El Mossad y la CIA están entrenando milicias extremistas cristianas en el Líbano

Los líderes árabes se dan cuenta de que no deben seguir ciegamente las órdenes de Washington de iniciar o apoyar guerras en Oriente Medio que terminen en fracaso.

Los campos de entrenamiento encubiertos en el desierto de Jordania son actualmente el sitio de entrenadores británicos y estadounidenses que desarrollan a jóvenes libaneses leales al señor de la guerra cristiana, Samir Geagea, según el editor en jefe de la revista Al Mariah, Fadi Abu Deya. En una entrevista concedida a Al Jadeed TV, Abu Deya afirmó que Geagea está enviando combatientes a Jordania para recibir entrenamiento militar que cuenta con el apoyo de EE. UU. y el Reino Unido. La oficina de prensa de Gegea ha negado esta acusación y ha amenazado con presentar una demanda contra Abu Deya. La milicia supuestamente tiene la tarea de atacar a Hezbolá, el grupo de resistencia libanés.

Sin embargo, de una fuente confiable dentro del Líbano llega la informaciónn de que el Mossad de Israel está entrenando combatientes leales a Geagea en sus cuarteles generales en Meraab, Baalbek y Dahr Al Ahmar.

En mayo de 2008, Geagea le dijo al medio libanés Al Akbar que tenía entre 7.000 y 10.000 combatientes listos para enfrentarse a Hezbolá y que pedía el apoyo de Estados Unidos. Líbano sigue estando a un paso de una nueva guerra civil de corte sectario.

Geagea cuenta con el apoyo de Arabia Saudí que exige la desmilitarización de Hezbolá. Estados Unidos comparte esta opinión con Arabia Saudita e Israel, quienes ven al grupo como una organización terrorista. Arabia Saudita está dispuesta a ayudar al Líbano con su recuperación financiera, pero su condición es que se debilita a Hezbolá.

Geagea es uno de los políticos más poderosos del Líbano, a pesar de haber sido  condenado a cadena perpetua por asesinato en 1995. Mató a sus opositores políticos y voló una iglesia llena de fieles, a pesar de que es cristiano, para avivar el odio sectario.

Recientemente, estuvo bajo el escrutinio de una nueva milicia llamada “Soldados de Dios” que está ubicada en Ashrafiah, un barrio de Beirut. Estos son jóvenes cristianos que suelen trabajar como guardias de seguridad y parecen ser culturistas o luchadores profesionales. Los defensores del grupo afirman que son simplemente un grupo de vigilancia vecinal que protege la propiedad del robo. Sin embargo, Geagea tiene antecedentes de encabezar un grupo conocido como “Hombres Jóvenes” que fueron combatientes durante la guerra civil.

Hezbolá no es solo una fuerza de defensa, que ha impedido una segunda invasión israelí del sur del Líbano y una fuerza de resistencia que exige la retirada de los israelíes de las granjas de Shebaa ocupadas, sino que también es un partido político con un número considerable de miembros electos en el parlamento en las elecciones libres democráticas celebradas en mayo. La mayoría de los libaneses, independientemente de su apoyo a Hezbollah, están de acuerdo en que Hezbollah ha sido la única fuerza de defensa capaz de defender la frontera sur.

Líbano ahora es un estado fallido. Una vez llamada la “Suiza de Medio Oriente” por sus servicios bancarios privados y seguros y sus estaciones de esquí de invierno en las montañas, comenzó un colapso financiero en 2019 que ha hecho que el país toca fondo en la actualidad. Los árabes ricos del Golfo Pérsico solían ir en masa al Líbano por sus famosos clubes nocturnos y casino. Los turistas se han ido del Líbano en medio del colapso financiero que ha visto a los inmigrantes libaneses partir en pequeños botes para encontrar una vida mejor en Europa.

Los manifestantes comenzaron la violencia callejera en 2019 exigiendo la renuncia de la élite política gobernante. Estos políticos resultaron de los señores de la guerra de la guerra civil de 1975-1990, como Geagea.

Se descubrió que el gobernador del Banco Central del Líbano,  Riad Salameh, impulsó el banco durante décadas en un esquema Ponzi, que eliminó las monedas fuertes y que los bancos congelaron las cuentas. Algunos libaneses se desesperaron tanto por acceder a su propio dinero que recurrieron a atracos armados para liberar sus propios fondos. En varios casos, los fondos fueron necesarios para atención médica de emergencia ya que no hay hospitales públicos en el Líbano.

Los países europeos comenzaron a emitir órdenes de arresto contra Salameh por cargos de lavado de dinero, corrupción y enriquecimiento personal de fondos públicos. Ha permanecido libre y aún ocupa su cargo a cargo de todos los fondos públicos para el Líbano, mientras disfruta de la protección de la embajadora de los Estados Unidos en el Líbano, Dorothy C. Shea, quien ha dicho que la eliminación de Salameh es una ‘línea roja’. Los cargos europeos se refieren a miles de millones de dólares que Salameh y su hermano han depositado en el exterior. Corrieron rumores recientes de que Estados Unidos estaba promoviendo a Salameh para convertirse en el próximo presidente.

En 2016, Salameh organizó una conferencia en la Embajada de los Estados Unidos en el Líbano. El Grupo de Acción Financiera Internacional se creó para  detener el lavado de dinero y salvar la integridad del sector bancario. Salameh era el zorro en el gallinero.

El ataque de Estados Unidos y la OTAN contra Siria comenzó en 2011 por un cambio de régimen. Estados Unidos y sus aliados occidentales, incluido Israel, querían romper la alianza política entre el presidente sirio Bashar al-Assad y Hezbolá. En 2012, la CIA inició una operación de entrenamiento encubierta en el desierto de Jordania , y en 2013 el presidente Obama firmó la aprobación de la operación que entrenaba a jóvenes para luchar en Siria.

En 2013, el ex subdirector de la CIA, Michael J. Morell, dijo en una entrevista con CBS que los combatientes más efectivos en el campo de batalla en Siria son los terroristas islámicos radicales. “Y debido a que son tan buenos luchando contra los sirios, algunos de los miembros moderados de la oposición se unieron a ellos”, dijo.

El campo de refugiados sirios Zatari en Jordania era la base de operaciones de los combatientes, quienes se entrenarían con la CIA y cruzarían la frontera hacia Siria y luego regresarían con sus familias a salvo en el campo.

En 2017, el presidente Trump cerró el programa de la CIA de mil millones de dólares en Jordania. Desde el principio, muchos asesores habían anunciado que las armas que Estados Unidos suministraba a los ‘rebeldes’ caerían más tarde en manos de terroristas seguidores del Islam radical, como Al Qaeda, Jibhat al-Nusra e ISIS. Su advertencia se hizo realidad, después de que los ‘rebeldes’ se asociaran con los terroristas islámicos radicales que no luchaban por la libertad o la democracia, sino por el objetivo de establecer un gobierno en Damasco siguiendo la ideología política de los Hermanos Musulmanes (HM). Obama había promovido la HM en EE.UU., Libia, Egipto, Túnez y Siria. La plataforma política de la HM es idéntica a la de Al Qaeda. La gran diferencia es que ISIS lleva banderas negras y los HM usan traje y corbata. Finalmente, los HM respaldados por Obama fueron derrotados en Egipto, Túnez y Siria.

El rey Hussein de Jordania  fue uno de los primeros líderes árabes en pedir la renuncia del presidente sirio. Jordania es uno de los mayores receptores de  ayuda exterior de Estados Unidos, que fue una recompensa por su tratado de paz con Israel. El rey Hussein apoyó el ataque de Estados Unidos y la OTAN contra Siria y fue sede de los campos de entrenamiento de terroristas en el desierto, así como de un enorme campo de refugiados sirios que se produjo para albergar y alimentar a las esposas y los hijos de los terroristas que estaban siendo trombos. Pero el ataque de Estados Unidos y la OTAN contra Siria fracasó. En septiembre de 2021,  se reabrió el paso fronterizo entre Siria y Jordania. El 4 de octubre de 2021 el Rey habló por teléfono con Assad en la primera fase de una reconciliación entre Amán y Damasco, similar al arreglo en las relaciones entre Siria y Bahréin y EAU. Turquía se encuentra ahora en el mismo proceso, y los informes sugieren que Arabia Saudita podría seguirlo. Los líderes árabes se dan cuenta de que no deben seguir ciegamente las órdenes de Washington de iniciar o apoyar guerras en Oriente Medio que terminen en fracaso.

Fuente: Strategic Culture.