El EZLN declara la alerta ante “la escalada represiva” contra los indígenas mexicanos

«Nos declaramos en alerta ante la posible persecución de las y los hermanos de la Casa de los Pueblos Altepelmecalli, haciendo responsable al gobierno federal de utilizar su grupo armado llamado Guardia Nacional para agudizar la guerra del dinero en contra de la vida» , señalaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena – Consejo Indígena de Gobierno (CNI-CIG), después del desalojo del pasado 15 de febrero contra los pueblos que mantenían ocupadas las instalaciones de la planta Bonafont en Puebla, para evitar el robo y sobreexplotación del agua.

En un comunicado, condenaron “la escalada represiva, que viene de las entrañas del gobierno del capital, que se autodenomina 4T, en contra de la resistencia y la lucha por la vida” de la organización Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes , que desde el 22 de marzo de 2021 inició la construcción de un espacio cultural y político autónomo en la planta de Bonafont y la convirtió en la Casa de los Pueblos.El

EZLN y el CNI-CIG se pronunciaron contra la ofensiva represiva de las autoridades contra los diferentes pueblos y organizaciones del país, que se ha manifestado en forma de asesinatos a defensores, imposición de megaproyectos, criminalización de la resistencia y la militarización.

Señalaron como casos particulares el reciente asesinato del opositor en el Proyecto Integral Morelos (PIM), Francisco Vázquez, perpetrado el pasado 11 de febrero de Ayala. Vázquez era presidente del consejo de vigilancia de la Asociación de Usuarios del Río Cuautla (Asurco), «quien levantó la voz en contra del robo del agua en los salidos de la región de Ayala para la operación de la termoeléctrica de Huexca», explicaron. Los zapatistas también condenaron la criminalización contra la comunidad otomino residente en la Ciudad de México y el activista Diego García Bautista, que mantienen ocupado el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), hoy Casa dels Pobles Samir Flores Soberanes.

Denunciaron además la persecución hacia el Consejo Supremo Indígena de Michoacán que recientemente se movilizó «contra del desprecio, el racismo y el despojo y por el retiro del indignante monumento conocido como Los Constructores en Morelia, Michoacán», así como condenaron «la indiferencia y complicidad criminal de la Guardia Nacional frente a la violencia en Guerrero», la militarización del Istmo de Tehuantepec para la imposición del Corredor Transístmico y sus «polvo de desarrollo», y la utilización de la Guardia Nacional y los grupos armados para reprimir a los normalistas de Ayotizanapa, Guerrero; Tiripetío, Michoacán; y Mactumactzá, Chiapas.

«Hacemos responsable al gobierno federal de México de esta escalada represiva en contra de nuestros pueblos y exigimos que cesen las acciones de la Guardia Nacional y los cuerpos policiales en contra de quienes se oponen a la explotación-destrucción de la naturaleza y al despojamiento de los territorios y del patrimonio comunitario de los pueblos originarios para imponer los proyectos de muerte promovidos desde el Estado Mexicano», destacaron el EZLN y el CNI-CIG, que llamaron a los pueblos de México y el mundo «a estar alertas ante esta oleada represiva neoliberal» ya solidarizarse con las comunidades en lucha.

Finalmente el EZLN responsabiliza a la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), que describe como una organización político-militar de corte paramilitar, de los recientes secuestros de zapatistas. En el comunicado también previenen que este grupo posee uniformes, equipos y armas obtenidos del dinero que les llega a través de programas sociales. “Con estas armas disparan todas las noches contra la comunidad zapatista de Moisés y Gandhi”, acusan.

Fuente: Nacions sense estat.

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