El Estado francés castigado por Argelia ante su decisión sobre el Sáhara Occidental

La reciente posición oficial del Estado francés a favor del plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental ha desencadenado una importante crisis diplomática entre  París y Argel. Este apoyo explícito a la propuesta marroquí provocó una fuerte reacción de las autoridades argelinas, que inmediatamente expresaron su descontento y anunciaron medidas de represalia.

En una carta dirigida al  rey Mohammed VI,  Emmanuel Macron afirmó su apoyo al plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara Occidental, región en disputa que es objeto de un largo conflicto territorial entre Marruecos y el Frente Polisario, apoyado por Argelia. Esta declaración fue percibida por Argelia como una posición desfavorable y una injerencia en un conflicto que considera un punto de fricción crucial en sus relaciones con Marruecos.

Ante este apoyo, Argelia decidió recurrir a medidas de represalia utilizando el arma migratoria. Una acción notable fue la negativa sistemática de las autoridades argelinas a aceptar en sus aeropuertos a los nacionales argelinos expulsados ​​del Estado francés. Según informa el periódico francés  Le Canard Enchaîné, esta decisión ha provocado una situación en la que los argelinos bajo la Obligación de Abandonar el Territorio Francés (OQTF)  son devueltos a Francia, porque su país de origen no los acepta.

Esta política  de expulsión y no aceptación  provocó tensiones adicionales. Los deportados, que deberían ser devueltos a Argelia, se encuentran atrapados en Francia, lo que crea complicaciones logísticas y administrativas. Le Canard Enchaîné afirma que algunos de ellos acaban siendo liberados, acentuando las críticas a la forma en que Argelia utiliza la cuestión migratoria como palanca política contra el Estado francés.

La decisión de Argel de tomar estas medidas podría ser parte de una estrategia más amplia destinada a castigar a París por su apoyo al plan marroquí, y también podría reflejar los intentos de Argelia de demostrar su desacuerdo en el escenario internacional utilizando herramientas políticas diplomáticas y económicas no convencionales.

Si bien la situación sigue siendo tensa, está claro que el apoyo francés al plan de autonomía marroquí ha exacerbado las relaciones entre los dos países, poniendo de relieve la complejidad de las cuestiones diplomáticas en torno al Sáhara Occidental. El futuro de las relaciones franco-argelinas parece ahora incierto, con posibles consecuencias para las políticas migratorias y diplomáticas en los próximos meses.

Fuente: Malijet.