Ali Fathallah Nejad en su explicación del cambio de posición de Rusia en las negociaciones de Viena sobre la reincorporación de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Irán.

Después de que Moscú pidiera “garantías por escrito” a Washington de que las sanciones occidentales impuestas no afectarán a su cooperación económica y militar con Teherán, Rusia anunció la solución del problema con notable flexibilidad. Fathallah Nejad señaló: “Liberar a Irán de las numerosas sanciones que le han sido impuestas puede ayudar a Rusia a eludir las fuertes sanciones a las que se enfrenta ahora”. Esto ha llevado a Moscú a facilitar el progreso de las negociaciones de Viena después de haberlas bloqueado, con el fin de que las negociaciones tengan éxito y se levanten la mayoría de las sanciones impuestas a Irán. El investigador continuó diciendo: “Es realmente una gran inversión de lo que prevalecía hasta ahora, cuando Irán estaba bajo dolorosas sanciones y buscaba el apoyo de Rusia”.

Hace un año, después de que el Canal de Suez se cerrara durante seis días como consecuencia del bloqueo de la vía fluvial por un buque portacontenedores, los dos países se reunieron para subrayar la importancia de acelerar la realización del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) como alternativa al canal egipcio. Este cruce es un proyecto aprobado por Rusia, India e Irán hace exactamente 20 años (el acuerdo se firmó en mayo de 2002), y en él participaron varios países de Asia Central y el Cáucaso que antes eran repúblicas soviéticas.

El barco de bandera panameña Ever Given que bloqueó el Canal de Suez en marzo de 2021 durante casi una semana tras quedarse atascado en sus orillas [Stringer/Anadolu Agency].

El proyecto pretende establecer una ruta de transporte desde el vasto círculo del Océano Índico, incluido el Golfo, y no sólo su parte iraní (el Sultanato de Omán participó en el proyecto), una carretera que parte del puerto indio de Mumbai por mar hasta el puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán, y continúa por tierra en ferrocarril para atravesar Irán, Azerbaiyán y Rusia desde sus fronteras caucásicas hasta las del norte de Europa. El proyecto tiene un segundo ramal que va de Irán a Rusia por el mar Caspio, y un tercero que pasa por Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán en Asia Central. Por supuesto, la ruta terrestre hacia el norte de Europa a través de Kazajstán es un paso que también interesa a China, para que los dos gigantes de Asia, China e India, tengan una alternativa a la travesía normal por el Canal de Suez, así como el resto de Asia meridional y oriental.

La semana pasada, Irán firmó un memorando de entendimiento con Rusia para facilitar las transacciones financieras y comerciales entre ambos países en el marco de las sanciones occidentales que les han sido impuestas. El memorando preveía “acelerar el proyecto de cruce Norte-Sur”, que se está preparando mediante la construcción de las infraestructuras necesarias para ello, como puertos, ferrocarriles y carreteras. Es inevitable que el proyecto reduzca el cruce por el Canal de Suez, que es una de las principales fuentes de ingresos del Estado egipcio, ya que un estudio elaborado por la Shipping Corporation of India estimó que el cruce ahorraría un tercio del coste de pasar por el Canal de Suez y más de la mitad de su duración (23 días en lugar de los 45 a 60 actuales).

Este artículo apareció por primera vez en árabe en Al-Quds Al-Arabi el 21 de junio de 2022

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