El gobierno de Ucrania impone condiciones laborales propias del siglo XIX a los trabajadores

En marzo, el parlamento votó y el presidente Volodymyr Zelenski firmó el proyecto de ley 2136, ley sobre relaciones laborales en condiciones de guerra. Oficialmente, la ley es una medida temporal que busca ayudar a aquellas empresas que se vieron fuertemente afectadas por el conflicto con Rusia pero la ayuda del Estado consiste en dar da a los empresarios mano libre para explotar a los trabajadores.

En este sentido “El patrón nos despidió con una simple carta, y el diálogo con la empresa se convirtió en un monólogo”, dice Anton Gorb, representante sindical en el mayor servicio postal privado de Ucrania, New Post en un testimonio que recoge Viento Sur. Y es que el proyecto de ley 2136 otorga al empleador el derecho de “suspender el contrato de trabajo”. Significa que el trabajador no es ni despedido, ni pagado. Además, el proyecto de ley da a los empleadores la oportunidad de no pagar por el trabajo que ya se ha hecho. Bastará con que digan que por hechos de guerra no pudieron pagar a tiempo. No hay ninguna institución que pueda obligarlos a pagar. Y esto no es todo: el empleador ahora también tiene derecho a renunciar a cualquier convenio colectivo que existiera en el lugar de trabajo. No se necesita justificación.

El nombre del partido de Volodymyr Zelensky, Servidor del Pueblo, suena como una amarga ironía. No es la primera vez que los “servidores” abogan por políticas neoliberales extremas, exigen más desregulación y no prestan atención a la situación catastrófica del pueblo trabajador.

Incluso trabajar en una empresa estatal, en un sector crítico de la economía, no garantiza un salario estable que permita una vida digna. Uno de los grupos profesionales que regularmente se enfrenta a retrasos en los pagos son los mineros del carbón, como recoge Sin Permiso. Hubo un momento antes de la guerra en el que el estado les debía más de 4 mil millones de grivnas ucranianas, unos 136 millones de dólares en salarios impagos.

Después de presentar el proyecto de ley 2136 el gobierno de Zelenski -ya con más de una decena de partidos ilegalizados- pasó a trabajar en el proyecto de ley 5371. Y aunque muchos trabajadores consideraron que el zakon 2136 era una medida dura pero indispensable, el proyecto de ley 5371 no tiene nada que ver con la guerra en curso.

Fue redactado hace dos años por Office of Simple Decisions and Results, una ONG fundada por Mikheil Saakashvili, con participación de USAID y una patronal, para asesorar al gobierno ucraniano en materia de legislación. La idea clave del proyecto de ley es introducir la máxima flexibilidad y desregulación para las pequeñas y medianas empresas (hasta 250 empleados). Según el proyecto, las condiciones de trabajo y remuneración de cada empleado estarían determinadas por su contrato individual de trabajo. Un contrato que el empresario podrá rescindir de forma simplificada.

Los sindicatos no pueden hacer ahora protestas callejeras o huelgas; esto también se incluyó en el proyecto de ley 2136. Para detener el proyecto de ley 5371, están publicando llamamientos a los legisladores ucranianos, señalando que esta legislación podría poner en peligro las ambiciones europeas de Ucrania. El proyecto de ley 5371 contradice la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, por no hablar de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo .

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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